Perdido como un ni?o
Emilio Zubeldia se fue del hospital Virgen del Roc¨ªo de Sevilla el pasado mi¨¦rcoles d¨ªa 7. All¨ª le atend¨ªan por la deshidrataci¨®n sufrida tras marcharse de su domicilio dos d¨ªas antes. Emilio tiene 77 a?os, sufre Alzheimer, es incapaz de orientarse o cuidar de s¨ª mismo, no tiene documentaci¨®n que lo identifique y lleva siete d¨ªas perdido por Sevilla.Su familia lo busca desde entonces. Denunciaron su desaparici¨®n ante la polic¨ªa el mismo mi¨¦rcoles y han empapelado la ciudad con carteles con su foto y datos personales. El abogado que los representa acusa de negligencia al Virgen del Roc¨ªo y presentar¨¢ hoy por la ma?ana una denuncia por los hechos. El hospital lamenta lo ocurrido y alega que su responsabilidad es la atenci¨®n sanitaria de los pacientes, no su custodia.
La odisea de Emilio comenz¨® el lunes 5 de junio. Como otras tardes, sali¨® del piso del barrio sevillano de Los Pajaritos en el que vive con su hija Dolores, con la que vive y que le cuida. Iba a la calle a disfrutar de la tertulia que compart¨ªa habitualmente con otros vecinos del bloque, uno de los pocos ¨¢mbitos f¨ªsicos que Emilio dominaba todav¨ªa.
Desde la ventana, Dolores controlaba que su padre apareciera por donde sol¨ªa, a la salida del portal. Ante la tardanza de Emilio, su hija baj¨® a por ¨¦l. No lo encontr¨® en todo el barrio. Se hab¨ªa ido.
Casi 24 horas despu¨¦s, a las 14.00 del martes, la polic¨ªa local encontr¨® a Emilio deambulando por Triana, en el extremo opuesto de la ciudad. Ninguno de sus seis hijos puede explicar c¨®mo lleg¨® hasta all¨ª. Emilio, a causa de la enfermedad que sufre, tiene una capacidad similar a la de un ni?o de entre cuatro y ocho a?os. No es f¨¢cil entenderle y es incapaz de cuidarse a si mismo. Por su propia seguridad, seg¨²n la familia, nunca lleva encima ni documentaci¨®n ni dinero.
Los agentes municipales le llevaron a Urgencias del hospital Virgen del Roc¨ªo, donde su ingreso, a las 15.00, se cruz¨® con la llamada de una de sus hijas que, desde la tarde anterior, trataban de localizar al padre en centros sanitarios, comisar¨ªas o en la calle.
Con toda la familia en la sala de espera, Emilio fue atendido de la deshidrataci¨®n que sufr¨ªa y, cinco horas despu¨¦s, se le ingres¨® en la Unidad de Estancias Cortas del mismo centro, donde estuvo 18 horas para que los m¨¦dicos controlaran su recuperaci¨®n. A las 14.00 del d¨ªa 7, Emilio sali¨® del hospital, vestido con un polo azul con franjas rojas y blancas y un pantal¨®n tambi¨¦n azul. Desde entonces, nadie sabe nada de ¨¦l.
Adem¨¢s de los carteles con su foto que ponen por toda la ciudad, los hijos cuentan con la ayuda de los taxistas, profesi¨®n de uno de los dos hijos varones. Tambi¨¦n han movilizado al cuerpo de bomberos, al que perteneci¨® Emilio.
La pregunta de la familia es: ?c¨®mo un enfermo de Alzheimer sale por su pie de un hospital en el que est¨¢ ingresado? Su abogado, Jes¨²s Gonz¨¢lez, denunci¨® ayer el trato que el centro dio a Emilio y le acusa de cometer una negligencia como instituci¨®n p¨²blica encargada de su custodia.
El director del Virgen del Roc¨ªo, Joseba Barroeta, justific¨® ayer que la responsabilidad del centro termina en la atenci¨®n sanitaria y no incluye la custodia de las personas. Adem¨¢s, Barroeta record¨® que la familia ya hab¨ªa extraviado a Emilio justo un d¨ªa antes.
El sistema no admite que paciente aquejados de Alzheimer, que no pueden manejarse por s¨ª mismos, est¨¦n acompa?ados por alg¨²n familiar en ¨¢reas hospitalarias restringidas. Mientras, Emilio sigue perdido.
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