Toque de corneta
Las piezas van cuadrando y todos deber¨ªan entenderlo. El mensaje del mi¨¦rcoles es m¨¢s claro que otros anteriores. Goran Zugic mor¨ªa a la puerta de su casa en Podgorica, capital de Montenegro, abatido a tiros. Un destino no infrecuente en los Balcanes. Pero la muerte de Zugic es algo m¨¢s que la continuaci¨®n del goteo de muertes violentas que se producen en el seno de esa sociedad descompuesta y postrada ante el crimen pol¨ªtico-mafioso que es tr¨¢gico producto de una d¨¦cada de poder Slobodan Milosevic.Zugic era el principal asesor en materia de seguridad del presidente montenegrino Milo Djukanovic. Y el Gobierno de Podgorica es hoy la principal oposici¨®n al r¨¦gimen de Belgrado. Especialmente ahora que los principales l¨ªderes de la oposici¨®n en Serbia han vuelto a demostrar su irresponsabilidad e incapacidad para encauzar unidos el inmenso descontento de la poblaci¨®n. Tiempo habr¨¢ para que la sociedad serbia condene y desprecie a l¨ªderes pol¨ªticos como Vuk Draskovic o Zoran Djindjic, cuya egolatr¨ªa y ambici¨®n son y han sido bazas capitales para la supervivencia del r¨¦gimen de Milosevic.
Nadie sabe qui¨¦n mat¨® a Zugic, pero perm¨ªtasenos sospechar.Diversos hechos demuestran que en Belgrado se considera llegado el momento para iniciativas que nada bueno auguran. Hace unos d¨ªas, el ej¨¦rcito yugoslavo realiz¨® unas maniobras "antiterroristas" en el aeropuerto de Podgorica. ?ste ha sido escenario en el pasado de peligrosos conflictos entre la polic¨ªa montenegrina, leal a Djukanovic, y el ej¨¦rcito de Milosevic. Precisamente hab¨ªa sido Zugic el principal impulsor y organizador de las milicias y fuerzas policiales de Montenegro que se ha desmarcado de la mafia pol¨ªtica de Belgrado y propugna una pol¨ªtica prooccidental. Ante dichas "maniobras", el ej¨¦rcito advirti¨® que utilizar¨ªa todos los medios para hacer frente a un ataque o provocaci¨®n.
Un anuncio notoriamente innecesario pero no precisamente gratuito. Porque el ej¨¦rcito yugoslavo ha demostrado a lo largo de la pasada d¨¦cada que es especialista en provocarse a s¨ª mismo. Despu¨¦s de aplastar a la prensa independiente en Serbia y de quebrar de nuevo la unidad de la oposici¨®n, tiene l¨®gica que Milosevic quiera acabar con el ¨²nico poder que hoy le supone una amenaza real. El tiempo apremia. El 11 de junio se celebran elecciones municipales en Podgorica. Ser¨¢n un pulso entre la pol¨ªtica prooccidental de Djukanovic y la caverna montenegrina de Milosevic. Una victoria de Djukanovic dar¨ªa serios argumentos a ¨¦ste para convocar el refer¨¦ndum sobre la independencia. As¨ª comenzaron todas las guerras balc¨¢nicas desde junio de 1991. Puede incluso que Milosevic quiera adelantarla. La muerte de Zugic podr¨ªa ser el toque de corneta.
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