Espa?a se dej¨® los goles en la fase previa

Se confirmaron los peores augurios, aquellos que encontraron eco tras los partidos de preparaci¨®n ante Suecia y Luxemburgo. En ambos, Espa?a mand¨® al limbo todas y cada una de las ocasiones que cre¨®. S¨®lo a bal¨®n parado logr¨® batir a Suecia y a la min¨²scula Luxemburgo. Guardiola, de penalti, y Mendieta, de falta directa, firmaron esos dos tantos. "No me preocupa lo m¨¢s m¨ªnimo que no entren los goles", declar¨® Camacho tras el r¨¢cano 0-1 conseguido ante Luxemburgo. "Lo que me preocupar¨ªa de verdad ser¨ªa no crear ocasiones. Pero s¨ª lo hacemos".Pues bien, ayer el gui¨®n se hubiera repetido con absoluta fidelidad de no ser porque Espa?a ni siquiera fue capaz de marcar a bal¨®n parado. Y Camacho no podr¨¢ quejarse del n¨²mero de ocasiones. Diecinueve veces dispar¨® su equipo, aunque la punter¨ªa no fuera excesiva. De esos lanzamientos, seis fueron detenidos por Myhre, portero noruego; uno, de Etxeberr¨ªa, dio en la parte superior del larguero; siete se marcharon fuera y los cinco restantes rebotaron en alg¨²n rival. Esos 19 disparos convierten a Espa?a en la tercera selecci¨®n que m¨¢s ha probado fortuna en esta Eurocopa, s¨®lo superada por Italia (25) y B¨¦lgica (21). Ra¨²l fue el jugador que prob¨® fortuna en m¨¢s ocasiones. Hasta en seis lo intent¨®, con nulo ¨¦xito incluso en aquella del minuto 41 en la que mand¨® el bal¨®n cerca del poste.

Pese a que lo ocurrido ante Suecia y Luxemburgo fue lo que dispar¨® la alarma, el desapego por el gol le viene de lejos al conjunto de Camacho, que marc¨® m¨¢s goles en la fase de clasificaci¨®n que ninguna otra selecci¨®n. En los ocho partidos consigui¨® 42 goles, a un promedio de m¨¢s de cinco por encuentro. Pero termin¨® esa fase previa y Espa?a se qued¨® seca. En los siete amistosos que disput¨® logr¨® siete goles, tres ante Polonia, dos ante Italia y los m¨¢s recientes, ante Suecia y Luxemburgo. Y de todos ellos, uno lleg¨® de penalti, otro de falta y dos tras sendos saques de esquina-ante Italia-. Espa?a parec¨ªa dejarse los goles para los partidos oficiales, lo que no dejaba de ser una buena noticia que ayer dej¨® de serlo.