Pol¨ªticamente incorrecto
El candidato con botas, Vicente Fox, es un hombre farruco y pol¨ªticamente incorrecto, un vaquero valiente y deslenguado que se gan¨® la vida vendiendo forraje y calzado charro y entr¨® en pol¨ªtica, seg¨²n propia confesi¨®n, porque la acumulaci¨®n de compatriotas jodidos clamaba al cielo. Nunca el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) hab¨ªa tenido enfrente un contrincante con la labia y el mort¨ªfero carisma demostrados por el abanderado del Partido de Acci¨®n Nacional (PAN), de centro-derecha. "?Se considera demagogo? Absolutamente, no. ?Populista? Yo no enga?o a nadie, ni soborno, y mi compromiso est¨¢ con los pobres, con los ind¨ªgenas, y a eso hay quien le llama populismo".Vicente Fox, de 58 a?os, casado y separado, con cuatro hijos adoptivos, ha escuchado de todo y ha dicho de todo: resolver¨¢ en 15 minutos el problema de Chiapas si el subcomandante Marcos se aviene al calendario, crear¨¢ un mill¨®n y medio de puestos de trabajo, lograr¨¢ un crecimiento del PIB del orden de siete puntos y los corruptos recibir¨¢n castigos ejemplares y ser¨¢n exhibidos con grillos.
?Nos llevar¨¢ Fox al socialismo dictatorial?, alertaron 10 d¨ªas atr¨¢s los patriotas de M¨¦xico Nuevo. El pol¨ªtico que otros mencionan como vendido a Estados Unidos y al capital extranjero sumir¨¢ al M¨¦xico lindo en la dictadura del proletariado. V¨¦anlo ah¨ª en la foto hablando con el "tirano de las Antillas", en febrero de 1999, en dolosa complicidad. "Los grupos que se le han unido son de rigurosa l¨ªnea bolchevique", afirmaron en un anuncio de prensa con una fotograf¨ªa en la que aparecen Fox y sus hijos con Fidel Castro.
Vicente Fox Quesada, hijo de espa?ola de San Sebasti¨¢n y de mexicano descendiente de irlandeses, no es ap¨¢trida, ni fascista en ciernes, menos a¨²n comunista, ni presenta las caracter¨ªsticas locoides atribuidas al ex presidente ecuatoriano Abdal¨¢ Bucaram, destituido por el Congreso de su pa¨ªs. El candidato emergente, el Marlboro men mexicano, es un azote antipri¨ªsta de bigote fino y discurso grueso que enamora sin quererlo, y se confiesa pecador pero mon¨®gamo por la gracia de Dios. Subi¨® en las encuestas fustigando en cristiano contra las marraner¨ªas del PRI, contra el pol¨ªtico ladr¨®n y el gobernante fracasado.
Inevitablementre, el Fox aut¨¦ntico, el ex gerente de Coca-Cola M¨¦xico, fue demagogo en campa?a, codo a codo con sus rivales, porque no dispone de la maquinaria pri¨ªsta para acarrear votos, y debi¨® prometer casi todo a casi todos. Quienes dicen conocerle bien lo pronostican cuerdo a m¨¢s no poder, sin barbaridades en su eventual presidencia ni zarpazos susceptibles de romper el complejo tejido social mexicano. Fox compiti¨® rodeado de asesores que le soplan al o¨ªdo contra los escotes, el vicio homosexual y a favor del agua bendida, o de otros que le piden centrarse, situarse en la tercera v¨ªa y aceptar a los librepensadores.
El candidato del PAN se dice "un poco de izquierdas", rara avis en un partido con sus flancos m¨¢s reaccionarios cubiertos de telara?as. No modificar¨¢ sustancialmente la apertura econ¨®mica en curso, ni las relaciones con EEUU o con Espa?a, y menos podr¨¢ eliminar en muchos a?os el paternalismo de Estado que tanto critica al PRI. Sus adversarios anticipan que privatizar¨¢ hasta los bosques de Chapultepec. Es de todo menos pusil¨¢nime, y en 1991, declar¨¢ndose v¨ªctima de un fraude electoral en Guanajuato, se ech¨® a la calle contra el sistema. Prometi¨® hacerlo de nuevo si ahora le birlan la victoria.
"Soy una persona estable, de resultados probados en Guanajuato ; eso da credibilidad y eso termina el mito de que s¨®lo ellos saben gobernar". Cat¨®lico, apost¨®lico y mexicano, es extremadamente vulnerable al tinto con queso y al jam¨®n ib¨¦rico, se le cae la baba pensando en un besugo de Guetaria. "Hay que distribuir, hay que asegurar que todo el mundo tome su rebanada de pastel". Le esperan millones con la boca abierta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.