Un nuevo cambalache.

Desde los inicios de la construcci¨®n europea tras la IIGuerra Mundial, Francia vivi¨® obsesionada con asegurarse una superioridad pol¨ªtica y militar para contrarrestar la econ¨®mica de Alemania. Incluso lleg¨® a acariciar la perspectiva de una paridad demogr¨¢fica con Alemania. La unificaci¨®n de las dos Alemanias tras la ca¨ªda del Muro ech¨® abajo estos sue?os, al sumar 82 millones de alemanes frente a 57 millones de franceses.Ayer en Maguncia, Chirac vino a reconocer que en las instituciones de la Uni¨®n Europea, en particular en la ponderaci¨®n de votos del Consejo de Ministros de la UE, se recoja el mayor mayor peso demogr¨¢fico de Alemania. Las f¨®rmulas para ello son m¨²ltiples, aunque la m¨¢s simple es una de las variantes de la que contempla una doble mayor¨ªa: mayor¨ªa de votos de los Estados que representen una mayor¨ªa de poblaciones, con algunos ajustes en favor de los m¨¢s peque?os.

Las diversas f¨®rmulas se han trabajado desde hace a?os. La renuncia francesa a esta paridad demogr¨¢fica no es nueva. Ya con el Tratado de Amsterdam, en el Parlamento Europeo la Alemania unificada consigui¨® 99 esca?os -100 era una cifra demasiado simb¨®licamente fuerte para que fuera tragado por Par¨ªs- frente a 87 para Francia y otros grandes.

Detr¨¢s de todos los entendimientos franco-alemanes siempre ha habido alg¨²n tipo de cambalache: las subvenciones a la agricultura francesa a cambio del mercado ¨²nico; la unificaci¨®n de Alemania a cambio de la europeizaci¨®n de la moneda; y ahora, tras a?os de dudas, el reconocimiento de la superioridad demogr¨¢fica alemana a cambio de la preponderancia francesa en otros campos, particularmente el de Defensa, y sobre todo en el intento de revitalizar lo que para Francia ha de ser el nuevo n¨²cleo motor de la UE: el Euro 11, la reuni¨®n informal de los ministros de Econom¨ªa y Finanzas del ¨¢rea euro, gobierno econ¨®mico o contrapeso al poder monetario del Banco Central Europeo, una idea que hab¨ªa ca¨ªdo en desuso con las dimisiones de sus principales impulsores: el alem¨¢n Lafontaine y el franc¨¦s Strauss-Kahn, pero que ahora puede volver con fuerza en el semestre comunitario presidido por Francia. Algunos piensan incluso que este desarrollo del Euro 11 como n¨²cleo de poder puede ser mucho m¨¢s importante que los retoques institucionales. La Comisi¨®n Europea pierde peso d¨ªa a d¨ªa, en favor del Consejo, donde tampoco se vota tanto.

Es tambi¨¦n una forma de plasmar en la pr¨¢ctica ese principio del que parecen haber decidido hablar poco en p¨²blico, al menos de momento: Una vanguardia, con las llamadas "cooperaciones reforzadas", que tire del resto de Europa y les asegure a estos dos pa¨ªses el puesto central en la gran mesa de la UE ampliada.