El primer proceso priv¨® al acusado de sus derechos constitucionales, seg¨²n la sentencia
El Tribunal Supremo del Estado de Florida, EEUU, concedi¨® ayer un nuevo juicio a Joaqu¨ªn Jos¨¦ Mart¨ªnez aceptando que el primero estuvo viciado por un "c¨²mulo de violaciones procesales" que le privaron de sus derechos constitucionales. Los magistrados apoyan su decisi¨®n en tres pruebas inadmisibles que se hab¨ªan permitido durante el primer proceso, referidas a que los fiscales y el detective principal actuaron con prejuicios, as¨ª como a transcripciones de partes ininteligibles de una cinta de v¨ªdeo incriminatoria, que se prest¨® a que el jurado lo interpretara como una prueba adicional.
"Anulamos la condena, invalidamos la sentencia y pedimos un nuevo juicio" escribieron los siete magistrados en su fallo de treinta y dos p¨¢ginas emitido ayer en Tallahassee, capital de Florida. El abogado defensor, Peter Reuben, explic¨® a EL PA?S que ahora Joaqu¨ªn Jos¨¦ Mart¨ªnez ser¨¢ trasladado del Union Correctional Center a una c¨¢rcel del condado de Hillsborough, a la espera de que el juez J. Rogers Padgett ordene una fecha para empezar todo el proceso de nuevo. Pero antes, la Fiscal¨ªa del Estado de Florida que lo encaus¨® tiene un plazo de quince d¨ªas para recurrir el fallo del tribunal y solicitar una nueva audiencia del caso.T¨¦cnicamente, Mart¨ªnez podr¨ªa solicitar que lo dejar¨¢n en libertad bajo fianza hasta la celebraci¨®n del juicio, pero seg¨²n Reuben "es altamente improbable. Las posibilidades de que lo concedan en casos de pena capital son pr¨¢cticamente nulas". El fallo es un gran triunfo para Mart¨ªnez y para Reuben, conocido como uno de los m¨¢s prestigiosos letrados de casos de apelaci¨®n de Florida. "En nombre de Mart¨ªnez y de su familia quiero dar las gracias al pueblo espa?ol, sin cuya ayuda espiritual y econ¨®mica esta victoria hubiera sido imposible", dijo Reuben en su oficina de Coconut Grove, Miami.
El nuevo proceso puede tardar hasta un a?o. "Hay muchas investigaciones que no se hicieron y ahora se tienen que hacer y nuevas pruebas que esperamos que se admitan", afirm¨® Reuben. El Tribunal Supremo acept¨® como v¨¢lido el argumento de Reuben de que a falta de un arma homicida o de testigos directos, los fiscales recurrieron a argucias inadmisibles. Como cuando predispusieron al jurado contra la inocencia del acusado insinuando que maltrataba a su mujer, o cuando presentaron como si fuera una "prueba" la opini¨®n del detective Michael Conigliaro de que Mart¨ªnez era culpable.
"El car¨¢cter de un acusado no es un hecho relevante per s¨¦. Los fiscales no deben expresar su opini¨®n sobre la credibilidad de los testigos", se?alan los jueces. En otro apartado, en la p¨¢gina 12 del dictamen, subrayan: "Hay peligro de prejuicio cuando a un polic¨ªa se le permite expresar su opini¨®n sobre la culpabilidad. Es una invasi¨®n impermisible".
Finalmente pasan a cuestionar la que fue prueba crucial para condenarlo. Un v¨ªdeo cuyas partes inaudibles se suplementaron con una transcripci¨®n escrita que, seg¨²n la apelaci¨®n, no era fiable y sin embargo el juez Padgett permiti¨® que el jurado la usara. En la cinta, Mart¨ªnez presuntamente se reconoc¨ªa culpable durante una conversaci¨®n con su mujer, grabada con el consentimiento de ella el 28 de enero de 1996, momentos antes de que lo detuviera la polic¨ªa que escuchaba frente a la casa.
La transcripci¨®n refleja alrededor de 300 comentarios, pero no se escuchan m¨¢s de un centenar. Los jurados no fueron instruidos de que se trataba de una gu¨ªa y que s¨®lo constitu¨ªa una "prueba" lo que ellos pudieran escuchar por s¨ª mismos. Los fiscales hab¨ªan pedido al Supremo que desestimara esos argumentos por dos razones: una, que de todas formas la esposa, Sloan, y el detective Conigliaro, que escuch¨® la conversaci¨®n, ratificaron la veracidad de la transcripci¨®n.
Ayer, en la pen¨²ltima p¨¢gina de la decisi¨®n del Supremo, uno de los magistrados, J. Anstead, escribi¨®: "Es el jurado el que debe determinar lo que se oye. Por supuesto que los que la escucharon pueden testificar, pero permitir ese testimonio es muy diferente a presentar al jurado con una transcripci¨®n de declaraciones que ellos no pueden o¨ªr".
Mala defensa
El fallo no entra en otras partes del sumario cuestionadas en la apelaci¨®n, como el cambio de hora de los cr¨ªmenes que impidi¨® que Mart¨ªnez presentara una coartada, o la mala defensa que tuvo cuando en abril de 1997 un jurado de Hillsborough lo conden¨® a muerte. El estado de descomposici¨®n de los cuerpos de Douglas R. Lawson y Sherrie McCoy-Ward, tiroteado el de ¨¦l y apu?alado el de ella, se prestaba a dudas sobre la fecha y hora en que los asesinaron. El pleno del Supremo concluy¨® ayer que "se requiere otro examen de las evidencias admisibles e inadmisibles en las que el jurado se pudo apoyar y pudieron influirle".
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