El diputado que nunca ech¨® flores al consejero
Julio Seti¨¦n (IU) ha perseguido con agresividad al que fuera titular de Medio Ambiente, Carlos Mayor Oreja
Julio Seti¨¦n, diputado de Izquierda Unida, habl¨® un d¨ªa al consejero de Medio Ambiente, Carlos Mayor Oreja, de p¨¢jaros y flores. Pero, no equivocarse,no se trataba de un debate sobre la primavera y la poes¨ªa. Primero, que entre Seti¨¦n y Mayor Oreja, pocas bromas y menos versitos. Y segundo, que era un 9 de diciembre, y en Madrid, ese d¨ªa, hab¨ªa un foll¨®n medio regular con la niebla que dej¨® en tierra a miles de usuarios de compa?¨ªas a¨¦reas."No la toqu¨¦is ya m¨¢s, que as¨ª es la rosa", que dec¨ªa Juan Ram¨®n Jim¨¦nez y que, m¨¢s prosaicos, inmortalizaron los billetes de 2.000 pesetas. Pero no era por tocar rosas. Lo de las flores era por el parque regional del Manzanares, y lo de los p¨¢jaros, para reprocharle al consejero que fuera fuerte con los d¨¦biles y d¨¦bil con los fuertes. Son de esas apreciaciones que sientan mal. Porque indican bajeza y cobard¨ªa.
Le llam¨® fuerte con los d¨¦biles por la multa desproporcionada -un mill¨®n de pesetas- que la consejer¨ªa le hab¨ªa clavado a un jubilado por cazar una parejita de jilgueros, que ni que fueran los del mandar¨ªn. Y lo de d¨¦bil con los fuertes, por la m¨ªsera multa -200.000 pesetas- que esa misma consejer¨ªa pondr¨ªa a una empresa que da?ase de forma irreversible el medio ambiente.
Una desproporci¨®n que reconoci¨® el consejero y que, afirm¨®, se iba a resolver.
No. Entre el consejero y el diputado no hay flores. Y eso que Seti¨¦n es ecologista, por lo que se ve. Pero su amor por la naturaleza no le quita agresividad. Casi que se la da. Ese mismo d¨ªa, en esa misma interpelaci¨®n sobre el parque regional del Manzanares, Seti¨¦n se quej¨® de que, a tenor de lo que se le contestaba, parec¨ªa que Medio Ambiente no hac¨ªa otra cosa que estudiar. Y, aunque sabido es, seg¨²n se nos ense?a, que la educaci¨®n a la persona muchos bienes proporciona, de nada vale la teor¨ªa sin la praxis, seg¨²n otras ense?anzas:-Yo creo que su consejer¨ªa estudia mucho, deber¨ªa trabajar. Se estudia y despu¨¦s hay tiempo para trabajar. Deber¨ªa trabajar algo su consejer¨ªa.
El consejero le contest¨® a Seti¨¦n con lo mismo:
-No s¨¦ si [su se?or¨ªa] habr¨¢ estudiado o no, pero parece que no ha trabajado suficientemente.
Hombre, la vida del diputado es dura, aunque sea m¨¢s duro trabajar, pero tampoco es para sacarse los colores. Y, adem¨¢s, que Seti¨¦n, como otros, trabajar, trabaja. En fin, cosas que se dicen en el calor de la pol¨¦mica.
El consejero Mayor Oreja ya no lo es de Medio Ambiente. Pero, antes de dejar estas funciones, tuvo que lidiar con el diputado de Izquierda Unida. Y por partida doble. Fue en el pleno del 4 de mayo. Primero fue Seti¨¦n y pregunt¨® si se hab¨ªan producido irregularidades en la evaluaci¨®n del impacto ambiental de una empresa de inertizaci¨®n en Torrej¨®n de Velasco. O sea, de una planta de tratamiento de residuos, que se entiende mejor.
