El dilema de Bachar
El mundo ¨¢rabe y el occidental se han volcado en el apoyo de Bachar el Assad, el hijo del fallecido dictador sirio, designado sucesor por su padre. El congreso del partido Baaz, que gobierna Siria sin oposici¨®n desde hace casi cuarenta a?os, se apresur¨® a darle este fin de semana su apoyo para reforzar su legitimidad pol¨ªtica. El nombramiento formal de Bachar como secretario general del partido ¨²nico en sustituci¨®n de Hafez el Asad quedar¨¢ formalizado esta semana, una vez que los miembros del congreso renueven a mano alzada los principales cargos de su direcci¨®n.La designaci¨®n de Bachar como secretario general del Baaz y el apoyo incondicional del Ej¨¦rcito convierten al hijo de Hafez el Asad en el nuevo hombre fuerte del r¨¦gimen de Damasco, pero no le garantizan su consolidaci¨®n en el poder. Los primeros pasos se han dado sin traumas, con su nombramiento como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas sirias y con una reforma de la Constituci¨®n para rebajar la edad m¨ªnima para ser presidente justamente a los 34 a?os. M¨¦todos nada democr¨¢ticos que el padre dise?¨® para dejar todo atado y bien atado.
Oftalm¨®logo educado en Damasco y en Londres, el joven Bachar no estaba llamado a estos destinos, pero el fallecimiento prematuro de un hermano mayor le ha llevado a ellos. De momento, la familia residente en Siria, estrat¨¦gicamente situada por Hafez, ha cerrado filas en torno a Bachar, incluido su cu?ado Asif Shawqat, que, desde el control de los servicios secretos, puede contribuir a convencer a los sectores m¨¢s reticentes al cambio. Bachar puede elegir entre seguir gobernando dictatorialmente como su padre o emprender el camino de las reformas pol¨ªticas y econ¨®micas, en el que, si los clanes en el poder no le siguen, puede acabar mal. Desde fuera, Rifat, hermano de Hafez y destituido por ¨¦ste en 1984, est¨¢ intentado captar el descontento de una parte del r¨¦gimen, mientras que los sectores no alau¨ªes, en un pa¨ªs en un 70% sun¨ª, tambi¨¦n pueden resistirse a aceptar un presidente que no es de los suyos.
Dif¨ªcil tarea le aguarda a Bachar, pese al apoyo recibido desde el exterior, especialmente por Francia -Chirac fue el ¨²nico jefe de Estado occidental que asisti¨® al funeral de Hafez-, EEUU y Rusia. La pol¨ªtica exterior, sin embargo, tendr¨¢ que esperar, porque de eso Bachar sabe poco, y, de todas formas, tendr¨¢ que consolidarse en el interior antes de hacer gestos hacia afuera, y, en particular, poder retomar las conversaciones con Israel sobre la devoluci¨®n de los altos del Gol¨¢n. De momento, Bachar carece de la legitimidad hist¨®rica de su padre para llegar a un acuerdo. Entretanto, y aunque le preocupe la actitud que vaya adoptar Siria en el L¨ªbano que controla, a Israel no le viene mal un statu quo en este frente.
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