La familia cubana de Picasso
Un bisnieto del abuelo del c¨¦lebre pintor descubre en M¨¢laga sus or¨ªgenes perdidos
"A todas las historias incre¨ªbles que hay en Cuba, sumen ahora ¨¦sta de los Picassos negros". Con esta voz en off se cierra un documental televisivo de 19 minutos que fue emitido en el informativo del mediod¨ªa en Cuba en el verano de 1999. Realizado por la cubana Julia Mirabal, relata por boca de sus protagonistas, la descendencia mestiza que dej¨® Francisco Picasso Guarde?o, padre de Mar¨ªa Picasso, la madre del pintor m¨¢s grande del siglo, cuando con 43 a?os y una familia de seis hijos en M¨¢laga, se fue a Cuba para hacer fortuna, unirse a una esclava negra, Cristina Serra, dejar un hijo mulato y morir en Cienfuegos.Cuentan los protagonistas del documental que cuando se emiti¨® fue un acontecimiento. "Se sigui¨® como un culebr¨®n porque hasta entonces nadie hablaba de que Picasso tuviera familiares negros en Cuba", dice Mirabal, que junto al c¨¢mara Ovidio Luis Mach¨ªn y un bisnieto de Ram¨®n Picasso Alfonso, han viajado a M¨¢laga invitados por su festival de cine, gracias a la mediaci¨®n del periodista malague?o Domi del Postigo.
El peso del apellido del hijo m¨¢s notorio de la ciudad ha convertido este modesto documental en el detalle m¨¢s pintoresco del festival. Realizadora y sobrino no han parado de fotografiarse frente a la casa natal del pintor y de admirar fotograf¨ªas, grabados y cer¨¢micas que guarda la casa-museo. All¨ª han conocido al investigador y poeta Rafael Inglada quien ya hab¨ªa contactado con algunos picassos cubanos para realizar la biograf¨ªa Picasso antes del azul, donde estudia los or¨ªgenes del apellido. Inglada se declaraba ayer "alucinado y divertido" por la presencia de los picassos negros. "Que Picasso est¨¦ de moda es natural; pero que lo est¨¦ su abuelo, ya me parece surrealista", dice.
"Yo la verdad es que nunca conoc¨ª mucho de este gran artista pero ahora s¨ª tengo enorme inter¨¦s", reconoce Ram¨®n Picasso, habanero de 43 a?os, radi¨®logo de profesi¨®n y sobrino lejano del pintor. "Lo que no s¨¦ es qu¨¦ va a pasar cuando esto se lea en Cuba; si cuando se ech¨® el documental no pod¨ªa ni pasar consulta", bromea el m¨¦dico.
Ram¨®n ha paseado durante dos d¨ªas rastreando memoria clim¨¢tica, arquitect¨®nica y caracterol¨®gica com¨²n entre Cuba y M¨¢laga. Y ha encontrado mucha. Sobre todo, en los atardeceres del restaurante El Balneario, situado en los antiguos Ba?os del Carmen, unos ba?os de principios de siglo cuyo estado de semiabandono a orillas del mar compone una aut¨¦ntica postal habanera.
Hasta la emisi¨®n del documental, donde actuaba como asesora una profesora de historia llamada B¨¢rbara Mejides, se hab¨ªan rastreado en Cuba 41 Picassos descendientes directos (31 de ellos vivos) del ¨²nico hijo de Francisco Picasso y Cristina Serra, Juan Francisco.
Pero tras la televisi¨®n han aparecido m¨¢s. Todos negros o mulatos cetrinos, algunos con los ojos azules y algunos -como Juan Antonio Pascual Picasso y Delia y Luis Picasso Granados- con un m¨¢s que estimable parecido con el pintor.
Pero de tal legado queda poco m¨¢s que el apellido. Zapateros, yesistas, proyectistas, costureras, violinistas o m¨¦dicos, todos los picassos cubanos han vivido de espaldas a tama?a herencia. Uno de ellos, Luis Picasso Granados, guarda en su cartera un recorte de peri¨®dico con la palabra Picasso porque "me gust¨® ver mi apellido en prensa". Con 78 a?os, dice en el documental que "la familia europea de Picasso debe estar orgullosa de nosotros porque hemos sido siempre una famila unida, honesta y decente". S¨®lo una tataranieta, Gloria Molina Picasso, que aparecer¨¢ en el pr¨®ximo documental de Mirabal donde se incluye este viaje a M¨¢laga que cierra la historia, ha seguido la senda pl¨¢stica: es dise?adora y tiene en su pared una caricatura de su famos¨ªsimo t¨ªo.
Estirando los lazos, se podr¨ªa recordar que Picasso -quien supo que ten¨ªa parientes lejanos en Cuba- siempre se fascin¨® por el arte primitivo y africano. El resto es historia sabida: dos pueblos que se buscan y se tienen admiraci¨®n mutua.
"Este revuelo tiene que ver con que ahora Cuba y el mestizaje musical y art¨ªstico est¨¢n de moda... bueno, s¨®lo nos faltaba el mestizaje gen¨¦tico, que, por otra parte, es la base de nuestra historia com¨²n", bromea Julia Mirabal. A su lado, Ram¨®n Picasso mira en silencio la entrada de la casa natal de su t¨ªo, rodeada de extranjeros haci¨¦ndose fotos.
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