Y...
El miedo, siempre ah¨ª. Rezar pod¨ªa ser un conjuro, pero casi nunca funcionaba. El miedo era el demonio, y la muerte, y la condenaci¨®n eterna, y el sufrimiento de los ni?os de ?frica, y el pecado, y la culpa, y los infieles, y el placer, y la libertad, y la mentira, y distraerse, y dudar, y el fracaso, y la misa de los domingos, y el ojo que todo lo ve, y Dr¨¢cula, y Frankenstein, y el hombre del saco, y el Tribunal Tutelar de Menores, y...Tantos miedos, que al final se vuelven difusos pero se transforman en un dolor sordo y rencoroso que lo envuelve todo desde la ni?ez.- Jes¨²s Orbea Mira. Valencia.
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