El Gobierno recomend¨® a Caja Vital implantar un c¨®digo ¨¦tico para sus ¨®rganos directivos
La implantaci¨®n de un c¨®digo ¨¦tico exigible a los miembros de sus ¨®rganos directivos fue una de las cuestiones planteadas a la Caja Vital, el pasado mes de diciembre, por la Viceconsejer¨ªa de Hacienda y Finanzas del Gobierno vasco en el informe de inspecci¨®n que confirm¨® varias irregularidades relacionadas con el grupo del empresario Jos¨¦ Antonio Gordo. El anterior vicepresidente de la Vital, Jos¨¦ Mar¨ªa Guerenabarrena, del PNV, logr¨® que el Gobierno levantara la obligaci¨®n de leer el informe de la inspecci¨®n en la asamblea general de marzo que supuso la p¨¦rdida de la caja por los nacionalistas.
Una de las primeras tareas abordadas por la nueva direcci¨®n de la Vital, que preside el abogado Pascual Jover, ha sido la redacci¨®n de este c¨®digo ¨¦tico, denominado "Reglamento de Funcionamiento y Buen Gobierno de los ?rganos de Direcci¨®n de la Caja", seg¨²n inform¨® el pasado 19 de mayo. Con ¨¦l se pretende, se?alaba el comunicado oficial, evitar "situaciones no deseadas por la entidad", como las que quedaron de manifiesto con la auditor¨ªa interna que orden¨® el pasado verano el anterior presidente de la Vital, Juan Mar¨ªa Urdangar¨ªn, y ratific¨® posteriormente el servicio de inspecci¨®n de la Viceconsejer¨ªa de Hacienda y Finanzas, que controla las cajas vascas.En el informe de la inspecci¨®n, remitido en diciembre por el viceconsejero Juan Miguel Bilbao, se recomendaba a la direcci¨®n de la Vital que implantara un c¨®digo ¨¦tico al que deber¨ªan ce?irse sus directivos y consejeros, y as¨ª lo hizo el anterior presidente. Sin embargo, en la sesi¨®n del pasado 20 de enero, el viejo consejo de administraci¨®n rechaz¨® el c¨®digo de conducta propuesto por Juan Mar¨ªa Urdangar¨ªn. En aquel momento hab¨ªa llegado a su punto m¨¢s alto la pugna planteada por Jos¨¦ Antonio Gordo a ra¨ªz de que el entonces presidente de la entidad ordenara investigar los negocios inmobiliarios realizados con la caja por el empresario, tras unas maniobras de ¨¦ste que Urdangar¨ªn consider¨® lesivas.
La tradicional influencia de Gordo en el seno de la caja llev¨® entonces a que el propio consejo de administraci¨®n se negara a darse por enterado de los resultados de la auditor¨ªa interna, que aflor¨® varias operaciones dudosas protagonizadas por el empresario inmobiliario y alguno de sus socios. Entre ellas figura la adquisici¨®n de la antigua sede institucional de la caja en la calle San Prudencio a un precio muy inferior al tasado o la cesi¨®n gratuita de por 35 a?os de la segunda planta del aparcamiento del centro comercial Dendaraba, a cambio de un derecho de paso en favor de la caja que ya ten¨ªa reconocido en escrituras.
Lectura p¨²blica
As¨ª mismo, la mayor¨ªa del anterior consejo recibi¨® con desagrado el informe de inspecci¨®n del viceconsejero de Hacienda y Finanzas, que en su punto sexto se refer¨ªa a las operaciones citadas, de las que "pudieran derivarse perjuicios patrimoniales" para la caja. Tras resaltar que en ellas se vulneraron varios preceptos de la ley de Cajas de Ahorros vascas, el viceconsejero reclamaba las "medidas oportunas" para corregir dichas actuaciones, recomendaba introducir un c¨®digo ¨¦tico e impon¨ªa, como marca la norma, la lectura p¨²blica del informe en el consejo de administraci¨®n y la asamblea general de la entidad.
En una reuni¨®n conjunta de la comisi¨®n de control y el consejo de administraci¨®n de la caja, con Juan Mar¨ªa Urdangar¨ªn ya ausente por enfermedad, se lleg¨® a acordar que no se leyera el informe ante la asamblea general. Se estableci¨® as¨ª un sordo pulso entre el anterior consejo y la Viceconsejer¨ªa de Hacienda y Finanzas. La entrada en febrero de nuevos consejeros en representaci¨®n de las instituciones favoreci¨® la distensi¨®n, pero se plante¨® entonces un problema de oportunidad pol¨ªtica.
En la asamblea general del 30 de marzo se sustanciaba la apuesta de los partidos constitucionalistas (PP, PSE e IU) por arrebatar al PNV el control de la Vital, tras haberlo ostentado de forma absoluta durante dos d¨¦cadas. La partida se jugaba con una gran incertidumbre sobre el resultado -al final, las fuerzas no nacionalistas se impusieron por s¨®lo dos votos de diferencia- y todos los partidos convinieron en que la lectura del informe de inspecci¨®n en la que se anunciaba una tensa asamblea podr¨ªa conducir a una "situaci¨®n escandalosa", seg¨²n opina un consejero.
Por ello, el vicepresidente primero de la Vital, Guerenabarrena -una enfermedad apart¨® al presidente Urdangar¨ªn de la direcci¨®n desde finales de enero- hizo gestiones ante el Departamento de Econom¨ªa y Hacienda para que se eximiera al consejo de la obligaci¨®n legal de leer a la asamblea el informe de la inspecci¨®n. No obstante, desde el Gobierno se indic¨® a Guerenabarrena, hist¨®rico hombre fuerte del PNV en ?lava, que el consejo deb¨ªa cursar la petici¨®n por escrito y comprometerse a llevar a cabo las correcciones y recomendaciones de la inspecci¨®n. As¨ª lo hizo Guerenabarrena el d¨ªa 28 de marzo, s¨®lo dos d¨ªas antes de la decisiva asamblea general. En su escrito, el entonces vicepresidente primero de la Vital basa su petici¨®n en el "deterioro de la imagen de la entidad" que supondr¨ªa la lectura p¨²blica de la inspecci¨®n ante el centenar de asamble¨ªstas.
Un portavoz del Departamento de Econom¨ªa y Hacienda confirm¨® estos extremos y asegur¨® que el Gobierno quiso conjugar el rigor con la evitaci¨®n de perjuicios a la entidad . "Se hizo lo que se consider¨® que se ten¨ªa que hacer", sentenci¨®.
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