Drako de Gades y otras vi?etas

El dibujante Antonio Hern¨¢ndez Palacios muri¨® cuando comenzaba esta primavera. Su viuda acaba de conceder el permiso para que el personaje m¨¢s famoso e internacional del autor, Mc Coy, editado por Dargaud y publicado en 20 pa¨ªses pueda seguir viviendo desde los pinceles de otro ilustrador. Mientras eso ocurre en el ¨¢mbito internacional, en Sevilla se conserva el original de la ¨²ltima obra que Hern¨¢ndez Palacios no vio editada. Es un c¨®mic precioso de 50 p¨¢ginas y 500 im¨¢genes que recrea el ambiente de Sevilla y C¨¢diz en el siglo XVII. Los Gazules de Andaluc¨ªa, hecho a mano, tinta china y anilina, y con guiones del autor, tiene las trazas de una historia folletinesca que "ser¨ªa la ilustraci¨®n perfecta para una obra de Arturo P¨¦rez Reverte". Quien as¨ª opina y conserva este c¨®mic es Pedro Tabernero, con quien trabaj¨® Hern¨¢ndez Palacios.No faltan las vi?etas de barcos que salen para Am¨¦rica, de bandoleros, de campos andaluces e incluso tiene un caballero m¨¢gico, Drako de Gades, que sirve de hilo conductor de la historia.

Tabernero asegura que se ha puesto en contacto con alguna editora nacional pero cree que har¨ªa falta que de su edici¨®n "se encargara alg¨²n organismo o instituci¨®n con capacidad de distribuci¨®n". No faltan ideas, sin embargo, para llevar a la pr¨¢ctica este cometido. El c¨®mic tiene una gran documentaci¨®n hist¨®rica que, con apoyos did¨¢cticos, tendr¨ªa buen acomodo en el ¨¢mbito de la ense?anza.

Hern¨¢ndez Palacios ya hizo alg¨²n trabajo de este tipo, como la Historia de Am¨¦rica, que Tabernero hizo llegar hasta Planeta Agostini, que lo convirti¨® en 25 vol¨²menes que se llevaron por delante cinco a?os de trabajo y un equipo de 100 personas.

El Grupo Pandora, la empresa de Tabernero, se ha encargado tambi¨¦n de idear numerosos trabajos dedicados a Andaluc¨ªa que han sido editados por cajas de ahorros, como la Historia de Andaluc¨ªa, de la que se editaron en Sevilla, C¨¢diz y Huelva, 110.000 ejemplares subvencionados por El Monte.

Ese es el caso de esta ¨²ltima obra que no ha visto la luz, un derroche de colorido, de p¨¢ginas que pasan de los tonos fr¨ªos a los c¨¢lidos, con un tratado de luz magistral y la calidez de un trabajo artesanal cada vez m¨¢s alejado del oficio del dibujante. "De ¨¦stos ya no quedan", afirma Tabernero, sabedor de que estamos en la ¨¦poca de las computadoras.

El propio Hern¨¢ndez Palacios sac¨® provecho a las tecnolog¨ªas que ya no son nuevas: "Le he visto algunas veces parando el v¨ªdeo en alguna imagen que le gustaba, para pintar, por ejemplo, la ca¨ªda de un caballo".

El dibujante comenz¨® a hacer tebeos cuando ten¨ªa 50 a?os. Con anterioridad hab¨ªa trabajado en el campo de la publicidad, dando imagen a las bodegas jerezanas. Compart¨ªa estudio en aquella ¨¦poca con Manuel Prieto, el que ide¨® el toro de Osborne que hace unos a?os fue indultado por considerarse patrimonio cultural del pa¨ªs mientras otras vallas publicitarias desaparec¨ªan de las carreteras espa?olas.

Pero Tabernero, el productor gr¨¢fico, es consciente de que el c¨®mic sigue teniendo "poco reconocimiento social o cultural" y esta inmerecida fama le hace acreedor de apoyos documentales, que, en el caso de Hern¨¢ndez Palacios, completar¨ªan una obra magistral. En esa fase se encuentra Los Gazules de Andaluc¨ªa, unos cuantos personajes en busca de editor, para tener vida entre los amantes del c¨®mic. De esta forma, no s¨®lo Mc Coy ser¨¢ testamento de un artesano del c¨®mic.