Tres personas mueren en Esparreguerra al hundirse dos edificios por una explosi¨®n de gas
Tres personas fallecieron ayer en Esparreguera (Baix Llobregat) y otras ocho resultaron heridas, una de gravedad, a causa de una explosi¨®n de gas ocurrida de madrugada y que provoc¨® el hundimiento de dos edificios en los que en aquel momento dorm¨ªan 12 personas. Los efectos de la deflagraci¨®n afectaron a numerosos pisos de los alrededores, pero podr¨ªan haber sido m¨¢s tr¨¢gicos si la explosi¨®n se hubiera producido de d¨ªa, pues frente a las casas siniestradas hay un centro parroquial que qued¨® muy afectado y al que deb¨ªan acudir por la ma?ana un centenar de ni?os.
La explosi¨®n se produjo ayer a las 3.12 horas en el n¨²mero 2 de la calle del Beat Dom¨¨nec Castellet, un inmueble de cuatro plantas situado en el casco antiguo de Esparreguera. El ruido provocado por la explosi¨®n fue tal que pudo o¨ªrse en la vecina localidad de Olesa de Montserrat. En pocos segundos el edificio se vino abajo como un castillo de naipes y s¨®lo qued¨® en pie parte de la fachada delantera. El resto se convirti¨® en un amasijo de escombros del que fueron rescatados tres cad¨¢veres.El primero en recuperarse, pasadas las siete de la ma?ana, fue el de Rafaela Beltr¨¢n Peralbo, de 64 a?os y vecina del tercer piso, donde viv¨ªa con su marido, Manuel Berm¨²dez, de 64 a?os, quien fue trasladado al hospital de Bellvitge con traumatismo craneal y tor¨¢cico, adem¨¢s de fracturas en un costado. Su estado de salud es grave, aunque su vida no corre peligro. La hija de ambos, Sara, permaneci¨® colgada de un balc¨®n hasta que pudo ser rescatada por los bomberos, pese a que los primeros en acudir al lugar para ayudar a los heridos fueron los vecinos de la zona, entre los que se encontraba un guardia civil.
Pasadas las ocho de la ma?ana fueron rescatados los cad¨¢veres de Severiano Carmona Palma, de 32 a?os, y el de su cu?ada Encarnaci¨®n Jaraba Gordillo, de 41 a?os, que viv¨ªan en la segunda planta con el compa?ero sentimental de ¨¦sta, Jos¨¦ Carmona, de 36 a?os, hermano del fallecido y que result¨® ileso.
Entre los mismos escombros permaneci¨® sepultada durante m¨¢s una hora y media Adela C. L., una ni?a de siete a?os que viv¨ªa en el primer piso. La fortuna quiso que quedara resguardada por una viga hasta que pudo ser rescatada. La peque?a y sus padres fueron trasladados a un hospital y a las pocas horas se les dio el alta.
La onda expansiva provoc¨® tambi¨¦n el hundimiento de una casa situada en el n¨²mero 4, en la que viv¨ªan otras tres personas. Una de ellas, Araceli Prat Resina, de 29 a?os, permaneci¨® casi tres horas semienterrada entre los escombros pidiendo auxilio. Su padre, Alejandro Prat, vivi¨® esas horas de esperacon gran angustia; "sin embargo, sab¨ªamos que estaba viva porque le habl¨¢bamos y nos contestaba", explic¨®. La mujer fue trasladada al hospital de Martorell con diversas contusiones y su vida no corre peligro.
Los bomberos de la Generalitat explicaron ayer que, a falta de los informes definitivos que ha de elaborar la polic¨ªa judicial, las primeras hip¨®tesis indican que lo que motiv¨® el hundimiento de los edificios fue una explosi¨®n, muy probablemente de gas propano. Los bomberos se inclinan por esta hip¨®tesis bas¨¢ndose en el tipo de deflagraci¨®n que se produjo, cuya onda expansiva dej¨® rastros a lo largo de la calle y en los edificios pr¨®ximos.
