Caminando bajo la luna llena
Este domingo, d¨ªa 16 de julio, a las 9.49 horas de la noche, si Zeus nub¨ªfero no lo impide, la luna llena irrumpir¨¢ en el cielo madrile?o y cientos de lun¨¢ticos habr¨¢ que salgan a andar por la sierra del Guadarrama aprovechando la favorable conjunci¨®n de la templanza nocturna estival y la buena visibilidad que proporciona el flexo lunar. Ser¨¢ la llamada Luna de Heno o Luna de Trueno. Y para m¨¢s curiosidad, coincidir¨¢ con un eclipse total de Luna, el ¨²ltimo del milenio, que, lamentablemente, s¨®lo ser¨¢ perceptible desde algunas islas del Pac¨ªfico, la Ant¨¢rtida, Ocean¨ªa y otros lugares ex¨®ticos que ya nos gustar¨ªa poder recomendar como excursiones.La Luna y el Guadarrama forman un matrimonio preternatural, sellado con alianza de plata y piedra berroque?a, cuya magia ha hechizado a no pocas almas sensibles.
Machado le consagr¨® tres poemas: Iris de la noche ("Hacia Madrid, una noche, / va el tren por el Guadarrama. / En el cielo, el arco iris / que hacen la Luna y el agua..."), Apunte de sierra ("?A la luna clara, / canchos de granito / donde bate el agua! / ?A la luna clara, / Guadarrama pule / las u?as de piedra!...") y Noches de Castilla ("Alegre luna de marzo / tras el azul de la sierra, / t¨² eres un panal de luz / que labran blancas abejas...").
Baroja, en Camino de perfecci¨®n (1902), pint¨® un anochecer en Cercedilla bajo una luna roja, enorme, cual un Sol enfermizo, casi "como si en aquel instante fuera a cumplirse la profec¨ªa t¨¦trica de alg¨²n agorero del milenario". Fern¨¢ndez Shaw (1865-1911) compuso la risue?a letrilla que empieza: "En clara noche de luna clara / brilla a la luna / la gran laguna / de Pe?alara".
Y Mesa, en Andanzas serranas (1910), la m¨¢s rom¨¢ntica semblanza de la cartuja del Paular, largo tiempo abandonada, los rayos de luna penetrando por las g¨®ticas arcadas del claustro en fajas de luz..."; el mismo claustro, por cierto, donde a¨²n puede admirarse un reloj de luna, tal es la luminosidad del astro nocturno en el ¨¦ter impoluto de la sierra.
De todas las posibles marchas nocturnas por el Guadarrama, la m¨¢s cl¨¢sica y hermosa es la ascensi¨®n a la Maliciosa. Sus ventajas son obvias: el camino es imperdible, se halla expuesto en todo momento a la claridad lunar y la cima constituye un excelente observatorio, situado a 2.227 metros -la octava altura de la sierra- y cortado a pico por el sur, de tal suerte que semeja la proa de una colosal nave espacial flotando a media distancia entre las estrellas del firmamento y las constelaciones de los pueblos del piedemonte: Manzanares, El Boalo, Cerceda, Mataelpino, Becerril, Navacerrada.
Debemos suponer que nadie es tan gallote como para pretender subir de noche a la Maliciosa sin haberlo hecho antes de d¨ªa; as¨ª que nos ahorraremos los pormenores del camino a seguir.
Baste decir que hay que salir del puerto de Navacerrada (1.860 metros) por la calle asfaltada que sube por detr¨¢s del bar Dos Castillas, para enseguida enlazar con una pista de hormig¨®n -el antiguo camino de los Ventisqueros-, que conduce en una hora hasta las luces del repetidor de televisi¨®n de la Bola del Mundo (2.268 metros).
Una vez all¨ª, se ha de girar a la derecha, rumbo sureste, perder 200 metros hasta el collado del Piornal y volver a ganar altura para coronar, cumplidas dos horas, la cumbre rocosa de la Maliciosa.
Nunca olvidaremos aquella luna llena de septiembre en que navegamos por primera vez a bordo de la Maliciosa nocturna.
La regi¨®n, toda ella en fiestas, era puro fuego de artificio: "Una inmensa bah¨ªa", como la describi¨® hace 65 a?os Juan Antonio Dimas, "salpicada con las luces de posici¨®n de todos los transatl¨¢nticos y los reflectores deslumbrantes de todas las escuadras del mundo".
Pero en la Maliciosa, aun en las noches m¨¢s bonancibles del est¨ªo, sopla un viento heridor -la temperatura media anual ronda los cuatro grados y los d¨ªas de helada son 320-, y el andar recordando estas cosas puede costarnos una pulmon¨ªa... Es hora de volver a puerto.
Tres fechas propicias
- D¨®nde. El puerto de Navacerrada dista unos 60 kil¨®metros de Madrid. Se puede ir en coche por la carretera de A Coru?a (A-6), desvi¨¢ndose en Villalba por la carretera M-601. Tambi¨¦n es posible utilizar el tren de cercan¨ªas (Renfe, tel¨¦fono 902 24 02 02), haciendo trasbordo en Cercedilla, as¨ª como los autobuses de la empresa Larrea (tel¨¦fono 91 530 48 00), que salen desde Moncloa. - Cu¨¢ndo. Las tres lunas llenas de este verano, que caen en el 16 de julio, 15 de agosto y 13 de septiembre, o las noches pr¨®ximas a ellas, son las noches m¨¢s indicadas para acometer esta marcha especial. La caminata requiere aproximadamente cuatro horas de duraci¨®n -dos kil¨®metros, ida y vuel-ta por el mismo camino-, con un desnivel acumulado de 750 metros y una dificultad calificada como media-baja. No obstante su sencillez, es conveniente tener un conocimiento previo del terreno. Hay que elegir una noche despejada, sin nubes, llevar varias linternas con pilas de repuesto, ir pertrechados con ropa de abrigo, salir provisto de tel¨¦fono m¨®vil, y caminar acompa?ado.
- Qui¨¦n. La agencia de viajes Arawak Viajes (tel¨¦fono 91 474 25 24) organiza marchas nocturnas por la sierra del Guadarrama coincidiendo con la luna llena.
- Y qu¨¦ m¨¢s. Cartograf¨ªa: hoja 18-20 (Cercedilla) del Servicio Geogr¨¢fico del Ej¨¦rcito, o la equivalente (508) del Instituto Geogr¨¢fico Nacional; tambi¨¦n se puede utilizar el mapa excursionista Sierra de Guadarrama, a escala 1:50.000, de La Tienda Verde (en la calle de Maudes, 23 y 38; tel¨¦fono 91 534 32 57).
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