Zapatero recupera la unidad del PSOE
Los guerristas quedan fuera de la ejecutiva, pero aseguran al secretario general apoyo y lealtad
"El cambio tranquilo empieza bien". ?sta fue la primera frase de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero nada m¨¢s ser ratificado ayer como el nuevo secretario general del PSOE con 865 votos de los 964 delegados que ejercieron su derecho. Con el 90,2% de las papeletas a favor -hubo 94 en blanco y 5 nulas-, el nuevo l¨ªder socialista ten¨ªa ya la prueba de que "la mayor¨ªa" del partido volv¨ªa a ser un bloque s¨®lido despu¨¦s de haberse partido el d¨ªa anterior en la votaci¨®n en la que Zapatero compet¨ªa con Jos¨¦ Bono, Matilde Fern¨¢ndez y Rosa D¨ªez. Todos los esfuerzos de los dirigentes territoriales encaminados a lograr esa unidad hab¨ªan fracasado durante semanas al no conseguirse la buscada alianza entre el diputado leon¨¦s y el presidente de Castilla-La Mancha. Los delegados lo consiguieron ayer despu¨¦s de expresar 24 horas antes que prefer¨ªan a Zapatero, pero que abominaban de que los perdedores pudieran constituirse en un poderoso bloque de oposici¨®n interna.La actitud de Bono pidiendo expresamente a sus partidarios que apoyaran a la nueva ejecutiva result¨® determinante. Como tambi¨¦n lo fue el primer acto del presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, Manuel Chaves. Nada m¨¢s resultar vencedor Zapatero en la tarde del s¨¢bado, el l¨ªder andaluz -ahora tambi¨¦n presidente del PSOE- reuni¨® a todos los secretarios regionales para pedirles que, sin fisuras, acataran el mandato de los delegados y no pusieran piedras en el camino de Zapatero. Primero deb¨ªan ayudarle a formar la ejecutiva y, despu¨¦s, votarla. Y as¨ª fue mayoritariamente.
El centenar de votos en blanco no fue reivindicado por nadie y la explicaci¨®n generalizada de ese rechazo se repart¨ªa por provincias y por personalismos. Aunque en un primer momento hubo quien mir¨® a los guerristas, muchos de ellos quisieron hacer ostensible su apoyo a la ejecutiva -en la que no tienen ning¨²n repre-sentante- y al nuevo l¨ªder. Los madrile?os Juan Barranco y Jorge G¨®mez, por ejemplo, expresaron en p¨²blico su apoyo y lealtad, y lo mismo hicieron la candidata Matilde Fern¨¢ndez y el extreme?o Francisco Fern¨¢ndez Marug¨¢n. El propio presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra, proclam¨® su apoyo al nuevo secretario general.
Otra actitud hubiera resultado extra?a. El sector guerrista propici¨® claramente el triunfo de Zapatero en detrimento de su candidata, Matilde Fern¨¢ndez, aunque despu¨¦s las negociaciones de madrugada para conformar la nueva direcci¨®n fracasaran por incompatibilidad entre la oferta de Zapatero y las demandas de los guerristas.
El empe?o del secretario general, manifestado durante su campa?a, de poner fin a los alineamientos por familias o sectores empez¨® a cumplirse esa misma misma noche al negarse Zapatero a negociar la formaci¨®n de la ejecutiva en funci¨®n de bloques etiquetados.
El nuevo l¨ªder del PSOE no sorprendi¨® a nadie cuando cop¨® los puestos fundamentales de su ejecutiva con el n¨²cleo de personas que con ¨¦l crearon el grupo Nueva V¨ªa, poco antes de la pasada Semana Santa e inmediatamente despu¨¦s de la derrota electoral del 12 de marzo. Una plataforma que naci¨® del Grupo Parlamentario Socialista en uni¨®n de otros militantes y t¨¦cnicos socialistas de todas las federaciones. A partir de ah¨ª empezaron a crecer por toda Espa?a. Por eso a nadie le extra?a que el gallego Jos¨¦ Blanco haya sido nombrado secretario de Organizaci¨®n. ?l fue quien llev¨® el aparato t¨¦cnico de relaci¨®n y captaci¨®n de voluntades en todas las federaciones. Tampoco extra?a que Trinidad Jim¨¦nez sea la secretaria de Internacional, y que Jordi Sevilla tenga la cartera de Pol¨ªtica Econ¨®mica. Otro tanto ocurre con la catalana Carmen Chac¨®n, al frente de Educaci¨®n e Investigaci¨®n, y con Juan Fernando L¨®pez Aguilar, responsable de Libertades P¨²blicas y Desarrollo Auton¨®mico, as¨ª como Leire Paj¨ªn, al frente de las relaciones con las ONGs y Movimientos Socialistas. Todos ellos son parlamentarios, a excepci¨®n de Trinidad Jim¨¦nez, por lo que su trabajo en com¨²n durante meses no fue considerado preocupante para el amplio sector que se cre¨ªa mayoritario -el que apoyaba a Bono- al estimar que s¨®lo buscaban mejorar posiciones en el Congreso de los Diputados.
Los otros miembros de la Comisi¨®n Permanente, es decir, los secretarios que tienen ¨¢reas de responsabilidad, lo est¨¢n por raz¨®n de estima personal, pol¨ªtica y profesional de Zapatero, como es el caso de ?lvaro Cuesta, responsable de Pol¨ªtica Municipal, y de Micaela Navarro, responsable de Igualdad. Esta diputada por Ja¨¦n ya estaba en la anterior ejecutiva de Joaqu¨ªn Almunia y nadie dudaba de que iba a continuar en la direcci¨®n ganara quien ganara. Isabel Pozuelo, en el ¨¢rea de Consumidores y Usuarios, es persona de confianza de Manuel Chaves, pero tambi¨¦n sus propios m¨¦ritos la hacen contar con el apoyo del secretario general. Al igual que Consuelo Rumi, en el ¨¢rea de Inmigraci¨®n, y desde luego Cristina Narbona, responsable de Medio Ambiente y Ordenaci¨®n Territorial.
