La emigraci¨®n magreb¨ª no tardar¨¢ en remitir, afirma Abdallah Laroui
El historiador marroqu¨ª, premio Catalunya, se?ala una gran ca¨ªda demogr¨¢fica en su pa¨ªs
La emigraci¨®n magreb¨ª es un fen¨®meno pasajero que, pese a los escenarios alarmistas en Europa, ir¨¢ disminuyendo y acabar¨¢ pronto. ?sta es la opini¨®n que el prestigioso historiador marroqu¨ª Abdallah Laroui, galardonado con el Premi Internacional Catalunya, expres¨® ayer en Barcelona. Laroui se?al¨® los datos demogr¨¢ficos de su pa¨ªs: la natalidad, dijo, ha ca¨ªdo en Marruecos como en ning¨²n otro lugar del mundo y la poblaci¨®n ha pasado de crecer un 3% anual a un 1,5% en cinco a?os, mientras que las mujeres en las ciudades (donde se concentra ya un 55 % de la poblaci¨®n) se casan a los 27 a?os y tienen s¨®lo 1,1 hijos de promedio.
"La emigraci¨®n disminuir¨¢ y no tardar¨¢ en hacerlo mucho tiempo porque la presi¨®n demogr¨¢fica desciende", recalc¨® Laroui, que apunt¨® que el fen¨®meno de la emigraci¨®n magreb¨ª es "moment¨¢neo" en perspectiva de historiador. "En los caf¨¦s de Rabat cada vez es m¨¢s evidente la presencia de gente procedente del ?frica subsahariana y estoy seguro de que se trata de trabajadores ilegales ahora que se detecta una cierta falta de mano de obra en Marruecos", a?adi¨®. El historiador subray¨®: "La idea dantesca europea de que hay una sociedad que s¨®lo espera la ocasi¨®n para ir a ocupar sus puestos de trabajo no es real". Laroui brind¨® otro dato esclarecedor: la previsi¨®n de la ONU de que en 2000 habr¨ªa entre 40 y 45 millones de marroqu¨ªes era err¨®nea, pues s¨®lo ahora se ha llegado a los 30 millones. "El problema demogr¨¢fico que era una pesadilla hace a?os ha desaparecido de nuestras preocupaciones; ahora nuestro problema es la sequ¨ªa".Laroui se present¨® como "representante de una cultura ¨¢rabe moderna". "Con la esperanza de que piensen que no represento s¨®lo a una minor¨ªa de exiliados o emigrantes. Yo vivo en mi pa¨ªs, escribo mis obras primero en ¨¢rabe, hablo con mis compatriotas y quiero tener una influencia directa sobre mi sociedad y sobre la sociedad ¨¢rabe en general", a?adi¨®.
"No soy historiador, sino historicista", continu¨®. "Creo que la historia tiene unas leyes y las sociedades no pueden escapar de ellas. Una es que Marruecos fue introducido en la civilizaci¨®n moderna por la colonizaci¨®n y que ¨¦se es un hecho imborrable. El historiador no puede mirar el pasado como un poeta. Hay unos hechos objetivos. Yo he tratado desde hace 30 a?os, desde que escrib¨ª La ideolog¨ªa ¨¢rabe contempor¨¢nea, de defender esta idea: que hay que ir en el sentido de la modernidad sin ninguna duda. No pienso en Marruecos separado de su entorno. Marruecos estar¨¢ cada vez m¨¢s dirigido hacia Occidente y en ese proceso Espa?a ha de tener un papel clave".
Laroui reconoce que la suya no es la opini¨®n de todos los marroqu¨ªes. "Pero mi convicci¨®n es que esta direcci¨®n ser¨¢ la que prevalecer¨¢. No es que yo tenga una ternura especial por Europa, es la v¨ªa de la historia. El futuro de Marruecos es ¨¦se, no puede haber otra direcci¨®n", destac¨®. Y continu¨® el historiador: "Espero que nuestros vecinos tengan una visi¨®n m¨¢s matizada de la cultura marroqu¨ª, que entiendan que hay una cultura moderna y abierta capaz de trabajar con ellos y resolver los problemas que se plantean".
