El arte de la contrarreloj
La contrarreloj de hoy es ideal para los especialistas: 59 kil¨®metros pr¨¢cticamente llanos. Para los mejores, esto significa unos 70 minutos de esfuerzo casi al l¨ªmite sin bajar de 50 kil¨®metros por hora de velocidad (salvo en curvas y repechos), moviendo desarrollos dur¨ªsimos (54-55x13-11) a una cadencia de 90-95 pedaladas por minuto. O expresado en potencia, 70 minutos sin bajar de 400 vatios. Por ejemplo, se estima que en los diversos r¨¦cords de la hora de la ¨²ltima d¨¦cada, la potencia media desarrollada por Rominger, Boardman e Indur¨¢in rondaba los 450 vatios (puede que algo Indur¨¢in).La principal cualidad que distingue a los contrarrelojistas es su resistencia aer¨®bica: pueden pasarse m¨¢s de una hora sufriendo cerca del 90% de su m¨¢xima capacidad (VO2max), es decir, rozando su umbral anaerobio. Incluso, conforme van pasando los kil¨®metros, la intensidad del esfuerzo se va acercando gradual e inevitablemente al 100% del VO2max: los ciclistas entran entonces en zona roja (por encima del umbral anaerobio), y el lactato se empieza a acumular en la sangre. ?Por qu¨¦ aumenta la intensidad del esfuerzo (del 90% al 100%) a lo largo de la contrarreloj aunque no aumente la velocidad (primera paradoja)? Porque los m¨²sculos se van haciendo menos eficientes a lo largo de esfuerzos prolongados e intensos. En la primera parte de la contrarreloj, los m¨²sculos utilizan el tipo de fibras m¨¢s abundante que poseen los ciclistas: las fibras lentas (se les llama fibras lentas, pero permiten a los maratonianos correr a 20 kil¨®metros por hora y a los contrarrelojistas pedalear a m¨¢s de 50 kil¨®metros por hora). Estas fibras utilizan sobre todo el metabolismo aer¨®bico (producen poco lactato) y tardan mucho en fatigarse. A¨²n as¨ª, 70 minutos al 90% son demasiados: a ese ritmo, a partir de la segunda mitad de la contrarreloj posiblemente las fibras lentas empiecen a quedarse sin el ¨²nico combustible que permite volar a 50 kil¨®metros por hora encima de una bici: el gluc¨®geno. O puede que empiecen a fatigarse por otros motivos (acidosis l¨¢ctica, acumulaci¨®n de sustancias de desecho...). Por todo ello, los m¨²sculos deben recurrir a las llamadas fibras r¨¢pidas seg¨²n pasan los kil¨®metros. Estas pueden producir mucha energ¨ªa, pero se cansan antes. Adem¨¢s, son menos eficientes que las lentas: el motor del ciclista gasta m¨¢s gasolina para ir a la misma velocidad. He aqu¨ª otra aparente paradoja: las fibras r¨¢pidas utilizan sobre todo la v¨ªa anaer¨®bica pero son las que m¨¢s ox¨ªgeno consumen. Por ello, el motor (los m¨²sculos) del contrarrelojista debe ser de gran cilindrada (muy potentes) pero m¨¢s bien diesel (con muchas fibras lentas). No se le exige tener mucho reprise (como a los escaladores) ni una gran velocidad m¨¢xima (como a los sprinters), pero s¨ª poder aguantar muchos kil¨®metros a altas velocidades sin que se encienda la luz roja de su dep¨®sito de gluc¨®geno.
Otra buena manera de economizar gasolina no es s¨®lo tener muchas fibras lentas y muy resistentes a la fatiga: tambi¨¦n se puede ahorrar gasolina viajando a la misma velocidad pero con menos vatios si marcha a la postura m¨¢s aerodin¨¢mica posible. De los 400 vatios que debe generar un contrarrelojista si quiere obtener un buen resultado, nada menos que 300 son para vencer la resistencia del aire. Visitas a t¨²neles de viento, bicis especiales, cascos aerodin¨¢micos... Lo que sea con tal de que el aire se lleve la menor cantidad posible de vatios. Un ejemplo: si cuando bati¨® el r¨¦cord de la hora en M¨¦xico en 1972 Merckx hubiese gozado de los adelantos en materia de aerodin¨¢mica que Boardman (posici¨®n de Superman incluida) cuando este ¨²ltimo bati¨® el r¨¦cord en 1996, se estima que su marca hubiese podido ser de 54,0 kil¨®metros en vez de 49,4.
Alejandro Luc¨ªa es fisi¨®logo de la Universidad Europea de Madrid.
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