El Monte publica un libro sobre el Rey y el camino a la democracia

Coincidiendo con el 25 aniversario del reinado de Juan Carlos I, la Fundaci¨®n El Monte publica La forja de un rey. Juan Carlos I, de sucesor de Franco a rey de Espa?a, de la historiadora francesa Laurence Debray, que analiza el papel de Don Juan Carlos en el camino hacia la democracia desde que fue designado sucesor por Franco, en 1969, hasta la proclamaci¨®n de la Constituci¨®n espa?ola de 1978. Santiago Carrillo,ex secretario general del Partido Comunista de Espa?a, y uno de los protagonistas del proceso de la Transici¨®n democr¨¢tica, reconoci¨® ayer en la presentaci¨®n del libro - prologado por el historiador Javier Tusell- el m¨¦rito del Rey "por abrir el camino al pueblo hacia una situaci¨®n de libertades". Aunque Carrillo se?al¨® que el verdadero motor de la transici¨®n pol¨ªtica fue la sociedad que reclamaba democracia y libertad, destac¨® la "inteligencia pol¨ªtica de un hombre que recibi¨® un poder absoluto y autocr¨¢tico y se lo devolvi¨® al pueblo".El ex secretario general del PCE record¨® la sorpresa de la oposici¨®n democr¨¢tica al franquismo cuando, consciente de la necesidad de buscar a los reformistas del r¨¦gimen para conseguir un compromiso por las libertades ("una bisagra que moviera las puertas desde dentro"), descubri¨® que la persona que iba a facilitar ese proceso era don Juan Carlos. "La sorpresa fue descubrir que la bisagra la hab¨ªa puesto Franco", coment¨® Carrillo, que a?adi¨® que sin la actitud del Rey el proceso hubiera sido m¨¢s largo "y el cambio no hubiera sido tan pac¨ªfico".

La obra profundiza en los viajes al extranjero que realiz¨® el entonces pr¨ªncipe y c¨®mo "util¨ªz¨® esos viajes para hacer avanzar el proceso de democratizaci¨®n interior", seg¨²n declar¨® la autora, hija del escritor franc¨¦s Regis Debray. La forja de un rey explica c¨®mo en los a?os finales del franquismo don Juan Carlos desarrolla una labor de explicaci¨®n de sus prop¨®sitos democratizadores a dirigentes europeos y americanos, en un dif¨ªcil equilibrio entre esas expectativas de libertad que cre¨® en los pol¨ªticos extranjeros y la representaci¨®n oficial del r¨¦gimen que ostentaba.