Una diputada de Guatemala pide auxilio a la justicia espa?ola
La diputada guatemalteca de izquierdas Nineth Montenegro lleg¨® ayer a Madrid para declarar como testigo en la Audiencia Nacional en la querella abierta contra altos mandos del Ej¨¦rcito y la polic¨ªa de Guatemala por genocidio y terrorismo. No pudo hacerlo porque est¨¢ pendiente un recurso de la fiscal¨ªa contra la admisi¨®n a tr¨¢mite de la querella, pero Montenegro aprovech¨® para pedir que las acciones de la justicia espa?ola sirvan para presionar la justicia guatemalteca: "All¨ª es donde hay que dar la batalla".
La soluci¨®n a la "terrible crisis" que vive Guatemala no est¨¢ fuera del sistema, asegura Montenegro, en referencia a las viejas luchas armadas. "Fuera [del sistema] perdimos demasiado [m¨¢s de 42.000 civiles muertos durante la guerra], hay que forzar el cambio desde dentro". Tambi¨¦n piensa lo mismo de la internacionalizaci¨®n de la justicia: "La querella en la Audiencia Nacional debe servir para permear en Guatemala. La batalla debe ser interna, pero la presi¨®n externa es fundamental, como ha pasado en Chile".Y es que el problema de este pa¨ªs centroamericano es profundo: "Cualquier intento de democratizaci¨®n real en Guatemala toca la fibra sensible de los sectores duros del Ej¨¦rcito y del poder econ¨®mico". Montenegro se?ala a los dos grandes enemigos del m¨¢s que precario proceso de paz guatemalteco y reclama la instauraci¨®n de "la democracia pol¨ªtica para llegar a la democracia econ¨®mica".
Esta diputada, de 42 a?os, adscrita a la Alianza Nueva Naci¨®n (ANN), tercera fuerza parlamentaria de Guatemala, se sienta en el esca?o de una C¨¢mara presidida actualmente -"son los costos de la democracia formal", dice- por Efra¨ªn R¨ªos Montt, quien dirigi¨® como dictador militar el pa¨ªs entre 1982 y 1983 y que figura como inculpado en la querella que instruye en Madrid el juez Guillermo Ruiz Polanco.
Un acusado y una v¨ªctima. Montenegro es v¨ªctima directa del conflicto que arras¨® ese pa¨ªs centroamericano durante 36 a?os: su marido, el universitario Edgar Fernando Garc¨ªa, fue secuestrado por fuerzas del Estado en febrero de 1984; las mismas a las que la Comisi¨®n para el Esclarecimiento Hist¨®rico, formado tras los acuerdos de paz, responsabiliza del 93% de las violaciones de los derechos humanos.
Montenegro fue fundadora del Grupo de Apoyo Mutuo, creado por familiares de desaparecidos y que ha documentado unos 7.000 de esos casos. Ayer explic¨® c¨®mo "15 a?os despu¨¦s", y gracias a documentos que el Archivo Nacional de Washington compr¨® al Ej¨¦rcito guatemalteco, supo c¨®mo desapareci¨® su marido junto a otros 175 estudiantes.
Pero el pasado le preocupa menos que el futuro. Seg¨²n dice, de enero a abril, 200.000 guatemaltecos han perdido su empleo; "el Estado s¨®lo existe en la capital"; "el poder pol¨ªtico ha sido tomado por el poder econ¨®mico, y "el movimiento social est¨¢ desestructurado".
Para esta diputada progresista, la izquierda est¨¢ "rota". "La derecha ha sabido reciclarse bien, el programa de [el presidente, Alfonso] Portillo tiene mucho de izquierda; y la izquierda, para tratar de buscar su espacio, empieza a tener un discurso que llaman socialdemocracia. Nos falta identidad y no tenemos perspectivas", remata Montenegro.
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