A la salud por el teatro
El teatro fue siempre un buen recurso pedag¨®gico. Quiz¨¢ por esto, el Hospital Virgen del Roc¨ªo decidi¨® celebrar ayer el D¨ªa Internacional de la Enfermer¨ªa con una obra de teatro. Con el sal¨®n de actos lleno, el grupo El Mayordomo puso en escena El siguiente, un cl¨¢sico ya, del estadounidense Terrence McNally."El gobierno no comete errores; si su patria le ha llamado, tendr¨¢ sus razones", le espeta la sargento Tech, que adem¨¢s es enfermera, a Marion Cheever, un sencillo ciudadano, de 48 a?os, que, inesperadamente, es llamado a filas. Aunque antes ha de someterse a un exhaustivo reconocimiento m¨¦dico que demuestre si es apto o no para el servicio militar.
Lo que comienza como un juego entre los protagonistas, en clave de comedia y con tintes de esperpento, cobra aires de drama seg¨²n avanza la representaci¨®n. El desolado Cheever, que no comprende lo que le est¨¢ ocurriendo, lucha con todos los recursos a su alcance para evitar ir a la guerra. Pero la enfermera Tech, celosa de su trabajo, autoritaria e intransigente, es incapaz de saltarse el reglamento y no le da opci¨®n de escapar a su destino.
El siguiente pone en entredicho la actitud del personal de enfermer¨ªa en el engranaje de la maquinaria burocr¨¢tica. "Evidentemente, es muy distinto el papel que represento en la obra del que, en realidad, le corresponde a nuestra profesi¨®n, que tiene uno de sus pilares en la comprensi¨®n y amabilidad que en todo momento se le debe a los pacientes", precisa Rosa Gil, actriz protagonista, enfermera en el centro de Salud de Montequinto y licenciada en Arte Dram¨¢tico por la Escuela Superior de Sevilla.
Tambi¨¦n Francisco Torrado, el copratogonista, es licenciado en teatro, pero, como Rosa, trabaja de enfermero. Ambos, en un grupo de 11, comenzaron su andadura por el teatro aficionado en 1992. Desde entonces, (el grupo ahora tiene cuatro miembros) han representado Lo que vio el mayordomo, de Joe Orton, -"que nos sirvi¨®, adem¨¢s, para darle nombre al grupo", recuerda Rosa Gil-, Cabar¨¦ Ob¨², basada en Ub¨² Rey, de Alfred Jarry, y El oso y La petici¨®n de mano, de Anton Ch¨¦jov.
Tantos a?os dando vueltas por ah¨ª les han ense?ado que "la gente de los pueblos es la m¨¢s agradecida". "Todav¨ªa no han olvidado aquella ¨¦poca en la que las representaciones teatrales eran de las pocas cosas que ten¨ªan para divertirse", comenta esta actriz aficionada que acaba, con su papel, de poner en solfa a su profesi¨®n. "No creo que se hayan molestado mis compa?eras por la forma en que he abordado el tema... En realidad, El siguiente lo que critica es la impotencia y la anulaci¨®n del individuo ante las poderosas estructuras burocr¨¢ticas del sistema".
Mar¨ªa Gonz¨¢lez Mira, tercer miembro del grupo, se ha encargado, en esta ocasi¨®n, de los efectos especiales y el sonido; y Juan Carlos Fern¨¢ndez Olmo, el cuarto componente, ha adaptado la obra. "Al final, he querido darle una esperanza al ser humano", afirma. Y algo as¨ª sucede, porque, el bueno de Cheever, una vez que ha despertado de su pesadilla, cuando finalmente es declarado no apto para servir como soldado, se pone a reivindicar su condici¨®n de persona. Entonces recobra la autoestima y decide que tambi¨¦n ¨¦l tiene derecho a servir a su patria. Sue?a con una enfermera Tech amable y comprensiva que, efectivamente, le califica como "apto".
Entre tanto, el personal de enfermer¨ªa que asiste a la representaci¨®n muestra su acuerdo y, como Marion Cheever, apuesta por un reconocimiento mayor de la profesi¨®n.
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