Corretja juega su mejor partido en Par¨ªs y se planta en octavos

Alcanzar los octavos de final de Roland Garros puede parecer poco para un tenista que ha disputado una final. Sin embargo, ?lex Corretja dio ayer un cambio radical y brusco a su trayectoria en el torneo parisino, cuando consigui¨® eliminar al holand¨¦s Richard Krajicek. No es que el asesino con cara de ni?o (como se le conoce en el circuito) est¨¦ muy bien clasificado (36?) -se est¨¢ recuperando de una operaci¨®n de rodilla-, y ni siquiera que sea un especialista en tierra batida. Lo que ocurre es que es uno de los mejores sacadores del mundo y hab¨ªa que romperle para poder vencerle. Y ?lex lo logr¨®. Jug¨® el mejor partido que se le ha visto en Par¨ªs y gan¨® por 4-6, 6-2, 6-3, 6-2, en 2 horas y 29 minutos.El suyo fue un triunfo de m¨¦rito. Pero hubo un momento en que su mentalidad comenz¨® a tambalearse, cuando Krajicek, campe¨®n de Wimbledon en 1996, se mostraba tan s¨®lido con su servicio que parec¨ªa imposible romperle. Tambi¨¦n ?lex sac¨® bien. La ¨²nica diferencia entre ambos es que mientras el holand¨¦s se ha acostumbrado a vivir pendiente de este golpe, el espa?ol tiene muchos otros recursos, pero no tiene a¨²n el h¨¢bito de jugar sus servicios sin presi¨®n. Fue esa circunstancia la que llev¨® a Corretja a cometer dos errores clamorosos de derecha que le costaron su ¨²nica p¨¦rdida de saque y, como consecuencia, la primera manga.

Cuando el segundo set comenz¨®, el entorno de Corretja se notaba tenso. Sus gritos de ¨¢nimo delataban una cierta ansiedad y la absoluta necesidad de que ?lex elevara de nuevo sus biorritmos y su mente volviera a pensar en positivo. "Ahora nos parecen una an¨¦cdota los dos errores que me costaron el break", coment¨® Corretja tras su victoria. "Pero en aquellos momentos lo estaba pasando mal, puesto que ¨¦l sacaba como un ca?¨®n, no me daba tiempo ni a reaccionar. Adem¨¢s, me costaba asimilar que por dos errores hab¨ªa perdido un set. Y tuve que esforzarme y avanzar mi posici¨®n en el resto de sus segundos saques para ponerle presi¨®n. Creo que ah¨ª estuvo la clave del partido".

La cuesti¨®n es que hab¨ªa que encontrar una fisura por donde empezar a romper el juego monol¨ªtico de Krajicek. Y la situaci¨®n comenz¨® a ser desesperada, cuando el holand¨¦s se coloc¨® con bola de romperle otra vez el servicio en el quinto juego del segundo set. Sin embargo, all¨ª, donde ya empezaba a mascarse la tragedia, se produjo el momento elegido por ?lex para iniciar su reacci¨®n. Gan¨® dos puntos consecutivos con su saque ( a 187 kil¨®metros por hora), salv¨® el juego, y logr¨® luego romper por primera vez el saque de Krajicek con un golpe ganador justamente sobre su primer servicio.

Aquello era lo peor que le pod¨ªa ocurrir a un sacador (34 puntos directos de saque), porque la fisura le llegaba en su punto m¨¢s fuerte. Y los efectos se dejaron notar: el gigante holand¨¦s (1,96 metros), que hasta entonces hab¨ªa cedido s¨®lo 11 puntos con su saque tras 1 hora y 2 minutos, perdi¨® tres saques consecutivos, se enfrent¨® a Duarte y al padre de ?lex, y vio como todas sus murallas se fueron derrumbando como un castillo de naipes. La contribuci¨®n de ?lex a este derrumbe fue espectacular. Jug¨® de una forma cerebral, casi sin errores, combinando los globos con los paralelos de derecha y de rev¨¦s, buscando la red, y realizando jugadas de gran clase.

"Fue mi mejor partido en Roland Garros. Ni siquiera cuando llegu¨¦ a la final en 1998 jug¨¦ tan bien. Si puedo combinar el esp¨ªritu de sacrificio que tuve aquel a?o con mi juego actual podr¨ªa llegar muy lejos", reconoci¨® ?lex. "Mejor no puedo jugar. Estuve a un nivel alt¨ªsimo frente a un jugador que me daba muy pocas opciones. He sacado perfecto, he restado incre¨ªble y he pasado muy bien. Pienso en positivo, estoy muy bien adaptado y creo que estoy preparado para lo que pueda venir en este torneo". Su pr¨®ximo rival ser¨¢ el suizo Roger Federer (54?). Y en cuartos de final podr¨ªa encontrarse al espa?ol Juan Carlos Ferrero o al australiano Mark Philipusis.