Emilio Sanz de Soto Cr¨ªtico cinematogr¨¢fico "Lorca marc¨® a la generaci¨®n 'Beat"
Emilio Sanz de Soto es de esa tipo de gente que suele estar en el sitio adecuado en el momento oportuno. Estaba en T¨¢nger en los a?os cincuenta cuando por all¨ª comenzaron a aparecer escritores como Truman Capote, Tennessee Williams o el matrimonio formado por Paul y Jane Bowles. Despu¨¦s, durante m¨¢s de 20 a?os, fue ¨ªntimo amigo de Luis Bu?uel. Y fue por su causa por la que acudi¨® a Granada, en la celebraci¨®n del centenario del cineasta, para aclarar que ni Bu?uel era tan machista como se dice ni que termin¨® mal con Federico Garc¨ªa Lorca. "Bu?uel", sentencia Sanz de Soto, "adoraba a Federico; lo adoraba de verdad".Pregunta. ?A¨²n quedan cosas por aclarar de la relaci¨®n entre Bu?uel y Lorca?
Respuesta. S¨ª, muchas. Hay un enorme malentendido acerca de que si Bu?uel nunca comprendi¨® la homosexualidad de Garc¨ªa Lorca. Y de ah¨ª ha quedado como si realmente no hubiera existido una verdadera amistad entre los dos, lo cual es absolutamente falso, como escuch¨¦ de Bu?uel durante mucho tiempo. Lo cierto es que el tr¨ªo Bu?uel-Dal¨ª-Lorca fue tremendo en su tiempo, algo absolutamente tremendo.
P. ?Qu¨¦ le contaba a usted Luis Bu?uel sobre Lorca?
R. Sol¨ªa decirme que era el ser m¨¢s m¨¢gico que hab¨ªa conocido, que hab¨ªa dos Lorcas, el callado y meditabundo, y el que estallaba hablando. Cuando hablaba, Lorca era m¨¢gico. Bu?uel adoraba a Federico, lo adoraba de verdad y eso lo comprob¨¦ yo una vez.
P. ?Cu¨¢ndo?
R. Fue cuando regres¨® a Espa?a a rodar Viridiana. Est¨¢bamos en la casa en el campo donde se hac¨ªan los preparativos, y muchos viejos amigos acudieron a saludar a Bu?uel. Durante un almuerzo, la gente empez¨® a recordar cosas y a bromear. En cierto momento, alguien hizo alusi¨®n a la homosexualidad de Lorca y a su relaci¨®n con Bu?uel. ?l, de pronto, se enfureci¨®, tir¨® del mantel de la mesa y lo arroj¨® todo al suelo. Luego dijo que se marchaba de all¨ª. Yo me fui con ¨¦l en el coche, y all¨ª, todav¨ªa enfadado, dijo: 'Este pa¨ªs no ha cambiado absolutamente nada. Este pa¨ªs a¨²n no ha comprendido que hay amistades absolutamente sagradas'. Seg¨²n yo s¨¦, y al contrario de lo que se dice en muchos sitios, Lorca no estaba en absoluto atormentado por sus inclinaciones sexuales. Y me lo creo, porque Andaluc¨ªa es el pa¨ªs del mundo donde menos se atormenta a un homosexual.
P. ?C¨®mo era la relaci¨®n entre Luis Bu?uel y usted?
R. Muy buena. Yo me qued¨¦ impactado con ¨¦l desde que tengo seis a?os, desde que vi en T¨¢nger Un perro andaluz. Mi vida corr¨ªa paralela a la suya. Quer¨ªa informarme de todo lo que hab¨ªa sido la Generaci¨®n del 27, lo devoraba todo. Hasta tal punto que el propio Bu?uel cre¨ªa que yo mismo era de la Generaci¨®n del 27, que yo hab¨ªa llegado a vivir aquellos a?os.
P. Usted, que ha pasado toda su vida en T¨¢nger, ?puede desvelar el misterio que tiene que la hace una ciudad tan atractiva para m¨²sicos y escritores?
R. Ahora mismo, nada. Siempre dije que T¨¢nger es una deliciosa mentira. Pero en los a?os cincuenta, lo que ten¨ªa era un aire cosmopolita, internacional, una mezcla entre lo ex¨®tico y lo culto. De pronto, all¨ª estaban Tennessee Williams, Truman Capote, los Bowles. Yo tuve la suerte, junto con Jos¨¦ Carretero, de verme de pronto en medio de aquel mundo, al que muy pocos ten¨ªan acceso. Ten¨ªa una cultura internacional al alcance de la mano.
P. ?Eran todos esos escritores como realmente los describen en sus biograf¨ªas?
R. No. Cuando has conocido a alguien y luego lees su biograf¨ªa, lo ¨²nico que puedes decir es: 'Esto no tiene ni lo m¨¢s remotamente nada que ver con la persona que conoc¨ª'. Y as¨ª me sucedi¨® con todos ellos.
P. ?C¨®mo describir¨ªa a Truman Capote?
R. Como un ni?o viejo.
P. ?Por qu¨¦?
R. Pues porque era un viejo que se comportaba como un ni?o de seis a?os. De pronto se iba al campo a coger florecitas. Cosas as¨ª. Tennessee Williams, en cambio, s¨ª era un hombre atormentado, no por su homosexualidad, sino por el horror a volverse loco, como le hab¨ªa sucedido a su hermana y a su madre.
P. ?Conoc¨ªan estos escritores la obra de Garc¨ªa Lorca?
R. S¨ª, por supuesto. Allen Gingsberg, el gran poeta de la generaci¨®n Beat, escribi¨® una vez un art¨ªculo en una revista que nosotros public¨¢bamos en T¨¢nger. Gingsberg defend¨ªa que la gran influencia sobre su generaci¨®n hab¨ªa sido Poeta en Nueva York, sin lugar a dudas. Dec¨ªa que el ¨²nico dramaturgo surrealista del siglo XX "es espa?ol y se llama Lorca". Lorca marc¨® a la generaci¨®n Beat. Es curioso que un poeta traducido pudiese influir tanto, pero as¨ª fue. Es su forma surrealista, las im¨¢genes que plasma en la escritura. Yo creo que Lorca escribi¨® Poeta en Nueva York para darle un d¨ªa en la cara a Dal¨ª y a Bu?uel.
P. ?Por lo de Un perro andaluz?
R. No. No creo que ¨¦l llegara a ver Un perro andaluz, porque iba camino de Nueva York cuando se estren¨®. Lorca hab¨ªa quedado muy dolido con los dos por las cr¨ªticas que le hicieron al Romancero gitano. Lo de Un perro andaluz era una expresi¨®n que se utilizaba en la Residencia de Estudiantes para designar a los reci¨¦n llegados. Los llamaban perros andaluces por su aspecto. Fue Moreno Villa quien invent¨® ese t¨¦rmino. S¨ª hay una referencia a Garc¨ªa Lorca en la pel¨ªcula, y es en el final, cuando aparece el protagonista vestido exactamente igual a como sol¨ªa vestir Lorca. Pero eso no pasaba de ser una broma que quer¨ªan gastarle Dal¨ª y Bu?uel.
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