Enrique Mart¨ªnez Mar¨ªn inaugura un ¨¢rea: Innovaci¨®n y Comunicaci¨®n Interna. Su trabajo hasta ahora ha estado en la Escuela de Formaci¨®n del PSOE Jaime Vera y se le atribuye un trato muy estrecho con el nuevo l¨ªder del PSOE. La presencia del secretario general de los socialistas vascos, Nicol¨¢s Redondo Terreros, era esperada, aunque levanta toda suerte de consideraciones el que se le haya adjudicado el ¨¢rea de Relaciones Institucionales. Los socialistas vascos explican que tanto su ejecutiva como el nuevo dirigente del PSOE coinciden en otorgar a Redondo el m¨¢ximo reconocimiento y respaldo habida cuenta de que tendr¨¢ que batirse en las elecciones vascas con el ministro del Interior, Jaime Mayor. Interlocutores de su entorno aseguran que Redondo tambi¨¦n hubiera estado en la ejecutiva si hubiera ganado Jos¨¦ Bono.
Adem¨¢s del n¨²cleo de trabajo diario creado por Zapatero, el resto de la ejecutiva, es decir, las diez secretar¨ªas sin ¨¢rea, representa "a todo el partido", con la presencia de secretarios regionales, presidentes auton¨®micos y representantes territoriales. Para el Comit¨¦ Federal queda la representaci¨®n territorial pura y el reconocimiento a dirigentes relevantes del PSOE.
Se da especial importancia, como s¨ªmbolo de la actitud de Zapatero, que el primer nombre de esa lista sea el del presidente del PSC, Pasqual Maragall, seguido del responsable de la Pol¨ªtica Exterior de la Uni¨®n Europea, Javier Solana. En el n¨²mero tres figura Jes¨²s Caldera, otra de las personas de la m¨¢xima confianza de Zapatero. Y aunque no est¨¢ en la ejecutiva, se da por seguro que obtendr¨¢ un puesto de la m¨¢xima importancia en el Congreso de los Diputados. Le sigue Luis Pizarro, responsable del ¨¢rea de Organizaci¨®n durante el mandato de la gestora y mano derecha de Chaves en Andaluc¨ªa.
Los pesos pesados de cada territorio est¨¢n en este Comit¨¦ Federal. El madrile?o Jos¨¦ Acosta, los sevillanos Carmen Hermos¨ªn y Jos¨¦ Caballos, los c¨¢ntabros ?ngel Duque y Rosa In¨¦s Garc¨ªa figuran en este apartado. La eurodiputada Elena Valenciano, identificada con Iniciativa para el Cambio, tambi¨¦n est¨¢ en el Comit¨¦.
Antes de estos dirigentes, en el n¨²mero cinco, figura el ex ministro de Econom¨ªa Carlos Solchaga, especialmente satisfecho por el triunfo de Rodr¨ªguez Zapatero, al que vio desde hace meses como un valor de presente para el PSOE.
"Voy a volcarme para llevar a este partido a la victoria", dijo ayer Zapatero para dejar claro que ¨¦ste es el objetivo principal de los socialistas y el suyo. Pero de ah¨ª no pas¨®. El nuevo l¨ªder rehuy¨® en su discurso, y despu¨¦s en preguntas directas, las referencias a qui¨¦n ser¨¢ el cabeza de cartel electoral para enfrentarse al PP en las pr¨®ximas elecciones generales y al proceso de primarias al que tendr¨¢ que someterse este candidato. "Cada cosa a su tiempo", dijo. Ahora, trabajo, recuperar "la lealtad" entre socialistas y, desde luego, "poner orden en el partido".
El secretario general endureci¨® el tono de voz al pronuciar la palabra "orden". Quiz¨¢ todav¨ªa ten¨ªa resonancias de lo que hab¨ªa escuchado en su contra durante la campa?a y hasta un minuto antes de que los delegados le votaran. Uno de los argumentos que los partidarios de Jos¨¦ Bono esgrim¨ªan era el de que el diputado leon¨¦s no ser¨ªa capaz de imponer autoridad en las federaciones que act¨²an a su libre albedr¨ªo, sin atender los requerimientos de la Ejecutiva Federal. Es m¨¢s, no hay duda de que varias decenas de delegados no han votado a Bono por temor a su mano dura. Pues bien, Zapatero lanz¨® ayer el mensaje de que ejercer¨¢ la autoridad y cit¨®, en conferencia de prensa, la situaci¨®n del partido en Asturias -donde el grupo parlamentario act¨²a a la contra del presidente del Principado, Vicente ?lvarez Areces- como "una prioridad" de la nueva ejecutiva.
Junto al orden, la mano tendida, el di¨¢logo y muchos avisos al Gobierno y al PP. Lealtad en asuntos de Estado, pero oposici¨®n firme y en todas las materias. "El cambio empieza hoy", dijo Zapatero pensando en la labor que tendr¨¢n que hacer los socialistas en la oposici¨®n y en la calle. "Felipe, tenemos nostalgia del 82", dijo fijando la mirada en el ex presidente del Gobierno para alzarla inmediatamente hacia las 2.000 personas que le escuchaban. "Os convoco", termin¨®, "a la esperanza de 2004", a?o de las pr¨®ximas elecciones.
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