La banca espa?ola se disputa M¨¦xico
La pugna entre el BSCH y el BBVA reaviva el sentimiento nacionalista al sur del r¨ªo Bravo
Nunca, desde la devastadora crisis de 1995, el sector financiero de M¨¦xico hab¨ªa registrado las convulsiones observadas a partir del pasado mes de marzo: los esenciales cambios introducidos en la correlaci¨®n de fuerzas entre los bancos cuando el Banco Santander Central Hispano (BSCH) y el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) destaparon la caja de Pandora y descubrieron sus intenciones, controlar la c¨²spide de la banca de un pa¨ªs cuyo nacionalismo ha sido atemperado a golpe de necesidad y de tal¨®n. "Creo que la legislaci¨®n mexicana ha avanzado para otorgar flexibilidad a los participantes, ya sean mexicanos o for¨¢neos", declar¨® Eduardo Fern¨¢ndez, presidente de la Comisi¨®n Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).La realidad lo certifica. El banco vasco acord¨® un proceso de fusi¨®n con Bancomer para alzarse con el primer puesto en la clasificaci¨®n de instituciones financieras nacionales; pero la entidad que ocupa ese puesto, Banamex, irrumpi¨® en escena, duplic¨® la oferta, aunque con menos dinero fresco, y disputa hoy esa fusi¨®n con el segundo banco mexicano, que se deja querer. Esta misma semana, el Santander compr¨® Serf¨ªn mediante subasta y sube hasta el tercer puesto del ranking. A cara de perro, el BBVA y el BSCH pugnan por la parte del le¨®n del sector financiero de una naci¨®n que es clave en sus aspiraciones latinoamericanas. La participaci¨®n de la banca extranjera al cierre de este a?o puede llegar al 50% del sistema si se concreta la fusi¨®n del BBVA y Bancomer.
La crisis de 1995
Nada de esto hubiera sido posible sin la cat¨¢strofe financiera de hace cinco a?os, sin el batacazo sufrido por los banqueros mexicanos como consecuencia de la devaluaci¨®n del peso en las navidades de 1994 y las bancarrotas del a?o siguiente. Aquel desastre demostr¨® la impericia o delictiva actuaci¨®n de muchos banqueros; en suma, la fragilidad del sistema, la necesidad de acometer su reestructuraci¨®n, de legislar para sacarlo de cuidados intensivos y ponerlo a andar. A poco m¨¢s de ocho a?os del proceso de privatizaci¨®n, abierto en 1991, durante el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), cuatro a?os antes de la ¨²ltima crisis, s¨®lo permanecen en manos de sus due?os originales dos de los bancos privatizados. La propiedad del resto es compartida con el Santander, BBVA, Nova Scotia, Citibank o Banco de Montreal, que llegaron a M¨¦xico atra¨ªdos por la apertura, o con otros inversores.
Evidentemente, la fuerte penetraci¨®n espa?ola no gusta a los banqueros mexicanos hasta ahora m¨¢s importantes, que se sienten apartados de una situaci¨®n de privilegio y se cuelgan del nacionalismo, de la soberan¨ªa de M¨¦xico en peligro, para calentar motores y limitar la entrada de la inversi¨®n extranjera. Alfredo Harp Hel¨², presidente del Consejo de Administraci¨®n del Grupo Financiero Banamex-Accival (Banacci), lo reconoce a medias. "S¨ª queremos que venga la inversi¨®n extranjera, pero siempre como complemento en aquellas ¨¢reas donde verdaderamente sean competitivos". Harp Hel¨² dice que, teniendo en cuenta ¨²ltima operaci¨®n del BSCH, el tama?o de ¨¦ste y del BBVA representan m¨¢s de cuatro veces, en valores de capitalizaci¨®n, de lo que sumar¨ªan Bancomer y Banamex juntos.
La banca espa?ola se defiende de los ataques nacionalistas. Emilio Ybarra, copresidente del banco m¨¢s perjudicado, el BBVA, acudi¨® esta semana a M¨¦xico para entrevistarse con las autoridades de dicho pa¨ªs. El BBVA lleg¨® a el pa¨ªs norteamericano en 1993 adquiriendo Probursa, un banco pr¨¢cticamente quebrado, y ha invertido fuertes cantidades de dinero en reflotarlo y en crear riqueza. Ybarra tambi¨¦n ha subrayado en M¨¦xico que el banco quiere estar a la cabeza del sistema financiero mexicano y record¨® que, en todo0 caso, el BBVA tendr¨ªa el 30% de la entidad fusionada, con el 10% de Bank of Montreal y 60% flotando en Bolsa.
