Europa organiza su primer viaje a la Luna La ESA discute en un congreso la exploraci¨®n del sat¨¦lite terrestre y futuras bases
"Han pasado treinta a?os desde que el hombre puso el pie en la Luna, y la gente piensa que ya se sabe todo sobre ella. Pues no es verdad", advirti¨® ayer Bernard Foing, jefe cient¨ªfico del primer sat¨¦lite que Europa enviar¨¢ al sat¨¦lite natural de la Tierra, dentro de apenas dos a?os. La Agencia Europea del Espacio (ESA) presenta esta semana esta misi¨®n, llamada Smart 1, en la cuarta conferencia internacional sobre la exploraci¨®n y explotaci¨®n de la Luna que se celebra en Holanda. Aunque Smart 1 servir¨¢ sobre todo para ensayar tecnolog¨ªa para futuras misiones de exploraci¨®n planetaria, los expertos le confieren el valor simb¨®lico de ser la primera de una flotilla lunar que en los pr¨®ximos a?os estudiar¨¢ en serio la posibilidad de establecer una base en la Luna.
Instrumentos
Se espera adem¨¢s que esta misi¨®n europea proporcione m¨¢s datos sobre la existencia de hielo de agua en los polos lunares, y sobre la gran cuesti¨®n de c¨®mo se form¨® el sat¨¦lite. Smart 1 es especial tambi¨¦n por ser el primer ejemplo de un cambio de filosof¨ªa en las misiones de la ESA. Como indica su nombre, siglas en ingl¨¦s de Peque?as Misiones para Investigaci¨®n Avanzada y Tecnolog¨ªa, Smart 1 es un sat¨¦lite peque?o que aprovecha tecnolog¨ªa desarrollada para otras misiones anteriores, y que por tanto es m¨¢s barato y tambi¨¦n mucho m¨¢s r¨¢pido. Fue aprobada oficialmente como misi¨®n de la ESA en septiembre del a?o pasado, con un presupuesto de 84 millones de euros, y su contratista principal, Swedish Space Corporation, empez¨® la fase de desarrollo un mes m¨¢s tarde. El lanzamiento, en un cohete Ariane 5, se prev¨¦ para octubre de 2002.
?No implica este cambio de orientaci¨®n un contagio de la filosof¨ªa M¨¢s r¨¢pido, mejor y m¨¢s barato de la NASA, a la que en parte se atribuye los recientes fallos de la agencia estadounidense? "No. Es cierto que tenemos un presupuesto limitado, pero tendremos tiempo para hacer todos los ensayos que sean necesarios", asegura Foing.
El primer objetivo de la misi¨®n ser¨¢ probar un nuevo sistema de propulsi¨®n el¨¦ctrica, empleada hasta ahora s¨®lo una vez en misiones interplanetarias -la Deep Space 1 de la NASA- y que la ESA planea usar en su misi¨®n Bepi Colombo al planeta Mercurio. Es un sistema que reduce el peso de los sat¨¦lites en los lanzamientos y es mucho m¨¢s eficiente que el combustible convencional en misiones interplanetarias. En el caso de Smart 1, el com-bustible ser¨¢ el gas noble xen¨®n, que ser¨¢ ionizado con la energ¨ªa procedente de los paneles solares del sat¨¦lite. As¨ª, empujado por fuerzas de repulsi¨®n electrost¨¢tica, el sat¨¦lite tardar¨¢ entre 13 y 15 meses en colocarse en ¨®rbita de la Luna, a una altura de 300 kil¨®metros. All¨ª estar¨¢ seis meses.
Dos instrumentos a bordo del sat¨¦lite vigilar¨¢n el motor. Pero tambi¨¦n habr¨¢ una microc¨¢mara de alta resoluci¨®n para estudiar la superficie lunar, un espectr¨®metro infrarrojo y otro de rayos X que analizar¨¢ con un detalle sin precedentes la distribuci¨®n de los principales elementos que componen las rocas lunares (magnesio, silicio, aluminio, ox¨ªgeno y hierro). Esta ¨²ltima informaci¨®n es importante para los temas discutidos por unos 125 expertos esta semana en el congreso en Holanda: c¨®mo usar los recursos naturales de la Luna para establecer, quiz¨¢ antes del 2015, una base lunar."Queremos transmitir la idea de que una base as¨ª no es en absoluto ciencia ficci¨®n", indica Ignasi Casanova, de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a y miembro del Instituto Catal¨¢n de Estudios Espaciales, coinvestigador del espectr¨®metro de rayos X.
Una de las l¨ªneas de trabajo de su grupo consiste en extraer el ox¨ªgeno que en la Luna est¨¢ combinado con el resto de minerales formando silicatos. Seg¨²n sus c¨¢lculos, "extrayendo el ox¨ªgeno de un ¨¢rea comparable a un estadio de f¨²tbol se podr¨ªa abastecer a seis personas durante un periodo de siete a?os". La tecnolog¨ªa ya est¨¢ disponible experimentalmente: se trata de calentar con paneles solares los llamados vidrios lunares -compuestos s¨®lo existentes en la Luna, descubiertos por la misi¨®n Apolo 17- a una temperatura de unos 600 grados, y combinarlos con hidr¨®geno; as¨ª se formar¨ªa agua, de la que se extraer¨ªa el ox¨ªgeno f¨¢cilmente.
La otra l¨ªnea del grupo catal¨¢n, que colabora con el Johnson Space Center de la NASA y con la agencia espacial alemana DLR, no es menos sugerente: usar los minerales lunares para obtener materiales de construcci¨®n para la futura base.
El concepto explorador incluye peque?os robots que recorrerr¨ªan la superficie lunar, siete de los cuales fueron presentados ayer por la ESA. "El regolito es un polvo fino, muy abrasivo, que acaba destruyendo cualquier engranaje", explica Casanova. "La idea es que un l¨¢ser vaya fundiendo el terreno por donde va a desplazarse el robot, para que al solidificarse se forme un pavimento de este basalto moldeado".
Pese a los proyectos que se exponen esta semana, "a¨²n no hay un compromiso formal por parte de las agencias espaciales para construir una base lunar", indica el experto Peter Eckart. "La intenci¨®n m¨¢s clara por ahora la muestran los japoneses, pero no significa que est¨¦n m¨¢s avanzados tecnol¨®gicamente". Jap¨®n planea lanzar en el 2003 el sat¨¦lite Lunar-A, al que seguir¨¢ el Selene, que se posar¨¢ sobre la superficie lunar. Su intenci¨®n de crear una base all¨ª es expl¨ªcita, pero tropiezan con los mismos problemas pr¨¢cticos que los dem¨¢s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.