Las frases lapidarias de Jacob
Las l¨¢pidas hebreas del cementerio jud¨ªo de Girona eran, 100 a?os atr¨¢s, un estorbo para los arados que profanaban sin miramientos el camposanto abandonado o para la v¨ªa f¨¦rrea que hizo avanzar el progreso sobre los restos de los antepasados de la comunidad del Call. Muchas estelas funerarias fueron utilizadas entonces como piedras para los muros de viviendas cercanas o como ornamento de patios y huertas. Las l¨¢pidas que sobrevivieron a los devastadores efectos de la expulsi¨®n de los jud¨ªos, hace cinco siglos, se exponen desde hace unos d¨ªas en el Museo de los Jud¨ªos de Girona. Entre ellas se encuentra la l¨¢pida que posiblemente daba la bienvenida a los visitantes de la sinagoga con el siguiente texto: "Casa de Jacob, venid y caminad en la luz del Se?or. Esperad en ?l siempre. Derramad sobre ?l vuestro coraz¨®n. Abrid las puertas para que pueda entrar el pueblo piadoso que guarda la fe. Ensalzad al Se?or Dios Nuestro, prosternaos ante sus huellas. ?l es santo".La exposici¨®n permanente en el reformado Centro Bonastruc ?a Porta, en la calle de la For?a, donde se concentra el legado jud¨ªo en Girona, es la colecci¨®n arqueol¨®gica y epigr¨¢fica m¨¢s importante de Espa?a. Las l¨¢pidas expuestas, localizadas a finales del siglo XIX en la zona conocida como el Bou d'Or y tambi¨¦n monta?a de los jud¨ªos (Montju?c), est¨¢n datadas entre los siglos XII y XV. Las estelas funerarias se encontraban hasta ahora en el Museo de Arquelog¨ªa de Catalu?a de Girona y han sido cedidas al museo municipal gracias a un convenio de colaboraci¨®n firmado con la Generalitat.
La exposici¨®n pone un nuevo grano de arena en el proceso de recuperaci¨®n del patrimonio cultural y la memoria hist¨®rica que los jud¨ªos dejaron en Girona. De hecho, las tumbas constituyen uno de los escasos elementos tangibles de la presencia jud¨ªa en la ciudad, adem¨¢s de un rico santoral donde aparecen documentados nombres como Salom¨®, Regina, Astruc o Jucef. Las recientes excavaciones en el Bou d'Or han permitido desenterrar m¨¢s de 200 tumbas. Los entierros jud¨ªos eran austeros. Los cad¨¢veres se envolv¨ªan en una mortaja de lino blanco y se depositaban directamente en la fosa o en un f¨¦retro de madera. La orientaci¨®n era siempre de este a oeste. A pesar del gran n¨²mero de tumbas excavadas, s¨®lo han aparecido, adem¨¢s de los esqueletos, algunas joyas y abalorios.
El edicto de expulsi¨®n firmada por los Reyes Cat¨®licos y las conversiones masivas borraron con rapidez los vestigios de una comunidad que entre los siglos XIII y XIV goz¨® de su m¨¢ximo esplendor. En el a?o 1340 el censo de jud¨ªos en Girona rondaba los 800 habitantes, una cifra que supon¨ªa un 8% de la poblaci¨®n.
El Museo de los Jud¨ªos de Girona contribuye a divulgar un pasado hist¨®rico que a menudo ha sido silenciado. La decadencia de la comunidad de Girona tiene su punto de inflexi¨®n en el primer tercio del siglo XIV, cuando un cambio de la situaci¨®n social hace estallar la violencia contra los jud¨ªos. La coexistencia pac¨ªfica se ve alterada por alborotos que desembocan en conversiones masivas. Son escasos los practicantes del juda¨ªsmo que prefieren el exilio a la imposici¨®n del cristianismo.
El museo de los jud¨ªos expone un plano que delimita el Call (barrio jud¨ªo) y documenta sobre la identidad de los moradores de cada vivienda. Los estudios han localizado tres posibles sinagogas en el reducto. Las ocupaciones de los integrantes de la comunidad inclu¨ªan las labores textiles y la joyer¨ªa, pasando por la encuadernaci¨®n de libros. Otros se dedicaban a una actividad que contribuy¨® a sembrar el recelo hacia los jud¨ªos y a colgarles el sambenito de usureros: el pr¨¦stamo.
El crecimiento paulatino del museo supone, unido al Centro Bonastruc ?a Porta y el Instituto de Estudios Nahm¨¢nides, el fortalecimiento de la tercera pata que sustenta la recuperaci¨®n municipal del legado jud¨ªo en Girona.
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