El consejero contest¨® lo obvio: que no se hab¨ªan producido irregularidades. Estar¨ªa bueno que se hubieran producido, que se hubieran consentido y que el consejero llegara y lo confesara en el pleno de la Asamblea.
Pero las preguntas en la Asamblea son excusas para otros asuntos. Seti¨¦n lo que buscaba era sacar a relucir las actuaciones -irregulares o no- de la empresa y, de paso, de la consejer¨ªa. A la empresa la puso lo que se dice a caer de un burro. Una cosa, dijo, es que sea necesaria la existencia de empresas dedicadas a tratar residuos industriales, en alg¨²n caso peligrosos -alguien tiene que limpiar las letrinas-, y otra, la actitud de la multinacional. O sea, que el parlamentario iba por otro lado. Y lo dijo:
-Lo que discutimos, se?or consejero, es el enga?o, el insulto, la prepotencia de esta empresa.
Seti¨¦n estaba muy enfadado porque, seg¨²n ¨¦l cre¨ªa, la empresa, que -hora es de decirlo- se llama Cartamb, hab¨ªa faltado a Izquierda Unida y a las organizaciones sociales, hab¨ªa despreciado al Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas y se hab¨ªa burlado de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente. Visto as¨ª, prepotente es poco. No es raro que el diputado se preguntara:
-?Hasta d¨®nde llega el poder de esta gente y hasta d¨®nde llega el compromiso de su consejer¨ªa con los valores sociales y ambientales?
Mayor Oreja tuvo que decirle que ¨¦l no iba all¨ª a defender a la empresa, eso, desde luego. Y que, en todo caso, la defend¨ªa igual que defend¨ªa a cualquiera, como era su deber:
-Creo que he cumplido con mi obligaci¨®n de forma independiente en aras del inter¨¦s de todos los ciudadanos, incluidos los de los promotores del proyecto.
Qu¨¦ dif¨ªcil es servir a dos se?ores, aunque entre en el cargo. Ese mismo d¨ªa, y sin dejarle respirar, Seti¨¦n le ech¨® otra pregunta sobre ciudadanos y empresas. El parlamentario de IU pregunt¨® sobre la responsabilidad de la consejer¨ªa en la restauraci¨®n del vertedero de las C¨¢rcavas. ?Qu¨¦ iba a hacer Mayor Oreja? Lo que hizo: explicar que su responsabilidad era la de "informar del proyecto de sellado". Y a?adir que las inspecciones realizadas no hab¨ªan revelado "situaciones de especial anormalidad".
Lo malo de las preguntas parlamentarias es que casi nunca dilucidan qui¨¦n tiene raz¨®n. Ni siquiera pudo saberse lo que es anormalidad simple y anormalidad especial. Ese d¨ªa, el debate se cerr¨® con un Seti¨¦n dejando caer, una tras otra, una bater¨ªa de preguntas: ?sab¨ªa el consejero de la existencia de vertidos ilegales? ?Conoc¨ªa que se hab¨ªa roto el precinto? ?Estaba al tanto de que se hab¨ªan construido dos naves en la zona? ?Era consciente de que all¨ª alguien se "estaba forrando"? Y en este plan. La verdad es que parec¨ªa a Cicer¨®n en su oratio in Catilinam prima, dicho sea tir¨¢ndose el folio culto
El consejero, pensando tal vez que ya hab¨ªan nombrado otro ec¨®nomo en la di¨®cesis y que a ¨¦l en ese cargo le quedaban cuatro d¨ªas, y tres de ellos feriados, le contest¨® para no meterse en m¨¢s honduras:
-Todo est¨¢ en regla, se?or¨ªa.
Y luego, "incontinente, / cal¨® el chapeo, requiri¨® la espada, / mir¨® al soslayo, fuese y no hubo nada". Fue as¨ª, m¨¢s o menos. Toda una despedida. Ahora ser¨¢ Pedro Calvo el que tendr¨¢ que enfrentarse a Seti¨¦n. A ver qu¨¦ pasa con las flores y los pajaritos.
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