El Norte se une con el deportivismo

La movilizaci¨®n de hinchas deportivistas para acompa?ar a su equipo en la trascendental cita de ayer super¨® todas las previsiones, y finalmente fueron m¨¢s de 5.000 los aficionados gallegos que se acercaron a Santander. La noche anterior al partido, tanto en la capital c¨¢ntabra, donde ya no quedaban plazas de hotel, como en las localidades de alrededor, una marea blanquiazul tom¨® plazas, bares y discotecas, y recorri¨® las calles entre c¨¢nticos y sones de gaita. El deportivismo no hab¨ªa vivido una jornada igual desde que su equipo gan¨® la Copa del Rey en Madrid, en 1995.Como suele ocurrir en estos casos, la gente estaba ansiosa por llegar pronto al estadio, y dos horas antes de iniciarse el partido, cuando las puertas de El Sardinero a¨²n no se hab¨ªan abierto, buena parte de la parroquia gallega ya pululaba por sus alrededores. Tanto madrugaron los aficionados coru?eses que cuando el Racing sali¨® a calentar, media hora antes de empezar el choque, se encontr¨® con el inusual espect¨¢culo de ser recibido con un prolongado abucheo en su propia casa.

Los gallegos que tomaron Santander no s¨®lo ven¨ªan de A Coru?a y de peque?os pueblos de la comunidad aut¨®noma. Los deportivistas que viven en Madrid aprovecharon el puente de San Isidro para organizar excursiones a la capital c¨¢ntabra. Pero, adem¨¢s, el deportivismo se encontr¨® con otros aliados m¨¢s sorprendentes. Todo el Norte parec¨ªa ayer unido para empujar a los gallegos en pos del t¨ªtulo. Desde Bilbao llegaron hinchas del Athletic que combinaban las camisetas de su equipo con bufandas blanquiazules. Hasta un autob¨²s de Castro Urdiales con aficionados del Racing inclu¨ªa, en medio de la parafernalia con los colores locales, una bandera del Depor.

En el estadio, en el que s¨®lo quedaron algunas decenas de butacas vac¨ªas, la gente de Cantabria, sin dejar de animar a su equipo, recibi¨® al l¨ªder con simpat¨ªa y cierta complicidad.