La divisi¨®n de funciones en la ejecutiva del PSC ata a Maragall y a Montilla en decisiones clave

Con una precisi¨®n matem¨¢tica, las previsiones precongresuales acerca del reparto de funciones entre Pasqual Maragall como presidente del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) y Jos¨¦ Montilla como primer secretario del partido se han convertido en realidad. Para Maragall, la pol¨ªtica en las instituciones, el mundo exterior. Para Montilla, el partido, el mundo interior. Sin embargo, esta divisi¨®n de funciones deja a Maragall completamente atado a Montilla a la hora de realizar operaciones como la coalici¨®n que encabez¨® en las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas.

El reparto se ha materializado en un documento, el reglamento de funcionamiento de la comisi¨®n ejecutiva. Lo aprob¨® la propia ejecutiva en su ¨²ltima reuni¨®n. Es la carta de navegaci¨®n por la que deber¨¢n guiarse los miembros de la direcci¨®n. Dos de sus 36 art¨ªculos est¨¢n destinados a fijar las competencias de la presidencia y la primera secretar¨ªa.Son breves y concisos. El articulo 10 dice que la presidencia del partido "asumir¨¢ la representaci¨®n del partido". "Le corresponde el impulso de la pol¨ªtica de cambio y progreso en Catalu?a, la definici¨®n de los criterios de actuaci¨®n en el Parlament y la orientaci¨®n de la pol¨ªtica en las Cortes Generales y el Parlamento Europeo. Es la interlocutora del partido con las instituciones". ?stos son, pues, los poderes de Maragall en el PSC.

El art¨ªculo 11 de este reglamento, dedicado a la primera secretar¨ªa, es m¨¢s breve todav¨ªa. Dice que "impulsa y coordina la estrategia y la acci¨®n pol¨ªtica del partido". "Es la portavoz cualificada de la comisi¨®n ejecutiva; coordina y dirige los trabajos de la comisi¨®n ejecutiva y es la responsable de las relaciones con otras formaciones pol¨ªticas y fuerzas sociales".

Maragall adelant¨® dos d¨ªas antes del noveno congreso del PSC, en una entrevista radiof¨®nica, que ¨¦sa iba a ser la divisi¨®n de tareas. "A m¨ª me toca tener una iniciativa de car¨¢cter m¨¢s p¨²blico y a Montilla poner orden dentro del partido y que todo sea como debe ser".

Coherente con esta situaci¨®n, el reparto de despachos en la sede central del PSC, en la calle de Nicaragua de Barcelona, ha consagrado el nuevo orden. El primer secretario tiene su despacho en la planta noble del edificio, la cuarta, donde estaba, s¨®lo que ahora ocupado por Montilla y no por Narc¨ªs Serra, y donde contin¨²a teniendo tambi¨¦n el suyo Jos¨¦ Borrell. A esta planta se ha trasladado el despacho del secretario de organizaci¨®n, que antes estaba en la segunda.

La presidencia, en cambio, ha bajado hasta la segunda planta, donde est¨¢n las secretar¨ªas de los grupos parlamentarios. Los portavoces del PSC aseguran que este cambio se debe a la exclusiva voluntad del propio Maragall, que ha querido tener cerca a los responsables parlamentarios. En este segundo piso est¨¢ tambi¨¦n el despacho de Josep Maria Sala.

Distinguir hasta qu¨¦ punto la diferencia entre funciones "exteriores" e "interiores" es una cuesti¨®n de geograf¨ªa o de entidad pol¨ªtica s¨®lo ser¨¢ posible con el paso del tiempo. El mes que ha transcurrido desde la celebraci¨®n del congreso del PSC est¨¢ marcado, sobre todo, por la preparaci¨®n del congreso del PSOE, de cuyo buen resultado dependen tambi¨¦n en buena medida las expectativas de los socialistas catalanes. Y a este asunto han dedicado su activ¨ªsima atenci¨®n tanto Maragall como Montilla.

La naturaleza de los retos que pretende superar el PSC, sin embargo, convierte en superpuestas las funciones que se han reservado para s¨ª Maragall y Montilla. Si Maragall quiere volver a encabezar en las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas una coalici¨®n con Iniciativa-Verds y Ciutadans pel Canvi, por ejemplo, est¨¢ claro que eso forma parte del "impulso a la pol¨ªtica de cambio y progreso" en Catalu?a que le atribuye el reglamento. Pero tambi¨¦n est¨¢ claro que una operaci¨®n de este tipo entra de lleno en las funciones que Montilla tiene como "responsable de las relaciones con otras formaciones pol¨ªticas y fuerzas sociales".

Los conocedores de la manera de actuar de Maragall aseguran que tiene un gusto especial por los organigramas complicados y con duplicidades de este tipo. La experiencia, no obstante, se refiere a la etapa como alcalde, un cargo dotado de poderes omn¨ªmodos en la estructura municipal. Las duplicidades eran para los otros, los concejales. Ahora son para ¨¦l. Para haber sido proyectado como el gran l¨ªder del partido, no deja de ser una iron¨ªa. O, simplemente, una demostraci¨®n de que, como tantas cosas en la vida, el PSC es de quien se lo trabaja. Y quien se lo ha trabajado durante los ¨²ltimos ocho a?os es Montilla.