Platos precocinados
El lugar en que casi con toda seguridad se produjo la explosi¨®n es uno de los locales situados en los bajos del n¨²mero 2. Se trata de una tienda dedicada a la preparaci¨®n de platos precocinados, La Cuina de Tots, en la que se acumulaban, seg¨²n los bomberos, un m¨ªnimo de seis botellas, que explotaron a la vez. Los bomberos consideran que el hecho de que el edificio se desplomara de golpe avala la hip¨®tesis de que la explosi¨®n se produjo en su base, pues dif¨ªcilmente la explosi¨®n de una bombona de butano en una de las viviendas habr¨ªa afectado a toda la estructura. La hip¨®tesis de una explosi¨®n de gas natural est¨¢ totalmente descartada porque no exist¨ªa esta canalizaci¨®n en el inmueble.
El edificio, de cuatro plantas, ten¨ªa m¨¢s de dos siglos de antig¨¹edad, aunque no presentaba problemas estructurales, seg¨²n explic¨® el alcalde de Esparreguera, Xavier Sitj¨¤. Hace unos 50 a?os se realiz¨® una reforma integral en el edificio, que era propiedad de un constructor muy conocido en el municipio, Josep Torras, quien ten¨ªa alquilados los pisos a familias de rentas bajas. Curiosamente, alguno de esos inquilinos hab¨ªa trabajado o trabajaba para el constructor como alba?il. El edificio est¨¢ situado en una zona muy transitada.
"La llamaba y no me contestaba"
Jos¨¦ Carmona Palma, de 36 a?os, deambulaba ayer sin rumbo fijo por las calles de Esparreguera. Horas despu¨¦s de la explosi¨®n, el hombre tuvo el valor de volver al lugar del siniestro en el que perdieron la vida su compa?era sentimental y su hermano. Pero no pudo soportar las l¨¢grimas y se march¨®. Sigui¨® deambulando, con su aspecto desali?ado y un cigarrillo negro entre los labios que no encend¨ªa nunca."Cuando vi aquello me di cuenta de que all¨ª no hab¨ªa quedado nadie vivo, porque llamaba a mi mujer y no me contestaba", explicaba entre sollozos. "Y de mi hermano, ?qu¨¦ quiere que le diga? Se vino a vivir conmigo cuando acabo la mili y conmigo ha estado hasta hoy".
En el piso inferior al suyo viv¨ªa otro de sus 10 hermanos, que tuvo mejor fortuna y sali¨® ileso. Familias muy humildes, a punto de traspasar el umbral de lo que los especialistas llaman desestructuraci¨®n. "Pero gente trabajadora", explican los vecinos. Sin embargo, las desavenencias vecinales impedir¨¢n que los funerales sean conjuntos, por lo que habr¨¢n de celebrarse dos ceremonias. Una para la mujer y el cu?ado, las v¨ªctimas del segundo piso, y otra para Rafaela Beltr¨¢n, la vecina del tercero. Sandra, su hija, tampoco pudo evitar las l¨¢grimas al volver a la casa antes de que los bomberos derribasen una de las paredes que qued¨® en pie.
El Ayuntamiento de Esparreguera ha decretado tres d¨ªas de duelo por las muertes. Como ya ocurri¨® el pasado d¨ªa 10, cuando dos hermanos de la localidad fallecieron al desplomarse el puente de la N-II por el que atravesaban en ese momento con su veh¨ªculo. Dos guardias civiles que participaban en las tareas de rescate tambi¨¦n perdieron la vida.
La coincidencia de dos tragedias en pocos d¨ªas en un municipio que es conocido principalmente por las representaciones de la Passi¨® estaban ayer en boca de todos los vecinos. "Parece que alguien nos ha echado una maldici¨®n porque si no, no se explica", aseguraba un vecino. El alcalde, Xavier Sitj¨¤, quien estuvo toda la ma?ana en el lugar de los hechos y hablando con las familias, tampoco escapaba a los comentarios ir¨®nicos de los vecinos .
Sitj¨¤, que fue periodista antes que alcalde, no paraba de transmitir a los ciudadanos un mensaje de aliento. "Tenemos que abandonar el fatalismo de los ¨²ltimos d¨ªas y hacer un esfuerzo para recuperar la normalidad cuanto antes".
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