Quince minutos para pacificar Chiapas
El presidente electo de M¨¦xico, Vicente Fox, retomar¨¢ las negociaciones para solucionar la rebeli¨®n ind¨ªgena de 1994
Obligado por las subastas de campa?a, y su propio convencimiento, el presidente electo de M¨¦xico, Vicente Fox, prometi¨® resolver el conflicto de Chiapas "en 15 minutos" si el subcomandante Marcos se aviene al calendario. El ganador de las hist¨®ricas elecciones del 2 de julio ha reiterado su inter¨¦s por un encuentro con el jefe rebelde, pero ser¨¢ necesario m¨¢s de un cuarto de hora para solucionar el levantamiento ind¨ªgena de 1994. "Estoy buscando una cita con ¨¦l, reemprender el proceso de di¨¢logo y la negociaci¨®n", declar¨® Fox.El nuevo di¨¢logo deber¨¢ arrancar con una relectura de los acuerdos de San Andr¨¦s Larr¨¢inzar, suscritos por el Gobierno de Ernesto Zedillo el 16 de febrero de 1996, despu¨¦s de haber sido negociados entre una delegaci¨®n oficial y el Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN). Su contenido debi¨® traducirse en leyes y aplicaci¨®n pr¨¢ctica, pero no fue posible. Despu¨¦s de varias discusiones con los zapatistas, se acord¨® que la Comisi¨®n de Concordia y Pacificaci¨®n (Cocopa), integrada por los partidos con representaci¨®n parlamentaria, redactara las propuestas de ley partiendo de la letra de los acuerdos.
El 19 de diciembre de aquel a?o, el Gobierno present¨® 27 revisiones a esa redacci¨®n, posteriormente limitadas a cuatro fundamentales. Marcos consider¨® que enmendaban el n¨²cleo y significaban, de hecho, el incumplimiento de la palabra dada y mantener injusticias de siglos. "No renegociaremos los acuerdos de San Andr¨¦s, ni aunque la renegociaci¨®n se disfrace de 'revisi¨®n'. (...) Ni una palabra, ni un punto, ni una coma vamos a permitir que se cambie", subray¨® Marcos.
Rescatado del olvido
La situaci¨®n ha cambiado poco desde entonces, y la larga campa?a previa a las elecciones sumieron definitivamente en el olvido el caso Chiapas. No desconoce Fox la complejidad de un problema que impide la normalizaci¨®n pol¨ªtica de M¨¦xico. El Gobierno de Zedillo rechaz¨® los conceptos de propiedad territorial, autonom¨ªa y espacios de radio y televisi¨®n propios contenidos en el apartado de los derechos ind¨ªgenas de la propuesta de ley redactada por Cocopa. La aceptaci¨®n sin restricciones de los acuerdos de San Andr¨¦s, insisten fuentes oficiales, entronizar¨ªa el fanatismo y formas antidemocr¨¢ticas de gobierno, causar¨ªa sangrientos conflictos por la propiedad de tierras y recursos naturales y socavar¨ªa la integridad territorial del pa¨ªs al franquear el paso a reclamaciones independentistas.El asunto no es menor porque las modificaciones del marco legal establecidas en los acuerdos y en las fracasadas iniciativas de ley que lo desarrollaban hubieran obligado a cambios constitucionales que afectar¨ªan no s¨®lo a Chiapas, sino a los 10 millones de ind¨ªgenas mexicanos de diferentes etnias, un 10% de la poblaci¨®n.
"Estamos preparados para que el punto de negociaci¨®n sean precisamente los acuerdos de San Andr¨¦s Larr¨¢inzar", manifest¨® Fox. Si el proceso entrara en una fase de entendimiento, ordenar¨ªa el repliegue del Ej¨¦rcito hasta sus anteriores posiciones. "Espero que [Marcos] me d¨¦ la oportunidad de hablar con ¨¦l antes de mi toma de posesi¨®n [el 1 de diciembre]", agreg¨® el presidente electo.
La oportunidad se presentar¨¢ antes o despu¨¦s, y el nuevo gobernante y el encapuchado de la selva Lacandona, o sus delegados, deber¨¢n abordar los puntos m¨¢s pol¨¦micos de unos acuerdos cuya negociada ejecuci¨®n pondr¨ªa fin al levantamiento que comenz¨® el mismo d¨ªa que entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Canad¨¢ y M¨¦xico.
"Nosotros hoy decimos ?basta! Somos los herederos de los verdaderos forjadores de nuestra nacionalidad. Los despose¨ªdos somos millones y llamamos a nuestros hermanos a que se sumen a este llamado", subrayaron los rebeldes en la proclama de sublevaci¨®n. "Es el ¨²nico camino para no morir de hambre ante la ambici¨®n insaciable de una dictadura de m¨¢s de 70 a?os, encabezada por una camarilla de traidores que representan a los grupos m¨¢s conservadores y vendepatrias". El 12 de enero callaron las armas, y el conflicto permanece desde entonces enquistado, sujeto a peri¨®dicos y cruentos sobresaltos. El m¨¢s grave fue la matanza de 40 ind¨ªgenas prozapatistas ocurrida en la aldea de Acteal durante las Navidades de 1997.
Las correcciones del Gobierno a los compromisos de San Andr¨¦s fueron sustantivas. Una propuso que la ley estableciera que "la naci¨®n mexicana tiene una composici¨®n pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos ind¨ªgenas, a los cuales, en los t¨¦rminos de la Constituci¨®n, se les reconoce el derecho a la libre determinaci¨®n, que se expresa en un marco de autonom¨ªa respecto de sus formas internas de convivencia y de organizaci¨®n social, econ¨®mica, pol¨ªtica y cultural". Ese derecho les permitir¨ªa "aplicar sus normas, usos y costumbres en la regulaci¨®n y soluci¨®n de los conflictos internos...".
La redacci¨®n original del proyecto de ley de la Comisi¨®n de Concordia y Pacificaci¨®n se?alaba que "los pueblos ind¨ªgenas tienen el derecho a la libre determinaci¨®n, y, como expresi¨®n de ¨¦sta, a la autonom¨ªa como parte del Estado mexicano para decidir sus formas internas de convivencia y de organizaci¨®n social, econ¨®mica, pol¨ªtica y cultural...". El Gobierno teme que la autonom¨ªa a conceder sea objeto de nuevas interpretaciones y choques, y alguien pida la mediaci¨®n de organismos internacionales. "El problema para M¨¦xico ser¨ªa may¨²sculo", dijo un experto en derecho internacional.
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