Los expertos reunidos en Madrid igualan prostituci¨®n y esclavitud
Rechazo a la regularizaci¨®n de la actividad
Toda prostituta es una esclava. As¨ª lo consideran los expertos que han participado en el Simposio Internacional sobre Prostituci¨®n y Tr¨¢fico de Mujeres que ayer se clausur¨® en Madrid. Los debates concluyeron con la petici¨®n de perseguir con m¨¢s intensidad y mayor eficacia a aquellos que se benefician de esta industria que, seg¨²n un c¨¢lculo oficial, emplea en Espa?a a 300.000 mujeres. S¨®lo uno de los participantes defendi¨® la regularizaci¨®n de esta actividad, mientras que la Comunidad de Madrid, organizadora del encuentro, abog¨® por endurecer las penas.
"Espa?a tiene que revisar su legislaci¨®n y ser m¨¢s dura con los que explotan a seres humanos", resumi¨® la consejera de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Pilar Mart¨ªnez, del PP, quien enviar¨¢ las conclusiones del encuentro a los partidos -una subcomisi¨®n parlamentaria estudiar¨¢ el asunto en esta legislatura- y a la Uni¨®n Europea porque ¨¦ste es "un problema internacional". Se tratar¨ªa de volver a reformar el C¨®digo Penal aprobado en 1995, algo que ya se hizo en lo relativo a violencia familiar, para endurecer las penas por proxenetismo y tr¨¢fico de personas.Mart¨ªnez, quien subray¨® que este trabajo no le corresponde a la Comunidad de Madrid, fue tajante ante la posibilidad de regularizar la prostituci¨®n, tal y como sugiri¨® la semana pasada el alcalde de Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, tambi¨¦n del PP. Considerar la prostituci¨®n un trabajo "es un retroceso en la defensa de los derechos humanos", dijo, una opini¨®n que comparten la directora del Programa para la Promoci¨®n de la Condici¨®n de las Mujeres del Mediterr¨¢neo de la Unesco, Wassyla Tamzali; la presidenta del Movimiento por la Abolici¨®n de la Prostituci¨®n y la Pornograf¨ªa, Malka Marcovich y la mayor¨ªa de los participantes.
Algunas de las defensoras de la regularizaci¨®n de esta actividad se quejaban de que sus posiciones no han tenido reflejo en el congreso que, en su opini¨®n, han dado s¨®lo voz a las tendencias abolicionistas (contrarias a regularizar una actividad que consideran una explotaci¨®n, no un trabajo).
El colectivo madrile?o Hetaira de defensa de los derechos de la prostitutas rompi¨® el fuego a favor de las tesis partidarias de regularizar esta actividad. Su portavoz, Cristina Garaizabal, puntualiz¨® que "existen redes que obligan a mujeres y ni?as a prostituirse bajo amenazas, en unas condiciones propias de esclavos. Eso es algo intolerable que debe perseguirse con m¨¢s ah¨ªnco del que se ha puesto hasta ahora, ya que est¨¢n implicados gobiernos y otros sectores poderosos".
Pero esta asociaci¨®n considera que no todas las prostitutas viven en condiciones de esclavismo. "Muchas ejercen esta actividad porque, con su escasa formaci¨®n y las dificultades que tiene la mujer en el mercado laboral, la prefieren a empleos en los que trabajan muchas horas por muy poco dinero. Legislando sobre su actividad se les ofrece m¨¢s capacidades de defenderse que con pol¨ªticas que no las reconocen como trabajadoras", a?adi¨®. "Gran parte del rechazo que sufren estas mujeres se debe a la doble moral y a la clandestinidad a la que se enfrentan", apostill¨®.
Hetaira es tambi¨¦n contraria a que las Administraciones regulen el ejercicio de la prostituci¨®n atendiendo s¨®lo a los intereses institucionales y sin escuchar a las mujeres. Sin embargo, en este simposium no ha tenido voz ninguna prostituta.
En cambio, la Asociaci¨®n para la Prevenci¨®n, Reinserci¨®n y Atenci¨®n de la Mujer prostituta (APRAM) no cree que esta actividad pueda considerarse un trabajo. Su directora, Roc¨ªo Nieto, asegura que ninguna de las mujeres con las que han contactado en quince a?os quer¨ªan seguir en la calle. "Lo que hacen falta son medidas sociales, que ahora escasean, para ayudar a estas mujeres a buscar alternativas laborales ", asegura. En M¨¦dicos del Mundo tampoco tienen claro si la regularizaci¨®n ayudar¨ªa a solucionar el problema. La mayor¨ªa de las prostitutas lo son por obligaci¨®n, explic¨® su responsable de Cuarto Mundo, Mar¨ªa ?ngeles Rodr¨ªguez Arenas.
Holanda y Suecia
El ejemplo de dos pa¨ªses ha sobrevolado buena parte de las ponencias que se han podido escuchar en el Simposio Internacional sobre prostituci¨®n y tr¨¢fico de mujeres. Holanda y Suecia. Tolerancia o persecuci¨®n. Los ponentes invitados no se han decidido por ninguno de los dos modelos, pero estuvieron mucho m¨¢s cerca de la experiencia n¨®rdica, que proh¨ªbe la prostituci¨®n.
Suecia ha modificado su legislaci¨®n para perseguir la prostituci¨®n de una forma original: es el ¨²nico pa¨ªs de la Uni¨®n Europea que castiga, con penas de hasta seis meses de c¨¢rcel, a los clientes de las prostitutas.
En Holanda, por el contrario, la prostituci¨®n es una actividad legal y las trabajadoras de la industria del sexo cotizan a la Seguridad Social. Este modelo fue duramente criticado por muchos de los expertos porque, en su opini¨®n, fomenta el tr¨¢fico de mujeres. Al encuentro no fue invitado ning¨²n representante del Gobierno holand¨¦s para explicar su planteamiento.
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