El color de la marisma
Del cangrejo rojo puede extraerse un pigmento con aplicaciones alimentarias y m¨¦dicas
La sangre o, mejor dicho, el plasma, de las cig¨¹e?as que se alimentan en las Marismas del Guadalquivir tiene un color peculiar, que en poco se parece al de otras zancudas que habitan en territorios alejados de estos humedales. Tambi¨¦n la piel de estas aves presenta unas caracter¨ªsticas inconfundibles. En ambos casos predomina un curioso tono rojizo, del que son responsables los cangrejos que forman parte de su dieta.A esta conclusi¨®n llegaron hace tiempo los especialistas de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana (EBD), en donde se inici¨® un proyecto de investigaci¨®n para localizar la presencia, en aves, de unos determinados pigmentos naturales. El cangrejo rojo acumula uno de estos pigmentos, conocido como astaxanteno, que otorga el conocido color rojo a su caparaz¨®n, y que pertenece a la familia de los carotenoides, sustancias que tambi¨¦n aparecen en otros animales (gambas, langostinos o salm¨®nidos) y vegetales (naranjas o tomates).
Adem¨¢s de servir de alimento a las cig¨¹e?as de la zona, este crust¨¢ceo tambi¨¦n est¨¢ presente en la dieta de otras especies, como milanos o nutrias, y en todos los casos el astaxanteno se incorpora al organismo de los predadores, en donde puede cumplir distintas funciones. "Los carotenoides", explica Juan Jos¨¦ Negro, bi¨®logo de la EBD, "son esenciales para algunos vertebrados, ya que potencian su sistema inmunol¨®gico y, adem¨¢s, determinan, en algunos alimentos, unas caracter¨ªsticas crom¨¢ticas que los hacen m¨¢s atractivos para el consumidor, como ocurre con los salmones y su conocida carne en tonos ros¨¢ceos".
Los ornit¨®logos advirtieron que, al margen del inter¨¦s que este hallazgo ten¨ªa para el mejor conocimiento de la biolog¨ªa de algunas aves, pod¨ªa investigarse un posible aprovechamiento industrial de este pigmento, ya que el cangrejo rojo es muy abundante en las Marismas del Guadalquivir. Si resultara rentable la explotaci¨®n de esta sustancia, razonaron, podr¨ªan resolverse dos problemas ambientales asociados a este crust¨¢ceo: por un lado la sobrepoblaci¨®n, que est¨¢ causando da?os en zonas sensibles y, por otro, la acumulaci¨®n de residuos originados en las empresas que procesan los cangrejos para su venta.
: En el momento de la pesca, si el cangrejo no tiene la talla suficiente para ser aprovechado, suele devolverse a los ca?os de la marisma, en donde llegan a producirse concentraciones muy por encima de lo que el medio es capaz de soportar, de tal manera que empieza a verse afectada la vegetaci¨®n, la supervivencia de otros animales o los campos de cultivo. Asimismo, las empresas que aprovechan la carne de este crust¨¢ceo suelen deshacerse del caparaz¨®n y las pinzas, donde est¨¢ el pigmento. Este tipo de residuos, que pueden originar graves problemas de contaminaci¨®n org¨¢nica y de los que solo se recicla una peque?a fracci¨®n para elaborar piensos, superaron el pasado a?o las 400 toneladas.
En el Instituto de la Grasa, organismo dependiente del CSIC y ubicado en Sevilla, creen posible desarrollar un m¨¦todo, sencillo y rentable, para extraer, a escala industrial, el pigmento. "Habr¨¢ que analizar la concentraci¨®n en la que se encuentra esta sustancia en los cangrejos, aunque la bibliograf¨ªa que hemos consultado habla de entre un gramo y gramo y medio por animal, lo cual es una buena cantidad, aunque haya que ponerla en relaci¨®n con los precios que se pagan en el mercado", precisa Juan Garrido, qu¨ªmico de este organismo.
Como referencia, el astaxanteno suele cotizarse entre las 500.000 y las 700.000 pesetas el kilo, y es demandado, entre otras, por la industria farmac¨¦utica. Sus propiedades antioxidantes, asegura Garrido, "son muy beneficiosas para la salud, ya que hablamos de una sustancia capaz de neutralizar a los radicales libres, con una efectividad mayor, incluso, que la de los tocoferoles, que han sido mucho m¨¢s estudiados para este tipo de aplicaciones". Se suele aprovechar, por tanto, en la elaboraci¨®n de lociones, cremas o pomadas que act¨²an sobre la piel frenando los procesos degradativos.
Asimismo, las empresas de acuicultura emplean este pigmento para alimentar a los salm¨®nidos que cr¨ªan en cautividad, de manera que su carne tenga el color apropiado y pueda comercializarse.
Comentarios y sugerencias a prop¨®sito de Cr¨®nica en verde pueden remitirse al e-mail: sandoval@arrakis.es
Del Misisip¨ª a Do?ana
A mediados de los a?os setenta el cangrejo de r¨ªo aut¨®ctono estaba desapareciendo de los cauces espa?oles por culpa de una epidemia de peste. El archiduque de Habsburgo-Lorena inicia entonces los tr¨¢mites para introducir cangrejos rojos americanos (tambi¨¦n conocidos como cangrejos del Misisip¨ª) en las Marismas del Guadalquivir, zona en la que supone que las condiciones clim¨¢ticas y la orograf¨ªa son favorables para esta especie. La importaci¨®n, en 1974, de los primeros ejemplares procedentes de Luisiana, es financiada por un vecino de Villafranco del Guadalquivir.Los animales no s¨®lo se adaptan sin problemas a su nuevo h¨¢bitat sino que comienzan a multiplicarse a gran velocidad. En 1982 se capturaron ya tres millones de kilos, lo que supon¨ªa alrededor de 250 millones de individuos, con una densidad que llegaba a superar los 50 animales por metro cuadrado. El cangrejo rojo termin¨® colonizando otras muchas zonas h¨²medas del pa¨ªs, en las que ha originado, como ocurre en Do?ana, profundas alteraciones ecol¨®gicas.
Este crust¨¢ceo es el responsable de la desaparici¨®n de un buen n¨²mero de vegetales y algunos invertebrados, como sanguijuelas y caracoles acu¨¢ticos, lo que ha supuesto una modificaci¨®n en las cadenas alimenticias. Mientras que algunas especies se han visto perjudicadas por su presencia, otras, como cig¨¹e?as, garzas o esp¨¢tulas, han mejorado su dieta a cuenta de este crust¨¢ceo.
Su aprovechamiento tambi¨¦n ha originado graves problemas, ya que en las nasas que se emplean para capturarlo mueren todos los a?os un buen n¨²mero de aves protegidas, reptiles y anfibios, como ranas, culebras o tortugas de agua dulce.
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