Mars¨¦ vuelve al rito de la firma despu¨¦s de una larga ausencia

Juan Mars¨¦, el hombre m¨¢s discreto del mundo, tiene asombrados a sus amigos: no s¨®lo ha aceptado numerosas entrevistas sobre su novela Rabos de lagartija (Aret¨¦), presentaciones y saraos, sino que se ha sometido a la tortura de la firma despu¨¦s de muchos a?os de negarse a hacerlo. Ayer particip¨® incluso en un debate sobre su libro con ?ngel Gonz¨¢lez y Luis Garc¨ªa Montero, que calificaron Rabos de lagartija de "obra maestra".

La tertulia, que moder¨® Esther Tusquets, se inici¨® cuando un t¨ªmido sol lleg¨® al Retiro despu¨¦s de uno de esos tormentones que tanto temen los feriantes. A los reunidos en el pabell¨®n de Encuentros no pareci¨® importarles mucho y siguieron con devota atenci¨®n, a pesar de los problemas de megafon¨ªa, las palabras de ?ngel Gonz¨¢lez, Luis Garc¨ªa Montero y el propio Mars¨¦.Garc¨ªa Montero fue rotundo: "Rabos de lagartija es una verdadera obra maestra. Un punto de referencia en la narrativa espa?ola". El poeta granadino destac¨® la "impresionante capacidad de reflexi¨®n sobre la estructura de la novela que ha hecho Mars¨¦ y su dominio absoluto de la narrativa".

"Es una historia implacable", afirm¨® Garc¨ªa Montero, "con ese callej¨®n sin salida, con ese barranco desolado, con ese perro moribundo... y c¨®mo sostiene con humor tanta dureza". Otra de las claves de Rabos de lagartija es el di¨¢logo que mantiene entre realidad e imaginaci¨®n. "Es la necesidad de fabular lo que justifica la literatura, el ¨²nico recurso que tenemos los seres humanos para sobrevivir en un mundo irrespirable", concluy¨® Garc¨ªa Montero.

Para ?ngel Gonz¨¢lez, Rabos de lagartija "es una novela altamente po¨¦tica en la forma en que reitera las im¨¢genes, las met¨¢foras, narr¨¢ndolas como si fueran estribillos".

Descr¨¦dito del h¨¦roe

Las aventis que viven y los ni?os son una de las se?as de identidad de la literatura de Juan Mars¨¦. "Pero ahora ya se est¨¢n metiendo en un mundo m¨¢s real. Algo ha cambiado; y lo que ha cambiado es el descr¨¦dito del h¨¦roe", dijo ?ngel Gonz¨¢lez citando a Caballero Bonald. "El h¨¦roe nunca hab¨ªa ca¨ªdo tan bajo" como en esta novela, a?adi¨® Gonz¨¢lez.

Rabos de lagartija cuenta una historia desgarrada y triste, en la posguerra barcelonesa, de un ni?o que sue?a con su padre desaparecido, de un polic¨ªa extra?o que se enamora de una pelirroja. Una historia de amor y muerte en la que uno de los hallazgos, puso de relieve ?ngel Gonz¨¢lez, es la forma en que Mars¨¦ lo narra. "De una manera misteriosa y magistral, con un gran dominio de la voz narrativa. Nos tragamos convencidos y hasta el final que es un feto quien no los cuenta".

Mars¨¦ dijo que ha querido escribir una novela sobre la verdad y la mentira, en especial sobre el arte de la mentira. El escritor explic¨® tambi¨¦n c¨®mo trabaja el manuscrito, y c¨®mo algunos "elementos que aparentemente no ten¨ªan nada que ver con el cuerpo central de la novela", se le imponen. Por ejemplo, el color del pelo de la pelirroja. "Empec¨¦ a describirla con el pelo muy revuelto y desordenado, y adornado con peque?as cintas negras. Entonces me d¨ª cuenta de que no ten¨ªa m¨¢s remedio que ser pelirroja".