El galimat¨ªas de san Isidro
O el interesado se compra un buen libro sobre san Isidro (nacido Isidro Merlo Quintana, en el siglo XII), como el recientemente publicado por La Librer¨ªa (Mayor, 80), o termina hecho un l¨ªo si decide visitar por su cuenta los lugares relacionados con el patr¨®n. Una visita al Museo de San Isidro, inagurado ayer (plaza de San Andr¨¦s), no resuelve las dudas, sino que las acrecienta, dada la homonimia que caracteriza todo lo que rodea al santo. El cuerpo incorrupto del patr¨®n ha reposado en cuatro lugares diferentes, ha tenido tres f¨¦retros; se le relaciona al menos con tres pozos milagrosos y, para complicarlo todo m¨¢s, tanto su esposa como su hijo son conocidos con diferentes nombres. Adem¨¢s, varios pueblos madrile?os y de Guadalajara reivindican contar con la vivienda donde residi¨® o llev¨® a cabo sus milagros.Los madrile?os que ayer visitaron el Museo de San Isidro (unas 600 personas a la hora) pudieron sacar en claro que en este palacete reconstruido -hace unos 25 a?os, gran parte de ¨¦l fue demolido- vivi¨® y muri¨® el santo "hacia 1172", seg¨²n consta en una placa municipal. El edificio, conocido popularmente como Casa de San Isidro, pertenec¨ªa a los condes de Paredes. Lo levant¨® otra familia (la de los Lujanes) en el siglo XVI, seg¨²n los folletos que se repart¨ªan ayer a la entrada. ?Y c¨®mo pudo residir alguien que vivi¨® en el siglo XII en un palacio del XVI? Los folletos municipales no lo explican, pero el director del museo, Eduardo Salas, s¨ª: "La casa [original] pertenec¨ªa a los Vargas [se?ores para los que trabajaba san Isidro]. Luego, lo compraron los Paredes [XVI] y se fue ampliando con el paso del tiempo". Est¨¢ claro, pero en los folletos no lo pone.
En el interior de la edificaci¨®n se conserva el pozo en el que cay¨® su hijo, san Ill¨¢n, que en algunas de las salas es denominado san Juan. Seg¨²n la tradici¨®n, a la esposa de san Isidro, santa Mar¨ªa de la Cabeza (nacida Mar¨ªa Toribia y en otros pa¨ªses llamada Norburga, no se sabe muy bien por qu¨¦), se le hab¨ªa ca¨ªdo el ni?o. Isidro, que estaba trabajando, al volver encontr¨® a su esposa llorando. Entonces se pusieron a rezar y las aguas subieron, con lo que el chaval se salv¨®. El pozo, de 22 metros, tiene ahora un escas¨ªsimo fondo l¨ªquido. Junto a ¨¦l existe un grifo del que mana abundante agua -que sabe como la del Canal de Isabel II- y que ayer tomaban los visitantes.
Pero este pozo no es el mismo que el de la conocida pradera de San Isidro (frente al estadio del Manzanares), y cuyas aguas -que tambi¨¦n saben como las del Canal- se consideran milagrosas. Ese pozo surgi¨®, seg¨²n la tradici¨®n, cuando Iv¨¢n de Vargas (su amo) tuvo sed. Isidro, de un golpe de cayado, hizo brotar un manantial. Luego, en el sigloXVII, se levant¨® una ermita (la llamada ermita del Santo) que es visitada por miles de personas cada 15 de mayo. El cortijo de San Isidro, en Aranjuez, que ayer celebr¨® su fiesta, no tiene nada que ver con todo esto.
No hay que confundir ninguno de estos dos pozos con el existente en el n¨²mero 10 de la calle del Comandante Sanz Prieto, en Torrelaguna, donde tambi¨¦n ten¨ªan su residencia los Vargas y el santo. Da fe una placa de 1702.
Lo del cuerpo del patr¨®n tambi¨¦n es un galimat¨ªas. Fue enterrado en el cementerio de la iglesia de San Andr¨¦s, adyacente al palacete. En el siglo XVI pas¨® a la capilla del Obispo (plaza de la Paja, 9); en 1657, a la capilla de San Isidro (que es una ampliaci¨®n de la iglesia de San Andr¨¦s y que no debe confundirse con la otra capilla de san Isidro, que es el lugar exacto donde muri¨®, una habitaci¨®n del actual museo, ni con una tercera, que es el s¨®tano de una casa de la calle de Pretil de Santiesteban, 3. En este ¨²ltimo lugar, el santo guardaba sus bueyes).
En 1769, los restos fueron llevados a la Colegiata (calle de Toledo, 37). Se supone que, tras su muerte, fue enterrado en un ata¨²d modesto, pero en el siglo XIII se le hizo un bell¨ªsimo arc¨®n que a¨²n se conserva. En el XVIII se sustituy¨® el arc¨®n por otro de plata que se expone en la Colegiata. El medieval, ya vac¨ªo, se llev¨® a la catedral de la Almudena. En el museo hay una r¨¦plica.
El aspecto externo del santo tampoco es f¨¢cil de desentra?ar. Tradicionalmente se le representa de guisa pastoril con una pala, azad¨®n o un arado, aunque en Austria y Alemania suele llevar "vestimenta acomodada" y un rosario. En Tirol se le empareja con santa Norburga de Rattemberg. En Francia, el santo madrile?o viste de "traje bret¨®n".
Para liarlo todo un poco m¨¢s, el museo inaugurado ayer alberga unas espectaculares colecciones de arqueolog¨ªa y paleontolog¨ªa -incluido un mastodonte del terciario con 10 millones de a?os- que nada tienen que ver con este desconcertante y andar¨ªn santo.
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