Ayudemos a las familias

En todo el pa¨ªs se ha vivido con intensidad la tragedia ocurrida en la carretera de Soria. La magnitud se ha visto acrecentada al tratarse, en su mayor¨ªa, de adolescentes que en la flor de la vida han dejado a sus familiares con un vac¨ªo que nunca llenar¨¢n. En Cu¨¦llar se ha vivido de manera especial, y soy consciente de que todos los vecinos comparten los sentimientos de dolor de las familias m¨¢s directamente afectadas. En nombre de todos ellos quiero, desde estas l¨ªneas, enviar un mensaje de solidaridad a los familiares de las v¨ªctimas. Compartir el dolor no va a solucionar su dram¨¢tica situaci¨®n; sin embargo, no hay ya nada que pueda devolverles la vida.En estos momentos, recientes a¨²n, en los que se agolpan sentimientos de dolor inconsolables, son m¨¢s importantes la solidaridad y el calor humanos que entre todos podamos ofrecer para ayudar a sobrellevar la existencia de cada uno. Nuestro convecino F¨¦lix era un hombre que amaba la vida, joven, esperando un hijo e ilusionado con su trabajo y sus aficiones; lo que menos esperaba era lo que le ocurri¨®.

Hemos asistido tambi¨¦n a interpretaciones y manifestaciones m¨¢s fruto de la crudeza del momento que de la reflexi¨®n. Tal vez en alg¨²n momento se sepan las causas y los motivos del accidente. En todo caso, hay una investigaci¨®n en marcha que esclarecer¨¢ los hechos. No es momento, por tanto, de buscar culpables, sino de quitar hierro, que bastante tienen las familias como para bombardearlas m¨¢s.

Asuma cada parte su responsabilidad para evitar en el futuro, en la medida que es evitable, una tragedia como ¨¦sta y p¨®ngase cada uno con su tarea, pero no perdamos la cabeza en buscar una cabeza de turco cuando estamos soportando accidentes de tr¨¢fico todos los d¨ªas y estamos pagando el peaje del progreso con vi

das humanas todos los d¨ªas. S¨®lo quienes padecen estas situaciones conocen las secuelas; a quienes no les ha llegado piensan que nunca les tocar¨¢. Es el lado m¨¢s amargo, con mucha diferencia, del progreso. Ayudemos a las familias y compartamos con ellas todo lo que podamos, es la ¨²nica contribuci¨®n que podemos hacer para mitigar su dolor.- Octavio Cantalejo Olmos. Alcalde de Cu¨¦llar. Cu¨¦llar, Segovia.