Los ¨²ltimos de Bassella

Las casas de Bassella, Castellnou de Bassella y Aguilar de Bassella (Alt Urgell) tienen los d¨ªas contados. La Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Ebro (CHE) ha empezado a demoler todas las viviendas y edificios situados en la zona que quedar¨¢ inundada por el pantano de Rialp, que con sus 402 hect¨®metros c¨²bicos de capacidad ser¨¢ el m¨¢s grande de Catalu?a. Las demoliciones se han iniciado en Castellnou de Bassella, poblaci¨®n que ya ha sido desalojada.Los vecinos contemplan con pena c¨®mo las excavadoras dejan reducidos a escombros aquellos lugares que durante d¨¦cadas han formado parte de su paisaje vital. Es el momento de decir adi¨®s a muchas vivencias y recuerdos ¨ªntimamente ligados a un paisaje singular que desaparecer¨¢ para siempre. Con l¨¢grimas en los ojos y una gran carga de nostalgia en su mirada, Concepci¨® Blanch observaba ayer la que ha sido hasta ahora su casa y la de sus antepasados, en el n¨²cleo de Aguilar de Bassella. Las piedras centenarias de sus bellas arcadas resumen 400 a?os de historia de la mas¨ªa Campabadal. Concepci¨® se resiste a irse, aunque sabe que al final no le quedar¨¢ otro remedio. No sabe cu¨¢nto tiempo estar¨¢ en pie la casa en la que a¨²n duerme pensando en las excavadoras. En un ¨²ltimo intento de aferrarse al pasado, la familia Blanch quiere llevarse a Solsona al menos las piedras que forman las arcadas de las puertas. Pero el edificio pertenece ahora a la Administraci¨®n, que lo expropi¨® por 18 millones de pesetas. "Una cantidad miserable", se lamenta Concepci¨®, mientras espera la autorizaci¨®n de la CHE para llevarse las piedras.