"Mi sangre es cien por cien colombiana"

"Mi sangre es cien por cien colombiana", se presenta Santiago Botero ante la pregunta sobre los or¨ªgenes de su aspecto y de sus cualidades como ciclista. ?l es un colombiano at¨ªpico. S¨ª escala, como todos los profesionales de su abrupto pa¨ªs. Pero adem¨¢s desciende, se defiende sin problemas en las contrarreloj y le gusta el fr¨ªo. Es un tipo que no se ajusta en absoluto a los c¨¢nones de los viejos escarabajos: rubio, con ojos azules, a punto de conseguir la licenciatura en Econ¨®micas en una universidad norteamericana. Pese a todo recalca: "Soy de Medell¨ªn, y mis padres son totalmente colombianos".Su especificidad se da incluso dentro de su organismo. ?l produce de manera natural unos niveles de testosterona superiores a los normales, que le han acarreado una sanci¨®n por dopaje. Botero aclar¨® ayer todo el proceso. En 1998 le permitieron competir con un nivel especial de esta hormona anabolizante (con una tasa de diez en vez del tope habitual de seis). El a?o pasado, en cambio, tras acabar cuarto el Tour de Romand¨ªa le detectaron unos niveles muy por encima de ese diez. Le obligaron a someterse a varios an¨¢lisis, el ¨²ltimo de ellos en Lausana. All¨ª, en reposo, dio unos niveles altos, aunque se los toleraron. Al entrar en competici¨®n, crecieron a¨²n m¨¢s y la Federaci¨®n Colombiana, "con la intervenci¨®n de la UCI", le suspendi¨®. Era la v¨ªspera del comienzo de la Vuelta a Espa?a. Permaneci¨® inactivo ocho meses, hasta el pasado 3 de mayo.

"Fue muy duro. Por eso esta victoria significa tanto", coment¨® ayer en la meta de Brian?on el nuevo l¨ªder de la monta?a. La suspensi¨®n probablemente ha influido para encontrar a un Botero m¨¢s fresco, plet¨®rico para el Tour. En su pa¨ªs, no obstante, ya lo ve¨ªan venir. "Si un d¨ªa hay un colombiano que gane el Tour, ¨¦se s¨®lo puede ser ¨¦l", avisan hace un tiempo. A toro pasado, el Kelme tambi¨¦n pod¨ªa haber apostado por ¨¦l desde el principio, y no sacrificarle en Hautacam y en el Mont Ventoux. Pero no se le esperaba una regularidad tan apabullante. "A veces le entra la nostalgia y desfallece en una etapa", dicen en su equipo cuando hay que buscarle un defecto.