"Queremos la paz, pero no a cualquier precio"
Portavogie no es uno de esos pueblos de Irlanda del Norte donde suele haber problemas. No es como Portadown, donde cat¨®licos y protestantes se enfrentar¨¢n pronto de nuevo con motivo del desfile orangista. En Portavogie no hay problemas porque, simplemente, los han resuelto hace tiempo. Desde hace cinco a?os no vive ni un solo cat¨®lico entre los 1.700 vecinos de esta peque?a aldea pesquera, en la que se respira cierto aire de dominaci¨®n.Las banderas marcan el territorio. La entrada al puerto est¨¢ flanqueada por una espectacular Union Jack pintada sobre un muro. Otra enorme pintada de un grupo paramilitar lealista destaca sobre la tienda de plomos y corchos. Varios pescadores est¨¢n arreglando un pesquero. Ninguno vot¨® a favor del Acuerdo de Paz de Viernes Santo y ninguno puede soportar la idea de que desde ayer los pol¨ªticos unionistas vuelvan a sentarse en el Ejecutivo con el Sinn Fein. "La paz es algo secundario", dice un pescador que no da su nombre. "Queremos la paz, pero no a cualquier precio". Los dem¨¢s callan, tensos. "Yo no voy a dar mi opini¨®n", dice el m¨¢s mayor.
El pueblo est¨¢ regido por paramilitares protestantes, confirma un trabajador de la junta local, y nadie da un paso distinto al que marquen los pistoleros probrit¨¢nicos. Hasta una chica de 16 a?os murmura: "La guerra nunca terminar¨¢. Nunca podremos vivir juntos cat¨®licos y protestantes". Ella, que jam¨¢s ha convivido con cat¨®licos. "Intent¨¦ organizar un intercambio con un pueblo de Donegal, en Irlanda, y los propios ni?os de 14 y 15 a?os me dijeron: 'Pero si son cat¨®licos'. Yo les dije: '?Y qu¨¦? Son cristianos como vosotros', pero no hubo manera", cuenta un hombre que lleg¨® a Portavogie para intentar desarrollar proyectos.
As¨ª es el pueblo en el que el mism¨ªsimo Ian Paisley, ayatol¨¢ del unionismo, ha sido abucheado por participar en la Asamblea del Ulster. Portavogie no representa a todos los protestantes, pero s¨ª a una gran proporci¨®n que parece empe?ada crecer a medida que aumentan las concesiones al bando republicano. Aqu¨ª no sirve la vieja divisi¨®n entre izquierda, centro y derecha. En Irlanda del Norte la pol¨ªtica ha estado siempre trazada por la l¨ªnea que divide a cat¨®licos y protestantes. Y ahora, cada vez m¨¢s, en este bando hay una nueva divisi¨®n cuyas consecuencias nadie conoce a¨²n: una gran proporci¨®n de protestantes es partidaria de compartir el poder con el Sinn Fein, y otra no quiere convivir. Los primeros se adaptan y los segundos prefieren antes morir. "No se han dado cuenta de que los 80 a?os de dominaci¨®n y sectarismo se han terminado", dice Martin McGuinness, n¨²mero dos del Sinn Fein.
Durante medio siglo, desde la partici¨®n hasta el inicio del conflicto y la suspensi¨®n del poder aut¨®nomo, en 1972, los unionistas tuvieron todo el poder. No s¨®lo eran mayor¨ªa, sino que tambi¨¦n la discriminaci¨®n que sufr¨ªan los cat¨®licos en t¨¦rminos de empleo, vivienda y educaci¨®n les alejaba de cualquier sufragio justo.
Hoy, aquello es el pasado, pero muchos protestantes no parecen darse cuenta de ello, a pesar de que el l¨ªder unionista, David Trimble, el Sinn Fein y los resultados electorales se lo recuerdan todos los d¨ªas: "Ahora estamos en un lugar diferente. (...) antes los unionistas ¨¦ramos el 70% de la poblaci¨®n votante, pero ahora los nacionalistas tienen el 42% de los votos. Hay que adaptarse", dijo John Taylor, n¨²mero dos de Trimble, en el Consejo unionista el s¨¢bado pasado. Aquel Consejo dej¨® una l¨ªnea divisoria demasiado n¨ªtida entre casi una mitad, el 47%, que no acepta la realidad, que se aferra al pasado de dominaci¨®n, y otra mitad, el 53%, que ha iniciado un nuevo camino. Trimble representa hoy, como dice el prestigioso profesor Paul Bew, el lado c¨ªvico del unionismo.
Pero unos y otros, los c¨ªvicos y los intransigentes, tienen un gran reto que ha quedado olvidado en medio de la lucha: ?cu¨¢l es su proyecto pol¨ªtico?, ?qu¨¦ uni¨®n defienden? Aquel Reino Unido que a?oran tambi¨¦n ha cambiado, y el Gobierno laborista est¨¢ realizando la mayor descentralizaci¨®n conocida en los ¨²ltimos 300 a?os, con autonom¨ªas en Escocia, Gales y, de nuevo desde ayer, en Irlanda del Norte.
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