Coincidir, ?coincide?
Las coicidencias nos suelen dejar tiesos o, como quien dice, listos para engrosar una secta o comprarle un cup¨®n al primer ciego que se cruce en nuestro camino. Porque hay coincidencias may¨²sculas y coincidencias que coinciden en repetirse y ponerle a uno el d¨ªa hecho un determinismo. Para empezar aqu¨ª est¨¢ la m¨¢s gorda, porque no me negar¨¢n que tiene lo suyo que se publiquen a la vez el mapa del genoma humano y el tercer mensaje de F¨¢tima, o sea lo que nos constituye como humanos y lo que supuestamente reservaba Dios a la humanidad. Pero la profec¨ªa ha sido un fiasco, porque ah¨ª no hay m¨¢s que un convencional fotograma del fin de cualquier mundo visto por una mente infantil. S¨®lo a base de multiplicar a Al¨ª Agca para convertirle en tropa armada, considerar que el Vaticano puede ser, por cuanto cumbre de la cristiandad, la cima del monte con cruz que sal¨ªa en la visi¨®n e identificar al hombre de blanco -que en el mensaje mor¨ªa- con el Papa y no con un enfermero, cuadran las cosas. No me extra?a que el cardenal Ratzinger haya dicho que el futuro no est¨¢ predestinado, que es una forma elegante de decir que la pastorcilla de F¨¢tima se ha columpiado, porque puestos a ver tendr¨ªa que haber visto el genoma. ?O no podr¨ªa representar el hombre de blanco a la ignorancia perseguida por las armas de la ciencia, y la escabechina final, el troceo al que someten a los cromosomas antes de descifrarlos?Es lo malo de las coincidencias, que por no pecar de menos siempre pecas de m¨¢s y crees que est¨¢n para decirte algo muy fuerte. Aunque lo dif¨ªcil ser¨ªa no creerlo, porque el mismo d¨ªa del genoma de F¨¢tima, la Academia de Historia presentaba un informe quej¨¢ndose de la parcialidad con que se ense?a dicha disciplina en las comunidades aut¨®nomas. Los aut¨®nomos han respondido que lo suyo es por la fuerza centr¨ªfuga, mientras que lo de Espa?a es por la centr¨ªpeta; vamos, que ellos no hacen m¨¢s que ver la historia desde el ¨¢ngulo que les afecta, lo cual parecer¨ªa bastante razonable de no estar soslayando lo mayor de la cr¨ªtica, a saber que propalan mucha historia falseada. Y para ver que es verdad no hace falta ser acad¨¦mico, como tampoco hace falta ser lehendakari para faltar a la ¨ªdem, por m¨¢s que el nuestro dijera el otro d¨ªa que Euskadi es un Estado anterior al espa?ol. Y es que se empieza por ah¨ª y al cabo de medio Estatuto se acaba reclamando la soberan¨ªa que se dej¨® colgando del dolmen. Con lo que volvemos a lo de las coincidencias, y no porque la manipulaci¨®n de la historia tenga que ver con genes ni con iglesias -?o s¨ª?-, sino porque al poner el dedo en la territorialidad vuelve a suscitar el problema navarro. Pues bien, el mismo d¨ªa del informe acad¨¦mico -y de F¨¢tima y del santo cromosoma-, la prensa publicaba que los navarros he-mos decidido hacernos chinos. Lo siento por Permach, que se quejaba -el mismo d¨ªa- de que la ETB no saca nada de los navarros. ?C¨®mo iba a sacarnos si hemos cogido los esp¨¢rragos y los piquillos y nos hemos ido a China? De momento no se trata m¨¢s que de plantarlos all¨ª para venderlos como de aqu¨ª, pero en breve puede que nos llevemos tambi¨¦n las alcachofas, la txistorra y el patxaran y entonces tendremos todas las ra¨ªces y las latas all¨ª. Ahora se comprende la perra que ten¨ªa san Francisco por ir a China, quer¨ªa abonarnos el terreno.
A¨²n podr¨ªa relatarles la repugnante coincidencia entre la captura de algunos de los autores de la quema de casas gitanas en Almorad¨ª -que no tiene nada de racista, evidentemente- y la manifestaci¨®n que hicieron en Alemania los due?os de perros peligrosos quienes, para se?alar la condici¨®n de v¨ªctimas de sus bichos, tuvieron la nada racista idea de colgarles las mismas estrellas de David con que los nazis se?alaban a los jud¨ªos. Pero basta de coincidir, que para un d¨ªa ya es bastante. Bueno, a¨²n queda una cosa. Resulta que descolgar el m¨®vil cuando se conduce equivale o coincide con llevar un gramo de alcohol en la sangre, por eso estar¨ªa viendo coincidencias a troche y moche, pues cada gramo, digo cada llamada, se me sumar¨ªa a cada volantazo. Lo malo es que ni conduzco ni tengo m¨®vil, a ver si me han coincidido...
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