Los derechos de la mujer
Dice Laroui que desde el extranjero se ha tenido la impresi¨®n de que las tesis modernizadoras eran cada vez m¨¢s minoritarias en la sociedad marroqu¨ª. "Pero la realidad es que cada vez m¨¢s t¨¦cnicos, arquitectos, m¨¦dicos, ingenieros, viven y desarrollan la modernidad y en general no se pone en duda su necesidad. El problema es que desde fuera las opiniones que se tienden a recabar son las de los miembros de las organizaciones religiosas, que dicen que Occidente no les interesa. Hay que tener en cuenta esta dualidad de la sociedad marroqu¨ª. Y dejar que hable la ¨¦lite t¨¦cnica m¨¢s que la intelectualidad religiosa".Para Laroui, que alab¨® la lucha del movimiento feminista en Marruecos, la mujer es "un elemento fundamental" de la modernizaci¨®n en su pa¨ªs y ¨¦sta no se podr¨¢ hacer sin revisar y modificar la estructura de la familia tradicional, "que no es buena". "Hoy se admite mayoritariamente en Marruecos que la mujer no ha tenido los derechos que le corresponden y que eso est¨¢ en el origen de muchos de los problemas del retraso de nuestra sociedad", dijo.
Laroui frunce el ce?o cuando se le interroga sobre el problema de la emigraci¨®n visto desde la perspectiva del historiador. "Siempre me siento sorprendido por la importancia que se le da a este fen¨®meno fuera del pa¨ªs de partida de los emigrantes. En Marruecos no tiene esta importancia. Desde el punto de vista hist¨®rico, no hay que olvidar que Europa fue la reserva m¨¢s importante de emigraci¨®n que se ha conocido. Un n¨²mero incalculable de europeos se invitaron a otras culturas. Le llaman descubrimiento pero fue una emigraci¨®n". El historiador subray¨®: "Europa occidental fue un lugar de emigraci¨®n durante cuatro o cinco siglos, mientras que es tierra de inmigraci¨®n desde hace s¨®lo 50 a?os".
Laroui a?adi¨® que la emigraci¨®n magreb¨ª es "relativamente menor" con respecto a la que se produjo en direcci¨®n contraria en los a?os cincuenta. "En 1956 viv¨ªan 650.000 europeos en Marruecos. Es una cifra inferior a los dos millones de magreb¨ªes en la UE hoy, pero entonces s¨®lo hab¨ªa ocho millones de marroqu¨ªes, mientras que hoy hay 320 millones de europeos. Las cifras de la emigraci¨®n magreb¨ª no permiten darle al problema una importancia capital".
Estudiar el pasado para olvidarlo
Para Abdallah Laroui (Azemmour, 1933) hay dos tipos de historiadores: "Los hay que estudian el pasado para perpetuarlo, pero el pasado tiene aspectos positivos y negativos y ellos acaban poniendo el acento en los negativos, en las guerras, conquistas, crisis; mi convicci¨®n es que perpetuando el pasado perpetuamos los problemas. Los otros historiadores estudian el pasado para entenderlo y olvidarlo. Considero que el pasado siempre deja cicatrices y el historiador no ha de ir rasc¨¢ndolas. ?sa es mi visi¨®n. Vean lo que ha hecho la historia por una tierra como Palestina: los historiadores han convertido los problemas de Palestina en irresolubles. La soluci¨®n ha empezado a vislumbrarse cuando los protagonistas han comenzado a olvidar parte de su historia".
Al ped¨ªrsele a Laroui su valoraci¨®n como historiador de la actualidad sucesoria en Siria tras la muerte de Hafez el Asad, se?al¨®: "Siria es un pa¨ªs que no ha tenido mucha suerte desde el punto de vista hist¨®rico. Se ha aprovechado de su situaci¨®n geogr¨¢fica desde tiempo inmemorial, pero sobre todo ha sido v¨ªctima de esa situaci¨®n. Es objeto de muchos deseos. Tiene a Turqu¨ªa al norte, que ya le arrebat¨® territorio, un hermano enemigo, Irak, al este, y otro vecino peligroso, Israel. Su situaci¨®n es de inseguridad y eso explica la estructura pol¨ªtico-militar del Estado: hay conciencia de un peligro inminente. No ha de parecer extra?o que en una rep¨²blica el poder se transfiera de padre a hijo en aras de una continuidad que impida un vac¨ªo pol¨ªtico del que podr¨ªan aprovecharse los enemigos".
Del fundamentalismo dijo Laroui que es normal que las organizaciones religiosas den su parecer y se ocupen de aspectos morales. "Pero no estoy de acuerdo en que intenten ponerse por encima del Estado en cuestiones ¨²tiles, en la administraci¨®n y la econom¨ªa. Es mi deseo que as¨ª ocurra en Marruecos", recalc¨®.
Laroui ser¨¢ recibido hoy en Madrid por el Rey y protagonizar¨¢ un debate con intelectuales. Ma?ana tendr¨¢ lugar en Barcelona el acto oficial de entrega del Premi Catalunya.
Babelia
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