Un funcionario espa?ol en Bruselas denuncia a la Comisi¨®n Europea porque no le deja defenderse

Santiago G¨®mez-Reino, director general adjunto de Relaciones Exteriores de la Comisi¨®n Europea, ha denunciado a esta instituci¨®n ante el Tribunal de Luxemburgo. G¨®mez-Reino se queja de que Bruselas ni le ha defendido ni le ha permitido defenderse de las acusaciones lanzadas contra ¨¦l por la revista alemana Focus, por el director de la oficina antifraude europea OLAF, el sueco Per Brix Knudsen, y por el Parlamento Europeo, de la mano del diputado dan¨¦s Freddy Blak y la alemana Gabriele Stauner.El funcionario europeo, uno de los pocos espa?oles que disfruta de la categor¨ªa A-1, fue exonerado en julio de 1999 por un comit¨¦ disciplinario y por el Colegio de Comisarios en pleno de las acusaciones que reca¨ªan sobre ¨¦l por el fraude detectado en 1997 en la oficina europea de ayuda humanitaria, ECHO. El fraude hab¨ªa sido cometido por un funcionario desleal, Hubert Onidi, que se embols¨® unos 80 millones de pesetas en contratos ficticios a sabiendas de que lo eran y en connivencia con un conocido suministrador de servicios a la Comisi¨®n, Claude Perry. G¨®mez-Reino lleg¨® a firmar tres contratos ficticios sin saberlo.

Sometido a fuertes cr¨ªticas desde que se descubri¨® el esc¨¢ndalo, el entonces director de ECHO nunca admiti¨® las acusaciones que reca¨ªan sobre ¨¦l. La Comisi¨®n Europea, a instancias del entonces comisario responsable de personal, el finland¨¦s Erkki Liikanen, abri¨® un expediente. El Comit¨¦ de Disciplina le eximi¨® de las acusaciones pese a que semanas antes se hab¨ªa negado a acatar el pacto que le ofrec¨ªa Liikanen: declararse culpable de una falta menor y aceptar un castigo simb¨®lico. Pese a esas dos resoluciones, las cr¨ªticas contra G¨®mez-Reino continuaron.

Santiago G¨®mez-Reino considera que la Comisi¨®n Europea no le ha defendido lo suficiente y que tampoco le permite defenderse. El vicepresidente primero, Neil Kinnock, no le permite comparecer ante el Parlamento para dar explicaciones y el deber de silencio al que est¨¢ sometido como funcionario le impide contestar a los ataques que ¨¦l estima que est¨¢ recibiendo. Por eso ha acabado por denunciar a la Comisi¨®n ante el Tribunal de Luxemburgo. Ayer se vio el caso. Tras dos "largas y tensas" horas de sesi¨®n, en palabras de su abogado, Jean-Louis Dupont, el juez convoc¨® a las partes a puerta cerrada y augur¨® que tomar¨¢ una decisi¨®n antes de un mes.