'La casa de la pradera'
Cita de eclecticismo musical, este concierto -caro, como todos ¨²ltimamente- con una visualmente y agobiante parafernalia mercadot¨¦cnica impuesta por el patrocinador y organizador (una conocida marca de telefon¨ªa m¨®vil) reuni¨® a tres grupos cuyo ¨²nico punto en com¨²n es el ¨¦xito en ventas. Abrieron los murcianos M-Clan, que salvaron la papeleta de bregar con un sonido ciertamente perruno y pusieron el punto de rock en una velada en la que la blandura iba a ser despu¨¦s norma general. La verde camisa de su solista, Carlos Tarque, se divisaba, movi¨¦ndose por el escenario e invitando al p¨²blico a corear y dar palmas. Hicieron una corta actuaci¨®n en la que brillaron los temas de su tercer elep¨¦, el que les ha cubierto las espaldas de ¨¦xito, en especial Llamando a la Tierra.Tras ellos, la cosa s¨®nica habr¨ªa de mejorar s¨®lo un poco con los veteranos Presuntos Implicados, que dieron a la velada una fina mano de bolerismo ilustrado, ideal para los tiempos retro que, est¨¦ticamente, vive este pa¨ªs. La cantante Sole no parec¨ªa sentirse muy a gusto con el sonido de sus monitores, pero su actuaci¨®n se movi¨® por los m¨¢rgenes de estilo y correcci¨®n de siempre y deleitaron a sus incondicionales. Entre su habitual previsibilidad, s¨®lo se permitieron una sorpresa, al menos para quien firma estas l¨ªneas: iniciar con guitarreo casi heavy el cl¨¢sico bolero Vereda Tropical. O¨ªr para creer.
The Corrs
Con Presuntos Implicados y M-Clan. Plaza de Toros de Vista Alegre. 3.900 y 4.000 pesetas. Madrid, 15 de julio.
Pero las verdaderas estrella fueron los irlandeses Corrs, que presentaban en directo los temas reci¨¦n editado ¨¢lbum Blue. Con un sonido m¨¢s correcto, aunque tampoco para tirar cohetes, Andrea, Carolyn, Sharon y Jim mostraron a la audiencia sentirse encantados de volver a Espa?a, que siempre les compra discos a espuertas, y dieron un concierto c¨¢lido que puso enseguida a la audiencia que abarrotaba el recinto al borde del ¨¦xtasis. Sin olvidar los temas que les han dado el estatus que ahora gozan, la banda atac¨® feliz sus nuevas composiciones, en las que se salen algo de los tradicionales sonidos irlandeses para desembocar en un pop m¨¢s convencional y estandar dentro de lo que es norma en las primeras figuras de la m¨²sica comercial a nivel internacional. Irresistible I give me a reason, fueron tal vez los momentos m¨¢s logrados de este estreno lleno de ¨¦xito, aunque tambi¨¦n de textura gelatinosa y almibarada.
The Corrs van a vender de nuevo como churros, qu¨¦ duda cabe, con lo que parece mantenerse la tendencia general de portarse y sonar como chicos mod¨¦licos y encantadores para poder alcanzar y mantener el estrellato. Aunque tanta bondad y belleza de estampita termine por despedir siempre cierto tufillo a aquella serie de televisi¨®n del difunto Michael Landon: La casa de la pradera.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.