Marear la molienda
Uno de los lugares m¨¢s bellos de la provincia onubense se sit¨²a en pleno paraje natural de las Marismas de Isla Cristina y Ayamonte, en la entrada a esta ¨²ltima localidad fronteriza, donde se levantan los restos de un molino mareal denominado El Pintado, que data de 1750. Se trata de una instalaci¨®n construida por un indiano llamado Manuel Rivero, que fue utilizada hasta 1945, durante casi dos siglos, para moler el grano de trigo con la energ¨ªa que se obten¨ªa durante el flujo de las mareas.A mediados del siglo XIV exist¨ªan en la costa que se extiende desde Ayamonte hasta Faro, en Portugal, un total de 50 molinos, seg¨²n Patxi Serveto, presidente de la Asociaci¨®n de Molinos Mareales del litoral onubense. "El ecosistema habitual de estos ingenios fue la marisma, surgida en los estuarios atl¨¢nticos como una zona de transici¨®n din¨¢mica del mar hacia la tierra", explic¨® Serveto. La evoluci¨®n se determinaba por el grado de inundaci¨®n mareal, cada dos horas y el aporte de sedimentos y su colonizaci¨®n, por la vegetaci¨®n.
Alta productividad
A las puertas del siglo XXI, la Asociaci¨®n de Molinos Mareales se ha embarcado en un ambicioso proyecto de rehabilitaci¨®n de El Pintado, que se encuentra en un avanzado estado de deterioro, para convertirlo en un centro de interpretaci¨®n de la naturaleza del entorno y en un lugar de recepci¨®n de visitantes.
La marisma que rodea esta infraestructura hist¨®rica es uno de los ecosistemas m¨¢s productivos del planeta, debido a sus especiales caracter¨ªsticas f¨ªsico-qu¨ªmicas. Aunque posee poca biodiversidad de especies, mayor de fauna que de flora, se encuentran en gran abundancia. Para muchas especies marinas que habitualmente se consumen, constituye el lugar fundamental de cr¨ªa y, sobre todo, el engorde de sus alevines.
Hasta el siglo XIX, la renovaci¨®n de los recursos naturales que proporcionaba la marisma era suficiente para que su explotaci¨®n no los agotara. Los molinos mareales, seg¨²n Serveto, "formaban parte de esa utilizaci¨®n ingeniosa y racional de la naturaleza porque, adem¨¢s, su impacto ambiental era escaso". A decir del presidente de la asociaci¨®n, estas instalaciones usaban las mareas, una fuente de energ¨ªa renovable, limpia, segura y gratuita, con una sencilla tecnolog¨ªa que permit¨ªa el autoabastecimiento de peque?as comunidades.
La iniciativa de rehabilitaci¨®n de este molino ayamontino cuenta ya con el proyecto arquitect¨®nico, que realiz¨® en 1997 la Consejer¨ªa de Medio Ambiente de la Junta de Andaluc¨ªa. La actuaci¨®n tiene un presupuesto de cuatro millones de pesetas.
Serveto considera que es necesario ejecutar las obras, que suponen un montante que supera los 118 millones de pesetas. El presidente de la asociaci¨®n realiz¨® una llamada a las administraciones p¨²blicas para que financien una iniciativa tan interesante como ¨¦sta. La Consejer¨ªa de Cultura y la Direcci¨®n General de Costas, de momento, han reaccionado de manera positiva ante la iniciativa de restauraci¨®n.
Y es que la situaci¨®n del molino El Pintado es envidiable. Servet sostiene que se trata de un objeto arquitect¨®nico ¨²nico inmerso en un paisaje casi lunar, muy llano, de "una belleza paisaj¨ªstica sin igual". El nuevo centro de interpretaci¨®n que albergar¨¢ el molino contar¨¢ con diversas salas de exposiciones y un mirador de observaci¨®n de aves. Adem¨¢s, se recuperar¨¢ la sala de moliendas, que se convertir¨¢ en una exposici¨®n de utensilios, y, finalmente, se organizar¨¢n excursiones por los ca?os de la marisma en pleamar con embarcaciones ligeras, entre otras actividades, seg¨²n contempla el proyecto.
La nueva instalaci¨®n albergar¨¢ tambi¨¦n un centro cultural con sala de exposiciones para conferencias, proyecci¨®n de diapositivas y muestras de artistas locales. La asociaci¨®n persigue la recuperaci¨®n de todas las riquezas del litoral que, antiguamente, fue un espacio inh¨®spito, debido a la infertilidad de sus tierras y a los peligros que proven¨ªan del mar.
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