El sexo prudente de las leonas

Son doce, forman parte de una las obras maestras de la arquitectura mundial, a diario los examinan con una voraz minuciosidad seis mil pares de ojos y han sido reproducidos millones de veces. A¨²n as¨ª, a la vista de todos, han guardado un secreto: las doce figuras zoomorfas del Patio de los Leones de la Alhambra no son leones; son leonas y leones, en igual proporci¨®n y colocados alternativamente.Su sexualidad no es evidente, pero un an¨¢lisis de la melena efectuado por un arque¨®logo y dos profesores de Historia del Arte, y la comparaci¨®n con otros felinos de la iconograf¨ªa medieval, ha conducido a esta sorprendente conclusi¨®n que modificar¨¢ el modo de observar uno de los principales s¨ªmbolos de Granada y del arte hispano-musulm¨¢n.

Aunque el trabajo fue elaborado en 1995 y circul¨® entre los especialistas de arte isl¨¢mico, sus conclusiones, no divulgadas en los medios de masas, han recobrado actualidad despu¨¦s de que muy recientemente se descubriera que la denominaci¨®n ¨¢rabe del Palacio de los Leones no hac¨ªa referencia a las esculturas: se llamaba, sin estridencias, llanamente, el Palacio del Jard¨ªn.

El hilo que ha llevado a descubrir la diferencia sexual de los leones parte de un hecho fortuito. Cuando se preparaba el montaje de la sala de Presentaci¨®n de la Alhambra se decidi¨® reproducir uno de leones. El arque¨®logo Jes¨²s Berm¨²dez recurri¨® a las copias que en los a?os 70 prepararon los canteros de la Alhambra con la idea, luego olvidada, de sustituir las figuras originales, muy degradadas.

El las r¨¦picas exactas Berm¨²dez percibi¨® varias circunstancias: ning¨²n le¨®n era igual, unos ten¨ªan m¨¢s envergadura que otros y, en fin, exist¨ªan unas sutiles diferencias en las melenas. La investigaci¨®n posterior la llevaron a cabo el propio Berm¨²dez junto con los historiadores Ana Mar¨ªa G¨®mez Rom¨¢n y Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez Domingo.

As¨ª descubrieron que exist¨ªan seis figuras de mayor tama?o y con la melena esculpida con finos bucles, y otras seis, ligeramente m¨¢s peque?as, y con un pelaje compacto, orientado en sentido inverso y en forma de escamas. Las doce esculturas aparecen alternadas bajo la taza de la fuente. A partir de esta evidencia iniciaron la b¨²squeda de referencias literarias y pl¨¢sticas que pudieran apoyar su teor¨ªa en la rica tradici¨®n figurativa del le¨®n.

Encontraron suficientes pruebas para corroborar la hip¨®tesis. La m¨¢s valiosa la encontraron en el Libro de las Utilidades de los animales, de Ibn Bajtisu (1298) donde un le¨®n hace la corte a una leona y muestran entre s¨ª dsicretas diferencias en el pelaje; el del macho est¨¢ formado por largos bucles y el de la hembra mediante escamas, igual que en el Patio de los Leones.

Este detalle que no escap¨® a los ilustradores del siglo XIII no fue captado en cambio por los curiosos artistas europeos que visitaron la Alhambra en el siglo XVIII y XIX y que plasmaron la famosa fuente en cientos de pinturas, grabados y litograf¨ªas. Pero tampoco los estudios posteriores advirtieron las sutiles diferencias sexuales y las leonas de la Alhambra han pasado por leones en un siglo caracterizado por la liberaci¨®n femenina, un movimiento un¨¢nime que ha modificado no s¨®lo los papeles sociales sino incluso ha revisado el lenguaje coloquial y los s¨ªmbolos.

El arque¨®logo Jes¨²s Berm¨²dez sostiene que probablemente los escultores ¨¢rabes no eran conscientes de la alternancia de sexos en la fuente de los Leones. M¨¢s bien, aclara, aplicaron el concepto de la dualidad que aparece en las expresiones art¨ªsticas de todas las civilizaciones. "Eran conscientes del simbolismo de la fiereza y de la sumisi¨®n, una dualidad presente en las civilizaciones antiguas y que al Islam llega m¨¢s instintivamente", dice.

Pero el an¨¢lisis detallado de los leones no s¨®lo llev¨® al descubrimiento de la diferencia sexual, sino a otros m¨¢s misterioso. En tres figuras se encontraron, a la altura de la gl¨¢ndula pineal, unas extra?as marcas: en dos casos un tri¨¢ngulo equil¨¢tero con el v¨¦rtice hacia arriba y en otro un ¨®valo. Esta particularidad no guarda relaci¨®n con la disposici¨®n alterna del le¨®n y la leona y su sentido es herm¨¦tico.

?Qu¨¦ significan esos figuras? Y los propios leones ?guardan relaci¨®n con los doce soles zodiacales, los doce meses del a?o o las doce tribus de Israel? Aunque los expertos han logrado adivinar su sexo, los leones de piedra atesoran a¨²n muchos y extraordinarios misterios.