Beloki: "Es mejor frenarse que arriesgarse y acabar 13?"
Subir al caj¨®n en Par¨ªs el a?o del debut en el Tour est¨¢ al alcance de una minor¨ªa. En el pelot¨®n actual s¨®lo lo han conseguido dos: Pantani (1994) y Ullrich (1996). Aquello cambi¨® sus vidas. Los convirti¨® en cracks, en fen¨®menos medi¨¢ticos. Y no s¨®lo por el hecho en s¨ª. Aparte de los resultados, en el ciclismo resultan imprescindibles las sensaciones para abrirse un hueco en la mitolog¨ªa popular. Pantani es el espect¨¢culo puro, el escalador solitario y rabioso. Aunque un desfallecimiento, como en Hautacam, le anule para ganar el Tour. Ullrich es la fuerza de la naturaleza, el car¨¢cter maquinal. Joseba Beloki, el debutante espa?ol que encabeza el cambio generacional al que ha asistido el Tour, tiene en su mano lo primero: el resultado, el podio, la estad¨ªstica. S¨®lo le queda una semana, o mejor, un d¨ªa -el de hoy- para labrarse un plus de popularidad.El asunto es tan sencillo como los conceptos de ataque y defensa. Armstrong, Pantani, Botero han sido los atacantes del Tour. Ellos se han llevado los aplausos m¨¢s efusivos. Los dem¨¢s se han refugiado en el abrigo del grupito, se han pegado a la rueda m¨¢s conveniente. Unos sencillamente no pueden. Otros no se atreven. Beloki, el m¨¢ximo candidato a heredar el puesto de Escart¨ªn del a?o pasado, entra en la segunda categor¨ªa. Ve tan grande el podio que no lo quiere soltar y le puede el instinto de conservaci¨®n sobre el del inconformismo. Ayer, en la rueda de prensa m¨¢s numerosa que nunca hab¨ªa presenciado, y un tanto perplejo, resumi¨® la t¨¢ctica que le han inculcado: "Me tengo que frenar. Mirad en el Mont Ventoux. Me puse nervioso y quise lanzarme. Menos mal que me pararon. Porque si ataco a diez kil¨®metros igual estaba ahora en el puesto 13?. Esto es una carrera de eliminaci¨®n y todav¨ªa no me ha tocado a m¨ª. Ojal¨¢ siga as¨ª".
Beloki no ha encontrado el equilibrio entre su fogosidad y el conservadurismo que le frena desde el auricular con la voz de Juan Fern¨¢ndez. Ser¨¢ cuesti¨®n de experiencia o de seguridad en s¨ª mismo. Pero, mientras encuentra el punto intermedio, sigue en un mar de dudas. Entre los miedos que expone en p¨²blico y los deseos que se dice a s¨ª mismo en privado: "Quisiera el segundo puesto".
Las cuentas dicen que s¨®lo quedan dos etapas para mover la general. A Beloki le separan dos segundos de Ullrich. Si quiere su puesto, tendr¨¢ que castigarle hoy, en el Joux Plane, y resistir en la contrarreloj. En esa etapa, la del viernes, s¨®lo el alem¨¢n es claramente superior al vitoriano. Si, en cambio, ¨¦l quiere defender lo suyo tiene un abanico de adversarios. Su propio compa?ero Moreau (a 54 segundos), una lapa en la monta?a y un peligro en las contrarreloj. Y los escaladores. Pantani (a minuto y medio) y Heras (a 57 segundos), a quienes s¨®lo les queda una oportunidad.
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