En M¨¦xico hace falta, seg¨²n los analistas, seriedad, disciplina y capacidad profesional. Durante los a?os de la euforia en la concesi¨®n de cr¨¦ditos (1992-1994), alegr¨ªa que sent¨® las bases de la cat¨¢strofe de las navidades, ¨²nicamente se permiti¨® a los bancos extranjeros participar minoritariamente en las instituciones de cr¨¦dito privatizadas o crear filiales. Esta limitaci¨®n se establec¨ªa en el cap¨ªtulo financiero del Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte, del que M¨¦xico forma parte con Estados Unidos y Canad¨¢: los bancos extranjeros, individualmente, no pod¨ªan tener m¨¢s del 1,5% del mercado, y en conjunto, del 8% al comienzo del periodo para poder llegar al 15% al final, en el a?o 2004. La crisis de 1995 oblig¨® a cambios m¨¢s profundos.
Durante el bienio posterior a su estallido, con el Gobierno de Ernesto Zedillo, se modific¨® la legislaci¨®n para que los capitales extranjeros pudieran participar mayoritariamente en los bancos mexicanos cuya penetraci¨®n en el mercado fuera hasta del 4%, pero, en conjunto, la participaci¨®n extranjera s¨®lo pod¨ªa alcanzar el 25% del total de los activos totales del sistema, lo que significaba que los tres grandes -Banamex, Bancomer y Serf¨ªn- quedaban fuera del alcance de la inversi¨®n extranjera.
Puertas abiertas
Reacio ese capital a entrar s¨®lo a por las migajas, convaleciente todav¨ªa el sector, bloqueada la concesi¨®n de cr¨¦ditos y, por tanto, un crecimiento ordenado del sector productivo, el Gobierno abri¨® las puertas de par en par. Se modific¨® de nuevo la legislaci¨®n, en diciembre de 1998, y los inversores extranjeros pueden comprar hoy el cien por cien de cualquier banco o instituci¨®n de cr¨¦dito mexicanos.
Es lo que ha hecho el Santander con Serf¨ªn, desembolsando menos del 20% de lo que cost¨® sanear la instituci¨®n vendida, en torno a los 12.000 millones de d¨®lares. Y tambi¨¦n lo que pretende el BBVA, eligiendo la fusi¨®n en lugar de la compra, con Bancomer. La lucha por Bancomer no ha hecho m¨¢s que empezar, y los accionistas se tomar¨¢n su tiempo para estudiar las dos propuestas: la de Banamex (ofrece 300 millones de d¨®lares al contado y otros 2.100 millones a trav¨¦s de l¨ªneas de cr¨¦dito y ventas de activos) y la del BBVA (fusi¨®n con su filial e inyectar 1.230 millones de d¨®lares de capital y otros 52 millones en warrants, en opciones a futuro). El analista financiero Enrique Fuentes Quintana anticipa una nueva oferta de los espa?oles y una contraoferta de los mexicanos. "No es imposible tampoco que en un proceso en el que se abrieron las posibilidades de compra de Bancomer sean los ¨²nicos protagonistas. Desde hace meses se sabe que Citibank deseaba hacer alguna compra importante". El mercado est¨¢ abierto.
Recuperar el cr¨¦dito
La banca mexicana ha dejado atr¨¢s sus peores momentos, y la calidad de los activos de los principales nueve bancos ha experimentado una sustancial mejor¨ªa al reducirse en un 34% en t¨¦rminos reales la cartera vencida, el lastre dejado por la crisis de 1995. Y en este nuevo panorama, la intervenci¨®n extranjera, la mayor disciplina y transparencia, ha jugado un papel importante. Pero pese a que el pasado 7 de marzo la calificadora de riesgos Moody's otorg¨® el grado de inversi¨®n a la deuda de M¨¦xico y a los dep¨®sitos bancarios a largo plazo en moneda extranjera, la recuperaci¨®n del cr¨¦dito todav¨ªa es un reto pendiente.Los banqueros extranjeros demandaron claridad y seguridad jur¨ªdica, garant¨ªas de recuperaci¨®n de los cr¨¦ditos, objetivos dif¨ªciles en un pa¨ªs donde la cultura del pago est¨¢ muy quebrantada. El Gobierno batall¨® en el Congreso y el pasado 30 de abril concluy¨® el periodo ordinario de sesiones de la C¨¢mara despu¨¦s de haber aprobados varias leyes sobre el sistema financiero, con las que unas 800.000 empresas, principalmente peque?as y medianas, corren el riesgo de ser intervenidas por los banqueros, seg¨²n las organizaciones que representan a los morosos, pero, paralelamente, m¨¢s personas y empresas podr¨¢n acceder al cr¨¦dito. "Ahora est¨¢n dadas todas las condiciones para que se reactive el cr¨¦dito, ya que ha disminuido el riesgo", pronostican.
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