Javier Garc¨ªa S¨¢nchez reivindica su derecho a huir de ser un 'best seller'

El escritor Javier Garc¨ªa S¨¢nchez (Barcelona, 1955) se encuentra en gira de promoci¨®n de su ¨²ltima novela, La mujer de ninguna parte (Ediciones B), una obra en la que ha seguido fiel a sus principios literarios; una historia desgarradora que, el autor lo sabe, no es f¨¢cil de leer. "Yo simplemente escribo. Si acierto con lo que quiere el p¨²blico, acierto, y si no, pues nada", afirma Garc¨ªa S¨¢nchez. Aunque cree conocer a su lector-tipo, el novelista no va a hacer concesiones: "Dios me libre de ser un best seller", exclama.

Su sue?o, sin embargo, es que llegue el momento en que una de sus novelas "toque la tecla adecuada" y le guste a mucha gente. De esta manera se apear¨ªa de lo que define como "un horror": la promoci¨®n. "Soy de los que piensa que los escritores no deber¨ªamos tener ni voz ni rostro m¨¢s que el propio libro", comenta. "Un autor que promociona un libro se ve obligado cada d¨ªa a justificar por qu¨¦ ha escrito el libro, por qu¨¦ ese protagonista... Es lo de rigor", se lamenta. Una tarea que no va con alguien como ¨¦l, "que duda profundamente, que se plantea continuamente si lo que escribe es bueno o malo, si tiene sentido o no".Pero para llegar a ese p¨²blico amplio, Garc¨ªa S¨¢nchez no est¨¢ dispuesto a hacer concesiones. "No hablo de ser un best seller, Dios me libre de ser un best seller, de su servidumbre. En mi caso, ser un best seller ir¨ªa en detrimento de la obra literaria", afirma tajante. Por eso tambi¨¦n se niega a pensar en sus lectores -"mayoritariamente lectoras, lo s¨¦"-. "Acabas escribiendo para ese lector que conoces, y eso es una servidumbre total, es un camino sin retorno", dice.

Una mujer de ninguna parte, la novela que ayer present¨® en Bilbao y hoy en San Sebasti¨¢n, sigue las convicciones del autor sobre el compromiso con la escritura. Una historia muy dura, perturbadora, que narra una degradaci¨®n. En pocos meses, Alicia, la protagonista, una mujer culta, de vida acomodada, atractiva, con dos hijos ya mayores, pasa de esa estabilidad al mayor de los abismos. Alicia entra en una profunda depresi¨®n y conocer¨¢ todos los grados de la miseria f¨ªsica y moral.

Garc¨ªa S¨¢nchez afirma sentirse igual de c¨®modo con un personaje femenino que masculino. "Yo soy una mujer, llevo una mujer dentro, es evidente", indica.

La novela aborda el mundo de la bebida y del sexo, las dos armas con las que la protagonista intenta luchar contra la depresi¨®n y con las que tambi¨¦n se autodestruye.

"El alcohol es el tema de la novela, seguramente, m¨¢s que otros. Un alcohol terminal, escabroso, no el sofisticado. Una mujer bebe en soledad y un hombre no tanto. El alcohol es la compa?¨ªa de esas mujeres que beben; los hombres beben en el bar. ?sa es la novela, de la soledad, de la ausencia", explica el autor.

La mujer de ninguna parte trata, adem¨¢s, de una de las enfermedades de nuestro tiempo, la depresi¨®n. "Es una enfermedad maldita. A la gente le cuesta decir que est¨¢ deprimida, y cuando lo dices, te linchan. Te apoyan dos d¨ªas y luego te abandonan. Eso es lo que le sucede a Alicia".