Un 78% de la regi¨®n est¨¢ todav¨ªa pendiente de cablear por Madritel
Los servicios de telefon¨ªa y televisi¨®n llegan en Madrid a 20.000 abonados
Es el logotipo m¨¢s pisoteado de la regi¨®n, en sentido estricto: una m, de Madrid, con forma de cable enroscado. Madritel, primer operador de telecomunicaciones por cable de la Comunidad, comenz¨® a cavar zanjas hace dos a?os y ya lleva cableados 1.652 kil¨®metros de calles, un 22% de la regi¨®n, aunque la mayor¨ªa de las veces sus operarios no hacen sino aprovechar galer¨ªas ya abiertas por las compa?¨ªas de gas, agua o tel¨¦fono. M¨¢s de 20.000 abonados disfrutan ya de sus servicios: televisi¨®n de pago, tarifas telef¨®nicas m¨¢s baratas e Internet de banda ancha.
El cable, un moderno sistema de telecomunicaciones basado en impulsos de luz conducidos a trav¨¦s de cables subterr¨¢neos de fibra ¨®ptica, se ha instalado ya en la regi¨®n. O, al menos, en un 22% de ella. 1.300 kil¨®metros de calles en la capital y m¨¢s de 300 en otros 17 municipios sepultan los tubos de pl¨¢stico por los que discurre la fibra ¨®ptica, un material que multiplica por 400 la capacidad de transmisi¨®n de datos de los tradicionales hilos de cobre, seg¨²n aseguran los responsables de Madritel. En 2005, la compa?¨ªa pretende abastecer a toda la regi¨®n.Los servicios de este operador (tarifas m¨¢s bajas que las de Telef¨®nica, televisi¨®n de pago, servicios interactivos e Internet de banda ancha -m¨¢s r¨¢pido-) llegan ya a 200.000 hogares y empresas, aunque s¨®lo un 10% de ellos los ha contratado: son los 20.000 abonados (unos 60.000 madrile?os) que saben ya lo que es el cable m¨¢s all¨¢ de las molestias de las zanjas, el ruido y el polvo de las obras.
Y es que los trabajos de soterramiento de los cables se han convertido ya en tema de conversaci¨®n de los vecinos. La mayor¨ªa de las veces, Madritel aprovecha las galer¨ªas excavadas por otras compa?¨ªas para introducir sus tubos de fibra ¨®ptica; as¨ª, s¨®lo en la capital, de los 1.300 kil¨®metros recorridos por el cable, m¨¢s de 900 no han requerido de zanjas: Madritel simplemente ha enterrado sus tubos junto a los ya existentes de agua, gas o tel¨¦fono, sin necesidad de agujerear el suelo. Sin embargo, en muchas otras ocasiones el trabajo de las excavadoras s¨ª es imprescindible, y es ah¨ª cuando entra en juego la rapidez de los operarios y la paciencia de los vecinos.
El despliegue de la red de cable tiene sucesivas fases, cada una con unos plazos precisos: tras obtener el permiso de obras del Ayuntamiento y la autorizaci¨®n de las comunidades de vecinos de cada manzana de casas, los t¨¦cnicos estudian el terreno. A veces es necesario abrir zanjas a ambos lados de la calle, porque las obras transversales obligar¨ªan a cortar el tr¨¢fico. Otras veces, una misma obra puede dar servicio a un ¨¢rea m¨¢s extensa.
En cualquier caso, Madritel tiene la obligaci¨®n, por orden del Ayuntamiento, de realizar los trabajos de forma dispersa, en puntos distintos de la ciudad, para "minimizar el impacto de las obras". Dos d¨ªas antes de levantar el suelo, se env¨ªa una carta a vecinos y comercios y se pide dejar libre la v¨ªa; despu¨¦s, cuatro d¨ªas para cavar la zanja -en rigor, 70 cm de profundidad por 30 de anchura, aunque la obra ocupe mucho m¨¢s espacio-, colocar los tubos y recubrirlos con arena y cemento. Casi una semana despu¨¦s, los operarios vuelven a reponer los tres cent¨ªmetros de asfaltado. Y se acab¨® el suplicio.
Madritel tiene 52 frentes de obra abiertos en la capital y otros 47 en el resto de la regi¨®n. Cada uno de ellos tiene permiso para ocupar 150 metros de calle a la vez, con trabajos distintos en cada tramo: 50 metros de zanja abierta, los 50 siguientes con los tubos ya instalados y los ¨²ltimos 50 recubiertos por arena y cemento. Si la obra crece de m¨¢s en un solo cent¨ªmetro por un extremo, tiene que recortarse por el otro.
Pero 150 metros son muchos metros, y los madrile?os han comenzado a mostrar su irritaci¨®n por las obras. En M¨®stoles, una avalancha de quejas vecinales por la forma de desarrollar la instalaci¨®n ha llevado a la compa?¨ªa de telecomunicaciones a firmar con el Ayuntamiento un acuerdo por el cual Madritel se compromete a "reponer cualquier desperfecto en bordillos, farolas o mobiliario urbano afectado, y a estar atenta para poder sumarse a otras obras ya iniciadas de gas o agua y no tener que abrir galer¨ªas innecesariamente", seg¨²n reconoce un portavoz. Los vecinos a?aden: "Es que es verdad, eso estaba que parec¨ªa Vietnam".
Adem¨¢s, los convenios firmados con 14 municipios, entre ellos Madrid, recogen el compromiso del operador de conectar por cable todas las dependencias municipales, dotar de fibra ¨®ptica a todos los colegios p¨²blicos y emitir los canales de televisi¨®n locales, cuando los hubiere.
Por ¨²ltimo, el empe?o de Madritel de promocionar sus servicios entre los ciudadanos que sufren sus obras ha llegado a la Feria del Libro. All¨ª, los visitantes de su caseta podr¨¢n charlar por videoconferencia con algunos escritores conocidos, alejados, por unos momentos, del polvo y el fragor de las zanjas.
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