Anjel Lertxundi actualiza una de las novelas clave de su trayectoria literaria
Anjel Lertxundi (Orio, 1948) se refugi¨® en los recuerdos de su ni?ez y escribi¨® Goiko kale con 24 a?os, cuando a¨²n era un autor desconocido en el panorama literario vasco. En su ¨¢nimo estaba "exorcizar una infancia totalmente marcada" por la omnipotente presencia de la religi¨®n. Hoy, cuando se cumplen 27 a?os de su primera publicaci¨®n en 1973, Alberdania reedita esta obra clave en la trayectoria literaria de Lertxundi, actualizada, corregida y prologada este a?o por el propio autor.
Goiko kale no fue la primera aportaci¨®n literaria del escritor. Lertxundi debut¨® en el mercado editorial en 1970 con el libro de relatos Hunik arrats artean. Pero esta novela escrita en su juventud es imprescindible para conocer su trayectoria, seg¨²n Inazio Mujika, responsable de la casa editora. El autor rescata sus recuerdos de infancia en los a?os de la posguerra, marcados por los sentimientos que le asaltaron cuando su familia se traslad¨® de Orio a Zarautz. Pero "no se menciona la guerra, aunque est¨¢ presente en el transfondo de la obra", matiza.
Lertxundi comenz¨® a escribir esta novela cuando ya hab¨ªa tomado cuerpo la secularizaci¨®n de la sociedad vasca. "En definitiva", dijo ayer, "Goiko kale es, entre otras cosas, el testimonio de una persona que apost¨® por la literatura en aquella ¨¦poca de secularizaci¨®n; de un escritor que huy¨® de la gran presencia que tuvo hasta entonces la religi¨®n en su vida". "Es as¨ª", apunta en el pr¨®logo, "y no hay nada que ocultar: escribir Goiko kale fue para m¨ª un modo literario para exorcizar la religi¨®n".
Sin comunicaci¨®n
?C¨®mo fue acogido el libro por la Iglesia?. "No me lleg¨® ni un s¨®lo comentario", respondi¨® ayer. A?adi¨® que la actual realidad sociopol¨ªtica y cultural de Euskadi se debe a la poca verbalizaci¨®n de opiniones. "No nos comunicamos las cosas y ese silencio provoca malentendidos", dijo, resumiendo la tesis que desarroll¨® en un ensayo publicado en 1999.
Lertxundi, que cuestiona los valores que imperaban en aquella ¨¦poca, advierte de que no hace un retrato costumbrista de la sociedad vasca, salvo en las primeras p¨¢ginas. En esta labor de enfrentarse a su antigua creaci¨®n, el autor se ha sorprendido con las referencias sexuales que aparecen a lo largo del libro, en la relaci¨®n entre la chica de servicio y el marinero, y en el pasaje sobre la t¨ªa reci¨¦n casada, entre otros. Y aunque reconoce que hoy no hubiese escrito un libro sobre la infancia del mismo modo, sin embargo, s¨ª ha reconocido el tono en sus p¨¢ginas.
Lertxundi, que ha actualizado y corregido la novela el presente a?o, vive ahora volcado en la tarea de dotar de coherencia a sus relatos. Alberdania publicar¨¢ en breve una recopilaci¨®n de sus cuentos in¨¦ditos o publicados en revistas.
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