El accidente de Tei¨¤ cuestiona el sistema catal¨¢n de reciclaje de fangos
El accidente ocurrido el pasado viernes en la planta de compostaje de Tei¨¤, en el que perecieron tres personas, presumiblemente por la inhalaci¨®n de ¨¢cido sulfh¨ªdrico, cuestiona, en opini¨®n de expertos, la pol¨ªtica de aprovechamiento de fangos de depuradoras para usos agr¨ªcolas que se practica en Catalu?a. El PSC pidi¨® ayer la comparecencia en el Parlament de los consejeros de Medio Ambiente, Felip Puig, y Trabajo, Llu¨ªs Franco, por creer que el accidente responde a un problema de dise?o de la planta y a otro de seguridad laboral.
Seg¨²n los resultados preliminares de un estudio realizado por el Instituto de Investigaciones Qu¨ªmicas y Ambientales de Barcelona sobre varias plantas depuradoras catalanas, los niveles de contaminantes acumulados en lodos y fangos superan en varios ¨®rdenes de magnitud los l¨ªmites establecidos por la futura norma europea. En una gran proporci¨®n, esos fangos se emplean directamente en aplicaciones agr¨ªcolas o de restauraci¨®n o, como en el caso de Tei¨¤, se compostan para uso como abono org¨¢nico. En Catalu?a, seg¨²n el Departamento de Medio Ambiente, est¨¢n actualmente en funcionamiento 225 estaciones depuradoras p¨²blicas que prestan servicio a una poblaci¨®n superior a los cuatro millones de habitantes. En diciembre de 1998, la cantidad total de fangos generados superaba el medio mill¨®n de toneladas por a?o. De ellas, 47.000 toneladas se transforman en compuestos en cuatro plantas especialmente dise?adas para ello, 9.500 se tratan en procesos de secado t¨¦rmico en otras seis plantas, 125.000 se eliminan en dep¨®sitos controlados y 238.000 se destinan de forma directa al suelo catal¨¢n.
Estas cifras, seg¨²n se desprende de los datos de Medio Ambiente, podr¨ªan haberse incrementado en un 15% durante el pasado a?o.
La elevada producci¨®n de fangos, y sobre todo su destino final, deber¨ªan obligar a un riguroso control de determinados compuestos, seg¨²n dicta el borrador de la directiva europea que debe entrar en vigor en los pr¨®ximos meses.
PASA A LA P?GINA 9
Los fangos s¨®lo son analizados si hay sospecha manifiesta de que est¨¢n contaminados
VIENE DE LA P?GINA 1 El control que exigir¨¢ la directiva de la UE no se realiza de forma rutinaria para todos los productos incluidos en la lista. La norma prev¨¦ los an¨¢lisis de detergentes de uso com¨²n, en concreto alquilbencenos sulfonatos, nonilfenoles (derivados de jabones industriales), hidrocarburos poliarom¨¢ticos, PCB, y dioxinas, adem¨¢s de metales pesados, de acuerdo con la directiva aprobada en 1989.
El estudio del Instituto de Investigaciones Qu¨ªmicas y Ambientales revela la presencia de jabones de uso casero en una proporci¨®n cuatro veces superior a la prevista y multiplica casi por 10 la de nonilfenoles. Asimismo, detecta la presencia de otros compuestos org¨¢nicos en proporciones menores, as¨ª como de metales pesados. Entre ellos, cromo, plomo, cobre, n¨ªquel, manganeso y zinc.
Las actuales medidas de control, seg¨²n diversas fuentes, permiten identificar con "cierta seguridad" y de forma pr¨¢cticamente rutinaria s¨®lo la presencia de metales t¨®xicos. Adem¨¢s, y de forma general, "se da por supuesto", que las depuradoras instaladas en ¨¢reas industriales incorporan una carga notable de estos compuestos, por lo que los fangos generados en ellas se eliminan directamente en vertederos controlados.
Depuradoras de agua urbana
El problema surge con los fangos de depuradoras ubicadas en ¨¢reas con una implantaci¨®n industrial limitada o en aquellas originariamente destinadas al tratamiento de aguas urbanas que reciben una carga de aguas industriales superior a la que pueden tratar. ?ste ser¨ªa el caso de las plantas de Matar¨®, en el Maresme, y de Igualada en Anoia. Para este tipo de plantas, la presencia de un compuesto no met¨¢lico escapa a los controles.
El motivo procede de la propia din¨¢mica de funcionamiento de las depuradoras. Habitualmente, ¨¦stas incorporan mecanismos de monitorizaci¨®n de las aguas de entrada para la detecci¨®n de concentraciones an¨®malas de contaminantes. Tras su paso por la estaci¨®n, que suele durar de 8 a 12 horas, las aguas son liberadas e igualmente monitorizadas. No ocurre lo mismo con los fangos. A juicio de Dami¨¤ Barcel¨®, investigador del citado instituto, una anal¨ªtica completa como la que exigir¨ªa la norma europea, puede tomar de 4 a 7 d¨ªas y no existe, por ahora, ning¨²n mecanismo automatizado que permita reducir ni el tiempo ni el coste de la operaci¨®n. Debido a ello, el control no se efect¨²a a no ser que exista una sospecha manifiesta.
No son pocos los expertos que consideran que esto no debiera ser un impedimento, m¨¢xime cuando los fangos, donde se concentran los distintos contaminantes, suelen permanecer en la estaci¨®n de 20 a 30 d¨ªas durante los que no es extra?o que se den procesos de fermentaci¨®n. Tras este periodo, son recogidos para aplicaciones directas en suelos agr¨ªcolas o se destinan a compostaje.
La no detecci¨®n de este tipo de contaminantes, especialmente los de tipo org¨¢nico, lleva impl¨ªcito, lamenta Barcel¨®, que se esparzan cada a?o "miles de toneladas" por el territorio catal¨¢n sin que se sepa nada acerca de su carga contaminante. Del mismo modo, indica, esto abre la puerta a que no pueda detectarse una carga de materia org¨¢nica por encima de lo habitual y que incorpore, por ejemplo, gran presencia de iones de sulfuro. Una carga de este tipo, encerrada en un cami¨®n cisterna, puede propiciar la formaci¨®n de gases t¨®xicos como el di¨®xido de carbono o el ¨¢cido sulfh¨ªdrico si se combina con un medio ¨¢cido, escasez de ox¨ªgeno y calor. Sin ir m¨¢s lejos, lo que presumiblemente ocurri¨® en Tei¨¤.
A ello, a?aden los socialistas, se a?ade que la planta fue pensada para vertidos al aire libre y cubierta con posterioridad sin que conste que se tomaran las medidas adecuadas ante el previsible desprendimiento de gases. Los extractores, situados en el techo, sacaban el ox¨ªgeno, pero no el gas sufh¨ªdrico, que es m¨¢s pesado. A ello se a?ade la falta de un protocolo laboral. Uno de los fallecidos pertenec¨ªa a una ETT y acudi¨® a trabajar por primera vez el d¨ªa que falleci¨®, lo que hace suponer al PSC que carec¨ªa de la formaci¨®n laboral adecuada.
Los socialistas quieren saber si el Departamento de Trabajo hace que se cumplan en las empresas p¨²blicas la medidas obligadas en las privadas, por lo que, adem¨¢s de la presencia de Felip Puig, han reclamado la de Llu¨ªs Franco.
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