El gasto farmac¨¦utico, agujero negro de la sanidad

La industria

La raz¨®n de fondo que subyace a las medidas del Gobierno y a la reacci¨®n de las farmacias no es la liberalizaci¨®n del sector -que siempre ha estado y sigue estando intervenido por los cuatro costados-, sino el gasto farmac¨¦utico p¨²blico, uno de los problemas m¨¢s graves de la sanidad espa?ola. El Sistema Nacional de Salud se gast¨® en medicamentos el a?o pasado m¨¢s de un bill¨®n de pesetas (1.041.047 millones, para ser exactos), y el gasto viene creciendo a unos ritmos insoportables, cercanos al 10% anual.De este modo, el gasto farmac¨¦utico est¨¢ devorando los presupuestos de la sanidad p¨²blica. La factura en medicamentos ya da cuenta por s¨ª sola del 24% del presupuesto sanitario espa?ol, uno de los porcentajes m¨¢s altos de la Uni¨®n Europea. ?sa es la principal raz¨®n del Gobierno para intentar recortar esas cifras.

Otra cuesti¨®n es si las medidas del Gobierno son adecuadas para conseguir ese objetivo. Por ejemplo, el impacto que pueda tener el recorte de los m¨¢rgenes que percibe el farmac¨¦utico por los medicamentos m¨¢s caros depender¨¢ de la impredecible evoluci¨®n de los precios de los nuevos f¨¢rmacos.

Actualmente, s¨®lo algunos antirretrovirales y drogas para atenuar el rechazo inmunol¨®gico superan las 20.000 pesetas por envase, pero es probable que el n¨²mero de medicamentos caros crezca deprisa en los pr¨®ximos a?os.

Los m¨¢rgenes de las farmacias son un factor secundario en el incremento del gasto p¨²blico. Las dos principales causas del crecimiento disparado de la factura farmac¨¦utica, seg¨²n coinciden en se?alar los expertos, son el envejecimiento de la poblaci¨®n y, sobre todo, la continua aparici¨®n de nuevos medicamentos que la sanidad p¨²blica se ve forzada a financiar para satisfacer la demanda de los ciudadanos y las presiones de la poderosa industria farmac¨¦utica.El a?o pasado, el Gobierno rebaj¨® por decreto el precio de los f¨¢rmacos en un promedio del 6%, una medida que reduce en unos 50.000 millones de pesetas anuales los beneficios de los laboratorios. Pero el decreto no evit¨® que el gasto farmac¨¦utico creciera un 10% en 1999.

Una medida m¨¢s estable para recortar el gasto es el llamado decreto de precios de referencia, que entrar¨¢ en vigor en pocas semanas y pretende estimular el uso de los gen¨¦ricos, medicamentos que han perdido la patente y se venden m¨¢s baratos. Funcionar¨¢ as¨ª: cuando un m¨¦dico recete un f¨¢rmaco con marca, el farmac¨¦utico estar¨¢ obligado a sustituirlo por su gen¨¦rico o a cobrar al paciente la diferencia de precio.