Ram¨®n Mart¨ªn Mateo
Acaban de darle el premio Rey Jaime I a Ram¨®n Mart¨ªn Mateo y esta es una noticia de la que todos sus amigos nos alegramos. Mart¨ªn Mateo es un hombre que despierta amplias simpat¨ªas entre las personas m¨¢s diversas. Ello se debe, sin duda, a su car¨¢cter animoso y extrovertido y a su falta de solemnidad. Mucho antes de que los psic¨®logos pusieran de moda el t¨¦rmino inteligencia emocional, ¨¦l ya la practicaba con notable ¨¦xito, como es f¨¢cil comprobar.Este premio de ahora, se lo han dado por sus trabajos en defensa del Medio Ambiente, una actividad en la que trabaja desde hace a?os. Pero no piensen ustedes que Mart¨ªn Mateo es un ecologista al uso. Ser¨ªa imposible encontrar, firmado por ¨¦l, alguno de esos art¨ªculos tremendos y amenazadores con los que ciertos defensores de la naturaleza tratan de sacudir nuestras conciencias. Mart¨ªn Mateo es un estudioso. Un investigador que trata de conciliar las necesidades de la econom¨ªa con las de la naturaleza. Es una tarea admirable que a uno le parece complicada y llena de dificultades.
El inter¨¦s de Mart¨ªn Mateo no se agota en estos asuntos del Medio Ambiente. La Bio¨¦tica ha sido, durante un tiempo, otra de sus preocupaciones. De todas ellas, el Derecho Administrativo ha sido la principal. Semanas atr¨¢s, sus compa?eros de la Administraci¨®n P¨²blica le rindieron un homenaje en Madrid. Fue el reconocimiento p¨²blico a uno de los grandes administrativistas de nuestro pa¨ªs. Su contribuci¨®n a esta especialidad del Derecho ha sido notable y a ella ha dedicado su vida acad¨¦mica. Sus libros, sus art¨ªculos, son hoy de referencia obligada y como profesor de universidad, ha formado a decenas de disc¨ªpulos en esta materia.
Con todos estos premios y agradecimientos, uno podr¨ªa formarse la idea de que a Mart¨ªn Mateo le ha llegado la hora de la jubilaci¨®n. Entre nosotros, resulta habitual que estas consideraciones se multipliquen cuando el homenajeado est¨¢ a punto de retirarse de la vida p¨²blica y sus amigos quieren despacharlo con un buen recuerdo. No creo, sin embargo, que vaya a suceder as¨ª en este caso. A Mart¨ªn Mateo se lo impide su car¨¢cter. Es un hombre inquieto, curioso, de una actividad extraordinaria que le hace absolutamente refractario a la jubilaci¨®n.
Durante ocho a?os, fue rector de la Universidad de Alicante, donde dej¨® una impresi¨®n muy agradable. No quiero decir con ello que cada una de sus decisiones resultaran incontrovertibles. El gobierno de una universidad es complicado: los intereses son numerosos y muchas veces contrapuestos. En estas condiciones, es natural que haya personas que se sientan perjudicadas por una u otra soluci¨®n. Pero lo que este hombre logr¨®, a¨²n en sus momentos m¨¢s comprometidos, fue crear un ambiente de distensi¨®n, amable, muy grato. Creo que esto se debi¨® al conocimiento que Mart¨ªn Mateo tiene del esp¨ªritu humano. Un conocimiento que le ha evitado aspirar a la perfecci¨®n, que es una ambici¨®n peligros¨ªsima cuando se est¨¢ al mando de cualquier cosa. Quienes pretenden un orden perfecto acaban casi siempre cometiendo terribles injusticias. Con muy buen criterio, Mart¨ªn Mateo prefiri¨® un poco de desorden. Y aunque a algunos esto les escandalizase, fuimos muchos los que se lo agradecimos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.