Expulsi¨®n fulminante

El espanto de Dover pudo haberse reproducido un d¨ªa despu¨¦s en Mijas: 37 inmigrantes marroqu¨ªes y argelinos que llevaban cuatro d¨ªas sin apenas comer ni beber fueron interceptados cuando se hacinaban en una furgoneta cuya puerta hab¨ªan tenido que forzar para poder respirar. Tras ser interrogados por la Guardia Civil, fueron expulsados de manera fulminante. Es probable que la detenci¨®n salvara la vida de algunos, pero su expulsi¨®n plantea serias dudas de legalidad.La autoridad gubernativa ha apoyado esta decisi¨®n en el art¨ªculo 54, 2 b) de la vigente Ley de Extranjer¨ªa, que es de aplicaci¨®n a quienes pretenden "entrar ilegalmente en el pa¨ªs". La norma admite la deportaci¨®n inmediata en este caso, como excepci¨®n al principio general de que la expulsi¨®n debe ser el resultado de un expediente administrativo. La pregunta que cabe hacerse es si ese art¨ªculo era aplicable a quienes llevaban ya cuatro d¨ªas en territorio espa?ol. ?Y por qu¨¦ no a quienes llevan 40 d¨ªas o 40 semanas? Con criterios tan laxos, cabr¨ªa la expulsi¨®n directa de cuantos se encuentren en Espa?a en situaci¨®n irregular. La ley en vigor reserva esa decisi¨®n excepcional a quienes son interceptados en un paso fronterizo. En los dem¨¢s casos establece la tramitaci¨®n de un expediente administrativo, con sus correspondientes plazos para presentar alegaciones y derecho a asistencia letrada.

La inmigraci¨®n va a ser, como no deja de repetir el Gobierno, el fen¨®meno social dominante de los comienzos del siglo XXI. La ley debe intentar encauzar ese fen¨®meno, y hacerlo desde la tolerancia y la civilidad. Debe combatir, no a quienes tratan de escapar de la miseria, sino a las mafias que se dedican a traficar con esas personas, con efectos como el drama de Dover. Pero, desde este punto de vista, tan publicitado por el Gobierno, la expulsi¨®n impedir¨¢ a las v¨ªctimas declarar contra los miembros de la red detenidos.

Desde el Gobierno se hab¨ªa argumentado que la Ley de Extranjer¨ªa deb¨ªa ser modificada porque hac¨ªa imposible en la pr¨¢ctica la expulsi¨®n de los extranjeros que han entrado ilegalmente en Espa?a. O la expulsi¨®n ¨²ltima se ha hecho forzando la ley en vigor o su reforma no es tan necesaria como se pretende.