La universidad no cubre la demanda anual de 80.000 inform¨¢ticos

Espa?a necesita 80.000 inform¨¢ticos cada a?o, seg¨²n la consultora IDC, la m¨¢s importante del sector en Espa?a, pero la oferta educativa no est¨¢ preparada para formarlos. Los tres t¨ªtulos de la especialidad (Ingenier¨ªa Inform¨¢tica -cinco a?os- y las Ingenier¨ªas T¨¦cnicas de Inform¨¢tica de Gesti¨®n y de Sistemas -tres a?os-) se imparten en casi cien escuelas y facultades. Entre todas ellas apenas disponen de unas 15.700 plazas nuevas para el curso 2000-2001, seg¨²n la web del Consejo de Universidades del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia (www.mec.es/consejou).

La carencia educativa en inform¨¢tica, que es una mala noticia para el pa¨ªs, es en cambio una ventaja para los estudiantes, que encuentran trabajo "a partir de tercero de carrera", en palabras de Carmen Fern¨¢ndez Chamizo, decana de la Facultad de Inform¨¢tica de la Universidad Complutense de Madrid.Aun suponiendo que todos los matriculados acabaran los estudios -algo que s¨®lo hace la mitad de los que empiezan, seg¨²n Fern¨¢ndez Chamizo-, no se cubrir¨ªa ni el 25% de la demanda.

La cantidad de estudiantes que abandonan las aulas antes de conseguir el t¨ªtulo para ponerse a trabajar es una mala soluci¨®n a medio plazo para las demandas de las empresas, que contratan a profesionales a medio preparar, seg¨²n la decana de la Complutense, quien justifica muchas de estas contrataciones en que "las empresas no saben bien lo que quieren y les es dif¨ªcil distinguir entre lo que ofrecen las distintas titulaciones superiores, adem¨¢s de Formaci¨®n Profesional (FP) y la proliferaci¨®n de cursillos de academias".

Si la oferta de las empresas es tentadora para los estudiantes, a¨²n lo es m¨¢s para los profesores, se?ala Fern¨¢ndez Chamizo, lo que supone un inconveniente a?adido, por lo que "aunque se dispusiera de mucho m¨¢s dinero, no podr¨ªan aumentarse las plazas tanto como ser¨ªa necesario". "Pueden comprarse m¨¢s equipos, pero conseguir docentes es mucho m¨¢s dif¨ªcil. Adem¨¢s, los profesores se nos van continuamente", se queja la decana.

Otro problema es el de la adecuaci¨®n de las titulaciones a las necesidades.

Las primeras facultades de Inform¨¢tica se crearon a mediados de los setenta, en las polit¨¦cnicas de Madrid y Barcelona y en el Pa¨ªs Vasco, aunque desde los a?os cincuenta empezaron a estudiarse asignaturas relacionadas en las facultades de Matem¨¢ticas y F¨ªsicas. El actual plan de estudios fue renovado en 1998, pero la Conferencia Nacional de Decanos y Rectores de Inform¨¢tica ya tiene preparada una propuesta para modificarlo.

El "truco" para ofrecer planes de estudio actualizados en un campo que cambia continuamente est¨¢ en concentrar las novedades en los seminarios y las asignaturas que no son troncales (las comunes decididas por las autoridades), porque modificar los temarios "tiene muchos tr¨¢mites, es largo y engorroso", seg¨²n Ram¨®n Puig, director de la Escuela de Inform¨¢tica de las islas Baleares y presidente de la confederaci¨®n de decanos y directores de inform¨¢tica. Puig no se queja de la preparaci¨®n previa de los alumnos, aunque se?ala que ser¨ªa mejor que supieran m¨¢s matem¨¢ticas, m¨¢s f¨ªsica y m¨¢s ingl¨¦s. Sobre este idioma se muestra tajante: "O sabes ingl¨¦s, o no eres nada en inform¨¢tica".

Los vaivenes de la ciencia hacen que los responsables tengan que replantearse continuamente los programas. "Hace diez a?os, los sistemas operativos ten¨ªan un tratamiento muy pobre, y en cambio parec¨ªa que el gran desarrollo iba a ser el de la inteligencia artificial. Ahora, en cambio, parece que hay que reforzar todo lo que tenga que ver con ingenier¨ªa de software y redes", explica.

De todas formas, no cree que haya un plan de estudios ideal. "Teniendo en cuenta que a los estudiantes espa?oles no les gusta cambiar de residencia, hay que pensar en el contexto en donde van a encontrar trabajo. No es lo mismo un estudiante de inform¨¢tica que vaya a trabajar en Barcelona, donde hay mucha industria, que el que se va a colocar en Baleares, donde los empleos est¨¢n sobre todo en el sector servicios". Por eso se niega a recomendar un centro concreto, aunque dice que por su nivel de investigaci¨®n, su volumen, las posibilidades que da a los alumnos y por su equipo la que a ¨¦l m¨¢s le gusta es, "sin desmerecer a las dem¨¢s", la Polit¨¦cnica de Barcelona.